No se porque pero cuando llegaba el calor del verano cada musculo de mi cuerpo se sentía muy tenso y me dificultaba concentrarme en mis labores diarias, a pesar de ser un monje cuya vida giraba en torno al autocontrol y el crecimiento espiritual no podía controlar mis deseos carnales, era como si una ola de emociones mojara mi parte baja incluso si intentaba mantener la mente en blanco para no pensar en ello. Un dia estaba leyendo un par de sutras que estaban escritos en uno de los muchos viejos pergaminos ubicados en la biblioteca del templo y de pronto hoy decir a Yoko Matsumoto el monje que se encargaba de dirigir la biblioteca que una jovencita en vez de dinero o comida había dejado una revista porno cerca del gran buda en donde los creyentes dejaban dichas ofrendas a los monjes con el fin de que los bendijeran. El atrevimiento de la joven en vez disgusto me causo mucha gracia pero contube la risa, no obstante, mi rostro delato mis intenciones y el Matsumoto se percato de ello y se acerco hasta mi con una cara de pocos amigos.
¡Crees que esto es un juego! Exclamo Matsumoto.
Baja la voz...Susurre.
Responde la pregunta pequeño microbio... ¿Crees que esto es un juego?
He vamos hermano Matsumoto solo me ha causado mucha gracia y contuve la risa...
Ese tipo de cosas son una blasfemia en contra de nuestro principios, esa chica seguro piensa que no podemos resistir la tentación de ver una revista porno, pero eso es natural después de todo los mundanos saben que en nuestro templo se nos priva de ese tipo de placeres. Comento Matsumoto mientras su rostro se tornaba rojo.
¿Acaso le echaste una ojeada a esa revista? Pregunte.
No, no soy un enfermo sexual.
Tu rostro me dice lo contrario hermano,
¿Que quieres decir?
Luces como si estuvieses enojado por no haber visto el contenido de la revista.
¡Sip!...¡tienes razón estoy muy enojado y frustrado sexualmente por no ver esa revista..!
Tras oír eso por parte del hermano Matsumoto sentí un alivio tremendo parece que no era el único pervertido después de todo.
Ohhh...vamos vete a la mierda, pensé que de verdad estabas enojado conmigo por haber contenido las ganas de reírme.
No solo estaba enojado porque una parte de mi pensó que te burlabas de mi castración espiritual.
Que palabras tan profundas hermano. Respondí mientras brotaba mi barbilla con pose pensativa.
He pensado en abandonar el templo y dirigirme a la ciudad.
¿De verdad?
Por supuesto, hace poco fui a dar una vuelta por la aldea y he conocido a una chica guapa que me ha dicho que si iba a la ciudad me enseñaría el verdadero significado del placer.
Waaau...Que suerte tienes hermano Matsumoto.
Ahora que lo pienso soy muy guapo para morir como monje.
Parece que este idiota no se ha visto en un espejo...Pense.
¿Porque te has quedado en el limbo de repente?
No es nada solo me quede pensando.
Menuda mierda... ¿no?...hay una revista porno en el templo y no podemos verla.
¿Que han hecho con la revista?
El hermano Tang la tiro a la basura...
Que lastima...
En efecto. Pero todavía tenemos oportunidad de ver su contenido.
¿Que dices?
Podemos ir a los contenedores de basura y sacar la revista en secreto.
Eso es algo desesperado. ¿No crees?
Si, pero ya sabes lo que dicen deseos inesperados requiere acciones desesperadas.
Ya veo, creo que tienes razón.
Además no puedo masturbarme porque en mi mente solo ronda la imagen del gran buda diciéndome que hacer.
Lo mismo digo.
Entonces en marcha vallamos al contenedor de basura a sacar la revista porno y disfrutar de su contenido.
Ambos sonreímos de una forma diabólica mientras pensábamos en la revista porno, pero luego nos pusimos serios para entrar en acción y buscar dicho material. Segundos después nos escabullimos hasta los contenedores de basura sin que nadie sospechara nada y cuando estuvimos en el sitió buscamos la revista dentro de los hediondos contenedores, luego, de haber buscado meticulosamente durante varios minutos no encontramos nada y se podía ver la decepción en nuestros rostros vacíos.
Mierda alguien tuvo que haber tomado la revista de este cuchitril...Murmure.
Si, sospecho que el hermano tan no se deshizo de la revista después de todo.
Piensas que el también sufre de castración espiritual y esta en busca de un poco de placer.
Por supuesto que sufre de castración espiritual y por supuesto que esta en busca de emociones fuerte.
Nunca había pensado que tanta polémica puede generar una revista porno en una monasterio...
Si esto es un completo desastre ahora ese idiota de Tang debe estar disfrutando del contenido de la revista.
De pronto se escucharon los pasos de alguien acercándose y Matsumoto y yo nos escondimos en los contenedores de basura pensando que nos habían tendido una trampa para saber quien se rebajaba tan bajo ante una simple revista porno, éramos muy similares y por esa razón creo que pensamos lo mismo y decidimos escondernos en la basura antes que dar la cara.
¡Salgan de hay pequeños pervertidos..! Exclamo una voz femenina.
En ese instante saltamos de los contenedores de basura y pudimos ver a la hermosa chica que nos hablaba, sus ojos eran claros como el amanecer, su piel era tan blanca como una hoja de papel, su cabellera era azul celeste como el mar y estaba bien dotada con buenos atributos, grandes senos y trasero firme, además, llevaba puesto una camisa descotada y una minifalda.
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Editado: 07.10.2018