Llegamos al sitio donde estaban los motor home. Entramos y papá se encontraba charlando con Esffie mientras la pantalla estaba reproduciendo una película.
— ¡Al fin llegaron los estábamos esperando! —dijo papa contento— ¿Dónde se encontraron?
— ¿Les paso algo? ¿Por que traen esas caras como si los hubiesen estafado? —pregunto Esffie.
Quizás no era una estafa pero de esa forma se sentía. Engañada.
— No tengo hambre y creo que ya iré a dormir —dije para pasar a donde estaban las camas.
— Tú te lo pierdes comeremos a fuera a la luz de la luna —dijo Esffie poniéndose de pie y saliendo del motor home.
Me metí en el baño y me cambié de ropa.
Papá y mis hermanos habían sacado unas sillas y la mesa para comer afuera.
— Te traje algo de pizza —dijo Tanner con el plato en sus manos.
— No tengo hambre —dije dándole la espalda.
— Esta bien yo tampoco tengo apetito.
Quería llorar y a la vez no quería tomar mi teléfono, no tenía a Rex o quizás estaba a metros mío.
Solo quería leer esas palabras de que todo estaría bien.
RT2
Creo que no soy el único que no podrá dormir
No quería girarme y ver a Tanner escribía.
CS
Sabes que no podemos fingir como que todo sigue igual?
Esta vez si me gire el estaba recostado en la cama de arriba y podía verlo desde mi cama.
Los dos nos miramos esto era tan extraño jamás me había ocurrido algo así y menos con Tanner.
Limpié la lagrima que rodó por mi mejilla y me di vuelta dándole otra vez la espalda.
Era una locura, éramos familia y no podía pasar más allá de eso. Aunque doliese y fuera un delito de la manera que lo vieras estaba mal.
No recuerdo en el momento que me dormí solo se que íbamos a regresar a casa y era lo que más temía.
Vivíamos en la misma casa y era inevitable no cruzarse, y menos aún sabiendo que el dormía en la habitación en frente de la mía.
En el viaje de regreso ninguno cruzó palabras y la que se percato de eso fue nuestra hermana que de vez en vez nos miraba a los dos.
Y a Esffie nunca se le escapaba nada.
— ¿Ris? ¿Tanner? ¿Hijos esta todo bien? —pregunto papa mirándonos.
Mi hermano asintió y yo también acompañando de una sonrisa.
Al llegar a casa fue ll que más me hizo sentir incómoda y triste.
Ahora no tendría con quien hablar no estaría el dando sus lecciones filosóficas de la vida o anécdotas tontas.
— ¿Cómo les fue? —pregunto mamá.
Pasé por su lado y me dirigí a mi cuarto encerrando allí y tirándome en la cama.
Mi vida era un desastre y peor aún, más me odiaba a mi misma.
No quería salir de mi cuarto y agradecía tener un baño en mi habitación. Solo buscaba o Nora me traía comida al cuarto.
En las noches no podía dejar de llorar y la tristeza, y la soledad eran mis únicas compañías.
Mire mi botella y estaba vacía, había adelgazado y también había crecido de estatura algo que me había sorprendido bastante.
Bajé las escaleras y me encontré con mamá y Esffie en la cocina.
— ¿Tienes idea porque tus hermanos no salen de sus cuartos? ¡No he visto a Rissie en toda la semana! ¿Y Tanner? —dijo mamá mirando a mi hermana.
— No lo se locuras de adolescente los entiendo... —respondió ella.
— Pero ni se dirigen la palabra —continuó mamá.
— Ellos nunca tuvieron una relación unida creo que Tanner platica más conmigo que con Ris... mamá esta noche salgo con Penny —dijo ella tomando su bolso.
— Esffie tengo guardia y Nora esta enferma —dijo mamá mirando a mi hermana— no quiero que tus hermanos queden solos...
— No exageres a lo sumo se agarraron a los madrazos ¡Adiós! —me escondí detrás del mueble y Esffie salió por la puerta.
Me puse de pie para entrar a la cocina.
— Ris esta noche debo cumplir guardia... ¿esta todo bien? —pregunto ella acercándose a mi.
— Si claro que si no te preocupes —para que se quedara tranquila la abracé.
— Tienen comida en la heladera llámame si ocurre alguna emergencia —dijo ella depositando un beso en mi mejilla — y estas más alta de la altura de tu hermana.
Sonreí a mi madre y ella desapareció. Tome una botella con agua y saque una bolsa de papas fritas.
Subí las escaleras y en el pasillo, justo en ese maldito momento la puerta del cuarto de Tanner se abrió.
Mi hermano estaba con el torso desnudo y su cara toda demacrada como si no hubiese dormido en días.
Bajé mi cabeza tratando de ignorar su presencia y abrí la puerta de mi habitación, el me estaba observando sentía su mirada.
Dejé las cosas en mi escritorio y me volví hacia la puerta.
— Ris —él se paró en frente de la puerta — ¿podemos hablar?
— Tanner tu y yo no tenemos nada de que hablar... —estaba a punto de cerrar pero el metió medio cuerpo.
— Por favor —me hice hacia atrás dejándolo entrar.
— No tenemos nada de que hablar —dije cruzándose de brazos.
— Me he acostumbrado a hablar contigo... esto me duele muchísimo Ris —el se sentó en mi cama apoyando sus codos sobre sus rodillas y escondiendo su rostro entre las palmas de sus manos— se que esto no está bien y no soy bueno hablando... yo solo se que contigo puedo ser lo que soy de verdad.
Mis ojos se pusieron llorosos porque a mi me estaba ocurriendo lo mismo.
— Por favor solo quiero que olvidemos lo sentimental yo quiero seguir... hablando contigo suena estúpido pero lo necesito —los ojos de Tanner estaban llorosos— no eres la única que abrió su corazón a este desconocido... y quizás suene cursi e incluso estúpido pero me enamoré y se que es enfermo... pero no me dejes solo en esto...
El se puso de pie y yo me acerque a él, gracias a que había crecido mi cabeza le llagaba a su barbilla.
— Y quiero ayudarte a ti también se lo que has sufrido y no quiero que vuelvan a hacerte daño fui el peor hermano de todos pero quiero compensarlo —antes de que terminará me acerque a él para envolver mis brazos en su cintura.
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Editado: 16.08.2022