Cristal.
Las manos me sudaban como si se tratara de bajar de una montaña rusa, mama me miraba como si estuviera por darle un ataque al corazón, sus ojos azules como el cielo me inspeccionan con sorpresa.
—Hija, te apoye en venir de viaje sin dejar dicho a tu padre y a tus hermanas, sin embargo no puedo apoyarte en querer quitarle la cornea, en eso no te apoyare— espeto negando y dando vueltas al rededor de la habitación del Hotel en que estábamos hospedadas.
Hace dos días que hemos venido a Francia sin decirle nada a mi padre y hermanos, bueno solo a Casseling, ella me apoyo y juro no decirle nada a nadie, realmente necesito que mi padre toma mano en la conciencia, así dejara de mentirnos por todo, se que mama acepto lo que le he pedido por que me ama y porque se siente culpable de guardar tantos secretos, por tal razón me trajo a Francia, aunque mi plan era otra.
Realmente odio tener estos ojos, no tolero más, los recuerdos invaden mi sistema nervioso a cada segundo, es como si Camilo esta encima de mi, no quiero tenerlos mas. Debo apresurar la cirugía cuanto antes, quiero borrar cada maldito momento que me hizo sentir el bastardo de Camilo, después de aquello, lo único que quiero es realizarme una enucleación de globo ocular.
Mama coloca sus manos en mi rostro mientras me habla.
—Cristal debes pensar bien, lo que quieres hacer, es una locura grave— niego contradiciendo lo que dice.
—No madre, lo siento, pero lo hare, quiero realizarme la cirugía con tu aprobación o sin ella— Refute abatida— Si realmente me amas, apoya mi decisión por una vez en la vida.
—No entiendo que ganas con hacerte daño, déjame ayudarte hija, busquemos un buen brainspottinges para que tengas terapia psicológica el cual te ayude a tratar los traumas, aliviando el peso de las emociones que vienes teniendo desde hace mucho tiempo.
Increíble.
—Mama, no necesito esa mierda, solo ayúdame a cumplir mi deseo, necesito aligerar la enucleación cuanto antes.
—¡No, no y no! Cristal tu deseo deber ser vivir bien y dejar el pasado a un lado, no pienso discutir mas sobre este tema, es verdad que no hemos sido sinceros contigo en cuanto a lo que te sucedió, sin embargo no pienso someterte a esa cirugía de riesgo, es posible que nunca vuelvas a tener una Visión óptica, ni siquiera consiguiendo otra cornea—Me alejo negando pero mama se acerca para abrazarme, quiero alejarme y explicarle que deseo sacarme el globo ocular sin importar el riesgo, me estorba tenerlo, quisiera arrancármelo de una vez.
—Jamás me entenderás ya que no estas en mi zapato.
Sin siquiera esperar una respuesta de ella, salgo hacia el balcón del habitación. Respiro hondo mientras mi mente empieza a divagar todo lo que he pasado desde que tenia 8 años de edad, trate de superar mi dolor que sufrí en la infancia, aparte de eso, fui una chica acomplejada por mi discapacidad, al volver a saber de Daniel quise ser diferente, aceptar lo sucedido y dejarme amar, pero el destino me mostró otra mala jugada. Camilo se encapricho conmigo hasta el grado de lastimarme.
Querer tenerme a la fuerza era lo que quería o más bien matarme para que no estuviera junto a Daniel, pesé a eso no funcionó, no obstante, a mis padres se le ocurrieron aceptar esa estupidez que el dejo escrito, que si sobrevivo que su córneas sean para mi y puras mierdas que no se comparan con el daño que provoco.
—¡Que estupidez mas Mierda!—Vocifere para mi misma.
Mama negó saliendo de la habitación, se que está en contra de esta decisión, se que suena loco, pero me odio a misma por seguir dejándome llevar en vuelta por mi pasado.
****
Al llegar la noche salí del hotel a tomar aire, camine por el gran parque, respire sintiendo como la brisa golpeaba mi rostro, visualice a mi madre, ella se encontraba sentada en los banquillos observando a los espectadores que tomaban fotografías a la torre, me senté a su lado, ella me ignoro sin dirigirme la palabra, bajo la mirada al móvil con deseos de llamar a mi papá seguramente.
En verdad que me siento como una mierda al prohibirle hablar con papá y los demás.
Sin quitar la mirada de ella, decido en llamar a Casseling, mi hermana al tercer pitido respondió.
—Ya era hora que llamaras, Cristal lo mejor que puedes hacer es llamar a mi papá y dejarle dicho la locura que estas por hacer.— suelto una bocanada de aire. Quisiera decirle a todos que nos venimos a Francia para realizar una cirugía de riesgo. Ay pero no puedo, deseo que mi papá sufra por mentirme tantos meses, aparte de eso por no decirme ese secreto que mi madre y él guardan desde años.—Cris nena, sigues en línea, te estoy hablando pero no respondes.
—Lo siento mucho hermana, estaba pensando en toda esta locura.
—Papá esta como loco, pasa dando vueltas como esos tigres apunto de destruir todo, anda enojado con mi mamá, pensó que lo abandono pero luego se entero que era por ir a tu lado, aun así cree que ella hizo mal.
—Qué aguante su orgullo, por querer controlar todo lo que hacemos, desistí en decirle por la única razón que no me hubiera dejado venir, igual chantaje a mi mamá que no le dijera nada a él.— Chistie a lo que Casseling soltó un bufido.
—No deberías hacer eso, creo que debes analizar, estar en el zapato de ellos dos y escucharlos, a decir verdad nuestro padre hizo todo lo que hizo por amor a nosotros, así que piensa bien hermanita. No somos quienes para juzgarlo.
Era cierto todo lo que decía mi hermana, quizás mis papás nos protegía de algo malo, temían a decirnos sus secretos que ocultaron por año, luego lo de Camilo sucedió y por miedo a mi reacción me escondieron sobre las córneas de ese imbécil.
—Bueno Casseling creo que lo pensaré bien, por ahora necesito distraerme y estar tranquila, no le vayas a decir que estamos en Francia.
—No lo haré. Cristal otra cosa, Daniel esta muy lastimado por lo que hiciste cree que lo dejaste o bueno si lo hiciste... el cree que ya no lo amas.