Ángeles y Demonios

.: Capítulo II

Pijamada y Apoyo

Catalina || Viernes, 14 de Diciembre de 2007 || 22:20

 

Tras salir de la fiesta me centré en pensar en cómo cuidar y distraer a Xiomy. Se le veía muy mal a pesar de las pastillas, los dulces y ahora estar dormida. Cuando llegamos a su casa despertamos a Xiomy, la bajamos del auto y subimos todos a su habitación, ella abrió el vestidor, sacó unos pijamas para nosotros y nos indicó donde podíamos ir a cambiarnos. Me cambié lo más rápido posible para no dejarla solo por tanto tiempo. Al llegar tenía la puerta cerrada, así que toqué y pregunté si podía pasar, tras recibir su afirmativa ingresé.

 

—Cata. —Me extendió sus brazos.

—Tranquila, tranquila. —Me acerqué y la abracé.

Le di un beso en la frente y sobé su espalda. Quería matar a Karina por hacerle daño sabiendo lo mucho que le podía afectar. —¿Qué te parece si le decimos a los demás para ver una película? —Asintió, se limpió las lágrimas y se separó del abrazo.

 

Cuando ellos llegaron les dimos la idea y accedieron. Fuimos al pequeño cine dentro de la casa y en el camino nos encontramos con su madre que nos dio las llaves de la habitación de pijamadas.

Xiomy se recostó en mi hombro y luego en mis piernas, le acariciaba la cabeza y trataba de concentrarme en la película, pero no podía debido a cierto rubio que estaba sentado dos filas delante de mí.

 

—Al menos disimula, ¿no? Se te nota demasiado.

—¿Qué? No, para nada. —les respondí con nerviosismo a ambas—. Ángel solo es mi amigo, nada más.

—Nunca dije a quién estabas mirando. Como dicen por ahí, el pez por la boca muere.

Sentí como se me subía el color a las mejillas. —«Ojalá no nos haya escuchado.» —Sin mencionar nada seguimos viendo la película, pero estuve a punto de morir cuando Ángel volteó a verme y sonrió.

—Parece que Ángel está intentando coquetear contigo. —susurró Xiomy con picardía.

—Lo dudo. —le susurré desconfiada en respuesta.

 

Sonó mi teléfono y reconocí el tono al instante. Ese era el tono de mí, hasta antes de lo sucedido, mejor amigo, Alex. No quería contestarle con Xiomy presente, así que solo puse en vibrador y me concentré en la película.

 

—Cata, voy al baño, ya vuelvo. —Xiomy se paró del asiento.

—¿Crees que está bien dejarla ir sola? —preguntó Tiyu preocupada—. ¿No será mejor ir a vigilarla?

—No debemos abrumarla, si no vuelve en 10 minutos vamos a verla.

—¿Segura?

—Segurísima.

 

Tiyu se calmó al poco rato y siguió viendo la película. Aproveché que Xiomy se fue y revisé los mensajes.

 

 

||Cata |22:47|

||Catalina |22:47|

||Meneses |22:47|

||Responde |22:48|

||Karina mintió, ese audio no es real. Tú sabes que yo amo a Xiomy, tú lo sabes, ella es mi princesa. Jamás le haría daño. Sé que no hay forma de creerme, pero debes hacerlo, sé que ella no necesita estrés. Quiero explicárselo, tratar de demostrarle que la quiero, cuidarla, estar a su lado y darle mi apoyo. Ayúdame a demostrar la verdad, por favor. |22:50|

 

| No voy a hacerlo, solo le harás sufrir más. Busca como demostrar que eso es mentira y quizás te ayude, sino olvídate de que lo haga. |22:59||

 

 

Guardé el teléfono y volví a concentrarme en la película. Xiomy volvió a los pocos minutos y se volvió a recostar.

 

—Catalina, ¿por qué no vas con él? —Xiomy se volteó para verme directamente—. Llevas bastante rato mirándolo y ustedes llevan años con esas miraditas y sonrisas.

—Eso es mentira.

—Ajá, como tú digas.

—Chicas. —gritó Fabricio detrás nuestro llamando nuestra atención—. Sé que su charla es muy importante, pero no nos dejan escuchar.

—Déjalas Fabricio. —Ángel volteó hacia nosotros—. Solo debes pedir subir un poco el volumen y ya.

—Como siempre Ángel defendiendo a su no-novia.

—Bájale a tu drama Fabricio. —intervino Axel—. Tiyu, ¿te molestaría si subimos un poco el volumen?

—No, claro que no. Pero no mucho.

 

 

————————————————————

 

—Srta. Meneses, ya le dije que esta castigada por su actitud. Deberá quedarse en el aula durante el receso.

—No fue culpa mía, Marlene me atacó.

—Deje de excusarse, ya se tomó la decisión. —Cerró la puerta.

 

Me quedé un largo rato meditando sentada, no sé exactamente cuánto tiempo paso. Escuché como se abría la ventana y al dirigir mi mirada hacia el lugar observé a Ángel ingresando.

 

—Ten. —me dio una galleta de fresa—. Supuse que tendrías hambre.

—Gracias. —Tomé la galleta y vi cómo, de su bolsillo, sacaba un sándwich de pollo y apio ofreciéndomelo—. Muchas gracias.

—Trate de convencer a la profe de dejarte salir, pero no quiso.

—No te preocupes. —dije con la boca llena.

 

Me sonrió y despeinó un poco. Terminé de comer y trato de distraerme con algunos juegos.
Comenzó a hacerme cosquillas mientras estábamos sentados en el suelo, logré liberarme y lo ayudé a levantarse. Entre risas volvimos a sentarnos en las carpetas.

 

—Hiciste trampa.

—¿Trampa? Me hiciste cosquillas para ganarme —le reclamé.

—Si. —se acercó a mi rostro—. Pero tú hermoso rostro me distrajo. —acarició mi mejilla y me besó.

 

Ese momento fue totalmente mágico. Quería que esto no terminara nunca, puse mis manos alrededor de su cuello y él bajó las suyas a mi cintura. Luego de unos minutos nos separamos por la falta de aire.

 

—Lo siento. —dijo tartamudeando, me soltó y se dirigió a la ventana para salir.

 

No pude reaccionar ante eso y me quedé totalmente estática. ¿Cómo debo sentirme ahora? ¿Él se arrepiente de besarme?




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