Anonim

Cap 36: "Esffie"

Mire a Tanner y el me miro a mi, el se separó un poco y yo también hice lo mismo.

—Estábamos viendo una película —respondió el.

Ella estaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

—¿Y por que lloras Rissie? —dijo ella mirándome a mi— te ves pésima.

Solté el aire contenido y volví a respirar con normalidad, al igual que mis latidos.

—¿No ibas de fiesta? —pregunte para sacar la tensión.

—No Dakota tenia que hacer no se que… —ella se acerco y se tiro en el sofá.

Sentándose en medio de los dos.

—Pongan una película de terror —dijo señalando la tele.

Mire a Tanner y el también seguía con la cara de espanto. Así fue como vimos una película con la compañía de nuestra hermana.

Hasta que se fue, nos aseguramos que la puerta estuviese cerrada y regresamos a nuestras habitaciones.

—¿Crees que vio algo? —pregunte mirándolo a el.

—No lo creo ella hubiese actuado como una maniática —dijo Tanner tratando de sonar seguro.

El se acerco a mi y me envolvió entre sus brazos.

—Tranquila solo es Esffie —dijo el depositando un beso en mi cabeza.

Las semanas pasaron tratamos de actuar normales con Esffie pero ella no hacia ni decía nada diferente. Y fue cuando nos pudimos quedar tranquilos que ella no había visto nada.

Sali de mi cuarto con mi bolso y mire a Tanner que se notaba desde lejos lo nervioso que estaba.

Tome su rostro entre mis manos y deposite un beso sobre sus labios.

—Saldrá todo bien y ganaras. Los hombres de la universidad te tomaran en cuenta ya lo veras —dije mirándolo a los ojos— eres el mejor de todos y lo sabes. Confió en ti.

—Oh Ris no se que haría sin ti —el me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello.

—Vamos capitán hoy es tu día de triunfo —el me miro y sonrío.

Todos estaban alborotados, iban y venían. Los banderines y adornos, trompetas e instrumentos. El partido se haría en la preparatoria y era tan importante ya que de esa manera podrían ir a las competencias internacionales.

Y no solo los del equipo sino también las porristas.

—¡Ustedes pueden! —dijo Hazel mirándonos a mi y a Marcus.

Ella se subió a las gradas y se ubico en los primeros puestos, donde estaban mi madre y mi hermana, papa apareció minutos después.

—¡Vamos chicas hoy nosotras también nos luciremos! —exclame dando fuerzas a mi equipo.

Empezamos con nuestra coreografía a lo lejos estaban en una banquilla los profesores que daban becas universitarias. Y también jueces de competiciones de porristas.

Todo salió como esperaba no hubo fallo y los saltos habían sido perfectos.

Llegaron los del equipo y divise a el que estaba con el numero veinte, el llevo su mano al pecho y con sus dedos haciendo la seña.

Yo repetí lo mismo y pude ver su sonrisa.

El partido empezó, al principio iban empatados hasta que fue el momento del descanso.

—¿Qué sucede? —dije entrando al vestuario junto con la entrenadora.

—Uno se lesiono el numero 23 esta de suplente —dijo el entrenador.

—¿Dustin? —dijo Gared.

El recién nombrado entro al vestuario yo lo mire con molestia.

—¿Esta seguro entrenador? —pregunto mi hermano.

—Le hicieron análisis y pruebas esta todo correcto —dijo el hombre— vamos muchachos pónganse de acuerdo Harrison eres el capitán.

El hombre salió del vestuario, Tanner y Gared miraron a su amigo que parecía estar sobrio de cualquier sustancia.

—¡De esto depende mucho el futuro de todos! ¡No lo arruines! —dijo mi hermano mirándolo con seriedad.

Era momento de que entraran de nuevo al campo de juego.

—Vamos mi amor se que darás lo mejor no pienses en otra cosa ¿Si? —dije tomándolo del rostro.

—Te amo Ris —el me sonrío para luego depositar un beso en mi mejilla y salir corriendo.

Sali nuevamente y me volví a donde estaban las demás. Seguimos alentando y los puntos iban subiendo.

—¡2 Y 2 PUNTO, 2 Y 3 AFUERA! —exclamo Tanner haciendo el ultimo punto.

Había jugado de maravilla y eso no solo lo sabia yo si no también su entrenador que parecía querer llorar de la felicidad.

—¡Tenemos un equipo ganador! —y las bocinas empezaron a sonar los papelitos.

La gentes y familiares alentaban, hasta que de repente entre la multitud apareció un sudado Tanner con una gran sonrisa en su rostro.

Y frente a todas esas personas me levanto en el aire haciéndome girar y luego depositar un beso en mi mejilla.

—¡Gane! ¡Ganamos! Eres mi suerte te amo —el estaba a punto de besarme y fue cuando aparte mi rostro tratando de disimular que quería darme un abrazo.

Pase mis brazos alrededor de su cuello y el rodeando con los suyos mi cintura.

—¡Hijo! —los dos nos separamos y mama estaba con los brazos abiertos.

Mire a papa que también sonreía y fue hasta que llegue a Esffie. Estaba de brazos cruzados y miraba seriamente a Tanner.

Hasta que las dos hicimos contacto visual, su expresión era tan inexplicable entre asombro, confusión y molestia.

—¡Lo hiciste genial! —mire a Hazel que se abalanzo sobre mi.

—¿Para mi no hay felicitaciones? Yo me encargo de que esta niña no bese el suelo al saltar —dijo Marcus a nuestras espaldas.

Mire hacia el campus y los del equipo junto con las porristas se estaban reuniendo en el campo de juego.

—¡Harrison! —se escucho exclamar al entrenador.

—¡Vamos Rissie a ti también te llaman! —dijo Marcus pasando por mi lado.

Sentí que me tomaron de la mano mire a Tanner que estaba mas sonriente que nunca.

—¡Los esperamos! —exclamo mama a nuestras espalda.

Nos acercamos hacia donde estaban los demás, el sin soltar mi mano pasamos entre sus compañeros que le daban palmadas en su hombro y lo felicitaban.

Era extraño que nos viesen tomados de la mano pero fue hasta que los entrenadores se acercaron a nosotros. Solté la mano de mi hermano y mire a la entrenadora.




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