Daniel
La petición de Cristal, me ha dejado atónito, no llegué a imaginar esto, pensé que aún me temía por algo el cual ni por cerca sería tan capaz de hacer. Lastimar a mi chica, nunca... pero de algo estoy seguro y es que ese tipo puso sus sucias manos sobre ella. MALDITO. Lo sé, algo ronda en mi cabeza, y es la manera en como ella actúo, cuando la bese aquella, vez. Quizá ese maldito la haya hecho daño y eso me mata por dentro, el motivo por el que no podré darle unos buenos golpes ya que está muerto.
Aprieto con fuerzas el manubrio del auto. Estas cosas me ponen furioso, sin embargo, no podré hacer nada al respecto.
Dejo mis cavilaciones para prestarle atención a mi novia, luce enojada.
-Daniel, estas muy pensativo, se supone que estas al lado de tu chica, deberías prestarme más atención-Espeta con un puchero, a lo que sonreí besando su mejilla.
-Cariño disculpa, solo pensaba en donde llevarte, no suelo ser muy conocedor de nuestra ciudad, por tal razón, no tengo idea en donde ir.
-¿Es en serio? -Asentí elevando las cejas.
Ambos quedamos pensativos por un breve momento.
-Bueno, déjame e investigó.
-Está bien.
Aparco el auto en una esquina y entro a Google map, empiezo a buscar lugares especiales para pasarlo agradable al lado de mi novia.
Después de 15 minutos en mi búsqueda, encontré el hotel más cercano a la playa, a lo que decidimos en ir rumbo a ese lugar, creo que es momento de conseguir un apartamento, lo antes posible no quisiera estar llevando a Cristal a tales hoteles.
Después de media hora, llegamos a nuestro destino. Estacione el coche en el estacionamiento del Hotel Luna. Estoy nervioso, Cristal me pone de esta manera, realmente me tiene loco y enamorado.
-Hemos llegado mi ángel-susurre nervioso, vaya, es increíble sentirme de esta manera, hasta las manos me sudan.
-Sí, eh, bueno bajemos.
Asentí saliendo del auto, a lo que ella hizo lo mismo, coloco el seguro luego entramos al lujoso hotel, es uno de los más prestigiosos de Managua, con Yacusi y albarca en el barandal, aparte la increíble vista del mar. Según Google map.
-Buenas tardes, quisiera una habitación. -me comunico con la recepcionista
-Muy buenas tardes tengan ustedes, las habitaciones están entre 100 a 50 dólares, para todo el día y noche, 50 para mitad de tiempo.
Quede pensando, pero mi novia se adelantó.
-Que sea el de todo el día y noche.
-Muy bien, me permite su tarjeta.
Asiento sacando la tarjeta de mi cartera, le entrego a la recepcionista, me acerco a mi novia y beso el dorso de su mano, luce nerviosa al igual que yo.
La chica me entrega mi tarjeta y la llave de la habitación, saluda con cortesía y nos entrega una tarjeta para recibir la cena. Llegamos al elevador, marco el número de la habitación el cual parece que nos llevará hasta la puerta.
Después de unos 20 segundos salimos del elevador y efectivamente estamos en el número de habitaciones asignado.
Al entrar dejamos nuestro bolso en la mesita, luego inspecciono el lugar, es muy limpio y ordenado, afectivamente Google map no mentía, me acerco a la gran ventada, la piscina es grande y desde esta distancia se observa el mar, vale la pena el costo. Sigo observando, pero las manos de mi novia en mi cintura me activan la mente recordándome del porque estamos aquí.
-Cristal, cariño estas seguras de hacerlo. -Cristal posa un debo sobre mis labios.
-Sí no quisiera no hubiera venido contigo Daniel, deseo recordar la primera vez que estuvimos juntos, deseo sentirte y sé que tu igual, no tengo memoria por ahora, pero sé que me amas, yo siento lo mismo.
-Te amo tanto mi ángel.
Mi novia me besa, en seguida la tomó en mis brazos depositándola sobre la cama, al instante le quito su ropa dejándola desnuda, su cuerpo es perfecto, a pesar de pequeñas marcas de aquellos días, y otras más de hace unos meses. Ella me observa por breve segundo, sus manos delicadas se posan en el botón de mi pantalón, intenta bajar el cierre, a lo que le ayudo para empezar hacer lo que ambos deseamos con locura.
Ya desnudos nuestros labios juegan hambrientos, nuestras manos se posan por todos lados dándonos toques de placer, por un momento mi chica me observa con seriedad, detengo mis toques, ella niega, se muerde los labios y luego sonriendo me besa con locura a lo que hago lo mismo, bajo mis mano hasta su intimidad, mis toques suaves provocan sonidos de placer, ella Jadea, sus ojos azules como el cielo están más oscuros de lo normal, ni se diga de mí, estoy que muero por tenerla dentro de mí, sentir su suave piel pegado al mío.
Bajo mis labios hasta sus redondos senos, mi lengua juega con uno y con la mano toqueteo su otro pecho, me coloco sobre ella al sentirla lista, entro despacio sin querer lastimarla. Mi chica muerde su labio, sus ojos brillan.
-Te amo Daniel.
-Yo te amo más, mi Ángel.
Nuestros movimientos se aceleran por el deseo de sentir el calor que emana de nuestro interior, dejo de chupetear su pecho para besarla con ansias, luego levantó sus muslos hasta sentir su intimidad más cercana a la mía, nuestros movimientos suaves se hacen con rapidez, cambiamos de posición esta vez ella está encima de mí, beso su vientre, aprieto sus nalgas, estoy a punto de llegar, sin embargo, no lo haré hasta sentir que mi novia lo haya hecho primero. Y así sucede, Cristal recuesta su cabeza en mi pecho, pero sus labios están laminado mi dorso, me muevo con más fuerza, cambio de posición la coloco de espaldas para poder hacerla disfrutar lo que yo estoy disfrutando, su sonrisa me hace saber que le encanta, lo que le hago, beso su espalda desnuda mientras la penetro, uno de mis dedos juegan con su clítoris, sus movimientos sensuales provocan chispas en mi interior, cuando nuevamente la siento mojada llego a mi orgasmo, esto es maravilloso, me pregunto cuando hemos aprendido hacerlo de esta manera. Sonriendo nos recostamos abrazos, dándonos besos en cada parte de nuestro ser.