Entre a mi hogar y solo había silencio como era de costumbre. Subí las escaleras y entre a mi cuarto pero al darme vuelta me sobresalte al ver a Tanner.
El estaba de brazos cruzados mirándome con seriedad.
— ¿Dónde estabas? —pregunto a lo que yo solo lo ignore.
Seguía recordando su conversación con Sendy y sus mentiras. “No tengo necesidad de hacerlo, no es necesario que hagamos el amor, no tengo esos pensamientos”
Puse mis ojos en blanco, mientras acomodaba mi ropa el me seguía y hablaba insistente en saber dónde me había metido.
— Mañana saldré con Gared —dije mirándolo a los ojos.
El hizo la misma mueca que yo solía hacer cuando algo me molestaba, empujo la mejilla con su lengua.
— ¿Por qué te comportas de esa manera? —el levanto una ceja.
— ¿Comportarme de que manera? —me cruce de brazos.
— Como una niña ya no hablas conmigo y solo me ignoras ¿Así serán las cosas?
Sus palabras me dejaron con una mezcla de sentimientos.
— Tu y yo no somos nada más que… hermanos —dije bajando mi cabeza.
El asintió y relajo sus brazos.
— Odio cuando te comportas asi… está bien has lo que se te de la maldita gana Rissie —dicho esto salió de mi cuarto.
Y las horas pasaron y ninguno cruzo palabra, ambos nos dejamos llevar por el orgullo.
Paso la noche y luego el día, me termine de arreglar y Sali de la casa. Gared me esperaba en su coche.
— Estas divina —dijo el alagándome.
Nos dirigimos hacia el parque y caminamos un rato, hasta que el sol se escondió y fuimos a un local de comida.
— La próxima vez iremos al cine —dijo el mientras comíamos nuestras hamburguesas.
— Si la verdad pero la pase muy bien —dije riéndome— el pato está agradecido contigo.
— ¡Oye no te rías! —el empezó a reírse.
¿Por qué ahora Gared? Y si tan solo hubieras actuado asi antes que yo me descargara esa maldita aplicación.
— Deberías ir a Taekwondo —yo lo mire intrigada— van muchas chicas podrías ir y aprender técnicas.
— No es mala idea Tanner me lo sugirió, pero no le preste mucha atención.
Baje mi cabeza recordando lo mal que estábamos los dos.
Terminamos de comer y el me llevo de vuelta a casa. Al entrar me encontré con Esffie.
— Vaya terroncita —me abalance sobre ella abrazándola— ya me extrañaste lo sé.
— ¿Por qué no viniste a visitarnos? —pregunte mirándola a los ojos.
— Encontré trabajo y bueno pero me veras más seguido no te preocupes —dijo ella con una sonrisa.
Entre a la sala encontrándome con mama sonriente y a Tanner sentado a su lado.
El me miro y luego aparto la mirada como si no quisiera verme.
— ¿Cómo te fue en tu cita? —pregunto mama.
— ¿Cita? —dijimos a la misma vez Tanner y yo.
— Llame a Hazel pensando que estabas con ella y me dijo que irías a una cita con Gared —dijo ella con una sonrisa.
— Ah si bien lindo.
— ¿Lindo? ¿Ya tuvieron sexo? —pregunto Esffie mirándome con picardía.
La mire sorprendida pero asi era Esffie, mi madre miro con seriedad a Esffie al igual que mi hermano.
— Tiene diecisiete años es joven aun —dijo mama mirando a Esffie
— ¿Y? Nadie llega virgen al matrimonio mama tu más que nadie lo sabe —dijo ella mirando a mama.
— No empieces Esffie ¿Cuál es tu necesidad de incomodar a los demás? —mire a Tanner.
El nunca solía contradecir a mi hermana o por lo menos contestar cuando ella hacia sus comentarios.
— ¿Acaso dije alguna mentira?
— Nadie quiere saber tus verdades según tu punto de vista —respondió el con molestia.
Mire a mama y apoye mi mano sobre la suya y le sonreí, ella hizo lo mismo.
— Tengo que decirles algo —dijo ella preparándose como si fuese a dar un discurso— he conocido a un hombre es colega mío del hospital.
— ¡Oh mama! —exclame con emoción.
— Y es un hombre muy gentil y sobre todo quiere formar parte de nuestra familia —dijo ella mirándonos a los tres— y si todo resulta bien se los presentare.
— Eso está genial mama —dijo Tanner dándole una sonrisa.
— Tienes todo nuestro apoyo mama —dije sonriendo de la misma manera.
Todos esperamos a Esffie que no había dicho nada.
— Eres libre de hacer lo que quieras mama —ella sonrío y mama se mociono.
— Gracias hijos —dijo para luego continuar comiendo.
La cena familiar termino con buena energía algo que me hizo sentir bastante bien.
Mama se fue a “cumplir guardia” algo que me parecía extraño tantas guardias en el hospital. Pero me alegraba por ella.
Me senté en el sofá y prendí el televisor, iba a ver películas sola pero lo haría.
— ¿Estás viendo sin mi? —pregunto Tanner dando un salto y quedando a mi lado.
— No quiero discutir contigo —dije mirando la pantalla.
El hizo silencio y luego me di cuenta que se tiro al piso.
Solo la luz de la lampara de la sala alumbraba el sitio. El me tomo de la mano que tenía libre.
— Ris soy un imbécil —lo miré expectante al mirarlo me di cuenta que estaba de rodillas— ¿Puedo ser tu novio? Y ¿Tu quieres ser mi novia?
<< ¿Qué? >>
Definitivamente los dos estábamos mal de la cabeza, el por su pregunta y yo por ganas de responderle que si y saltar a sus brazos como una tonta.
Pero eso estaba mal, el era mi hermano de sangre y lo único que impedía que estuviésemos juntos. Era la sociedad y las leyes, y nuestra familia.
— Eres tonto —dije riéndome y aguantando las ganas de llorar.
El se levantó y se sentó a mi lado.
— No es fácil y nunca será fácil pero quiero estar contigo amarte como fueron estos meses que estuvimos juntos… no quiero estar con otra chica —el tomo mi otra mano—quiero que no amemos y seamos los dos contra el mundo… no me importa que me traten de enfermo porque se que lo que siento por ti es real.
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Editado: 16.08.2022