Capítulo 4

Laura me tenía preocupado y no solo a mi si no a todos. Hace 2 semanas que había cumplido 18 y
aun no se había transformado . Todo el pueblo se había enterado y ahora había muchas especulaciones sobre ello , pero yo solo creía que una era verdad. Todo esto estaba pasando por que Laura no se había puesto el collar . Aun que ella no lo supiera el collar estaba encantado, tenía
un hechizo para hacer que tuviera sentimientos mas fuertes , ya que uno al principio solo se transformaba cuando las emociones afloraban . Y por lo visto mi prima era una persona con un corazón de piedra, eso no era una mala cualidad por lo menos para los que son Angeles guardianes. En realidad Laura tenía pinta de que iba ser una gran guardiana ya que tanto por su tozudez y
inteligencia.
Pero siguiendo con el tema de la transformación , no eran sentimientos tipo de enfado de esos que quieres explotar y gritar a todo pulmón si no mas bien de eso que salen a la hora de proteger a ru familia .

Un pitido me saco de mis pensamientos y frené .

- Nacho , deja ya de correr pasamos a la siguiente fase - me grito mi entrenador y también primo
Mauro .
- Ahora que toca? - Pregunté mientras me tiraba al suelo hiperventilando , esto de ser una especie
de superhéroe era muy duro.
- Creo que lo mejor va ha ser que hagamos un combate de espadas - Me dijo - Así te relajas y
descansas un poco que te veo un poco cansado.

Le saqué la lengua desde el suelo y me levante lo mas despacio que pude , preparándome para
darle una paliza a mi primo. Cogí mi espada favorita , una ligera , muy bien equilibrada y que además esta muy afilada. Me coloque en posición y empeze a atacar.

- Que piensas que van a hacer con Laura - Me hablo mi primo intentando distraerme
- Pienso que si conseguimos que se ponga el collar , lo hará antes de lo que canta un gallo
- Pues haber como consigues eso - Respondió el al mismo tiempo que me lanzaba una estocada
por la izquierda que esquive sin problemas .
- Fácil , simplemente le diré que no tiene agallas a ponérselo- Dije mientras hice una finta que se
comió fácilmente, por lo que le pude lanzar una estocada que lo lanzo hacía atrás haciendo que se
cayera.
- Pues date prisa - dijo mi primo desde el suelo - Si no ,ya sabes .

Enarque una ceja debida a su información, mi primo entendió el mensaje y se paso el dedo por el
cuello a modo de cuchillo y dijo:

- Tenemos una semana primo - Y se fue dejando me sorprendido , sabía que nuestra especie era
cruel , pero no tanto.

Tenía que conseguir que se pusiese ese collar costase lo que costase como si tenía que jugar con ella