Angel sin alma

Capítulo 26

Cristal

Sonreír sin descansar, sentir esa libertad era inmensa, estar con mamá mientras caminábamos de las manos era una de las mejores cosas que jamás había pensado hacer en toda mi vida, paseábamos por la playa del prado en Marsella, el viento golpeaba nuestros cabellos y las alborotada, tomábamos fotografías para el recuerdo de las dos, nunca pensé que sentiría tanta paz, quizás escuchar todo lo que sufrieron mis padres me ha ayudado a reflexionar en cuanto todo lo sucedido, olvidar el pasado es algo imposible pero superar y dejarla en una caja con llave para luego lanzarla al fondo del mar, será lo mejor opción. Yo seré el candado y al mismo tiempo la llave, cerrar un ciclo de mi vida será abrir nuevos ciclos de oportunidades, se que no olvidaré todo el daño de mi niñez y tampoco lo que sucedió hace unos meses, sin embargo es momento de sanar esas heridas que quedarán como cicatrices invisible incrustadas en el alma. Mamá aprieta mi mano y luego detiene sus pasos.

-Cristal, en la vida tendremos muchas decepciones, a la vez tendremos sonrisas de felicidad, se que estuviste mal por lo de ese chico pero ahora debes ser feliz y dejar atrás todo lo malo, Daniel es un chico que te ama y daría todo por ti, no pierdas esa oportunidad.

Niego mirando hacia el horizonte.

-Mamá, nunca pensé que tenias un dolor inmenso guardando en tu alma, te admiro mucho, ahora se que mi papa había sido tu escudo por muchos años. -Mamá asintió suspirando- Sabes Daniel para mi es lo mismo, lo amo y no lo perderé.

Mamá sonrió sus ojos azules me inspección.

-Cariño en la vida debemos aprender a superar muchas cosas, sobre todo cuando Dios nos regala personitas hermosas como Daniel para ti y como Alessandra para Axel, de igual manera como ustedes mis hijos para nosotros, tu padre y yo, decidimos apartar ese dolor mientras seguíamos luchando. Ahora tu eras un Ángel que no tenía su alma en paz, sin embargo estás empezando a abandonar todo lo que te ocurrió, quizás por un motivo y ese motivo se trata de amor. -Sonrió abrazándola, ella tiene mucha razón. Ahora estoy entendido que en esta vida el motivo que nos hace cambiar es el amor, más que todo el amor a tus hijos, a tus padres incluso al amor de una persona muy querida, así como el amor de Daniel.

-Gracias Mamita por acompañarme en esta locura que tenia pensado hacer, gracias a ti reflexione a tiempo- Mamá asiente apunto de llorar- Te agradezco por haberme contado ese secreto que seguramente te lastimaba, te hice abrir tus heridas, lo lamento.

-No fue nada mi niña, todo esto fue como haber desahogado mi dolor, así mismo debes hacer cuando sientas que te ahogas en tus pensamientos sin salida.

-Si madre, de ahora en adelante no permitiré que el pasado me hunda. Te amo mucho y agradezco todo lo que has hecho de mi.

-Mi niña, no es nada, yo también te amo.

Nos abrazamos tan fuerte que sentí mi corazón palpitar de la emoción, llorar en los brazos de mi madre era sentir por fin esa paz, ella igual lloro de alegría, ahora que más puedo pedir si tengo el amor de todos incluso tengo luz después de tanta oscuridad.

《Una semana después》

Habíamos llegado a Nicaragua sin decirle nada a nuestra familia, cuando el coche aparco en la entrada de la casa, mi nana salió a ver de quienes se trataba, al saber que éramos nosotras salieron todos disparados a recibirnos. Mi padre al verme me abrazo tan fuerte que pensé que me quebraría en pedazos, beso mi frente y me miro fijamente, sus ojos estaban aguados, jamás pensé ver al gran Arthur derramar una lágrima, era hasta hoy que lo hacía. Eso creo.

-Mi niña, estas bien, no te hiciste ninguna locura, verdad.- Niego mirándolo fijamente.

-Es la primera vez que veo tus lagrimas papá.

Mi papá sonrió feliz, luego me alejo de su lado para abrazar a mis hermanas, mamá se acercó a papá y lo abrazo a lo que él la tomó en sus brazos con tanta felicidad. Es la primera vez que siento tanta emoción acumulada en mi interior.
Papa siempre fue el más fuerte, ahora se que todo lo que hacía era para protegernos de todo lo malo que implicaba el tal hijo de Demetrio.

-Cris nena, Daniel esta desesperado es mejor avisarle que estas aquí. Pensamos lo peor cuando te llevaste a mamá para que te hicieran la cirugía y quedar nuevamente como antes.

-Lamento haberlas preocupado, no volverá a pasar. Llamare inmediatamente a Daniel, gracias a mama reflexione a tiempo de cometer tal locura.

-Mamá es una gran mujer, ella haría todo por nosotros. Lo de la cirugía, tuve que decirle a mi padre, el se sintió muy triste por esa locura que ibas a cometer Cristal.

Le di un golpecito en su brazo a lo que ella sonrió, mi otra gemela observaba con una sonrisa a mis padres los cuales seguían abrazados dándose mucho mimos.

Ahora debo llamar a mi hermano y a mi amado novio, muero por verlos, abrazarlos y decirles lo mucho que me hacían falta estos días que estuve en Francia, es increíble descubrir cuanta falta nos hace sentir nuestros seres más queridos.

Dios es grande, eso me dijo mamá y ahora más que nada lo creo firmemente.

****
Después de terminar nuestras platicas entre hermanas, mi hermano Axel vino a casa, me miró tristemente, espero que no esté decepcionado de mi, me sentiré muy mal.

-¿Porqué haces que me preocupe tanto mi Ángel?-Niego abrazándolo.

-Lo siento mucho hermano, no volverá a pasar, ahora soy otra Cristal.- mi hermano sonrió besando mi mejilla, verlo triste me ponía a mi de igual manera. Me he dado cuenta que lastime mucho a mi familia por mi falta de inmadurez, creo que ya era el momento de recapacitar por mis tales locuras, muchos sufrían por mis altibajos diarias. Eso no pasará nunca mas. Dejo mis pensamientos para dirigirme a mi hermano-Reflexione mucho al ver a mi mamá desahogarse y llorar por todo lo que sucedió cuando solo era una joven, nada se compara con lo que me ha pasado hermano.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.