Tristeza onda y profunda
que abarcas mi corazón,
¡dejame ir!
ya bastante me has echo sufrir.
Dejame curar mi herida
dejame redimir mi vida,
dejame olvidar
que los muertos no deben recordar,
lo que en su vida hicieron,
ni lo que amaron y menos lo que odiaron
pues no verian la luz y quedarían penando.
¡Dejame ir!
ya suficiente me has hecho sufrir
no perturbes más
el sepulcro de este corazón
que tuvo como unico pecado
entregarte todo su amor.