Cap 3: Él

Ella ya estaba a punto de pegarme, cerré los ojos esperando el impacto pero no llego, al abrir los ojos vi porqué.

Tom le agarraba fuertemente la mano, lo sabía porque Alessandra hacia una mueca de dolor.

- Sueltame Tom, me estás lastimando. -- decia a punto de llorar

- Ahora no te estoy lastimando, pero créeme que lo haré si vuelves a intentar golpearla.

Mientras le decía eso, Tom la llevo casi arrastrándola hacia la salida sin darle oportunidad de hablar.

La empujó hacia la calle, cerró la puerta y se acercó a mí.

- ¿Estas bien? --pregunta mientras toma uno de los vasos y se sirve otro trago

- Lo estoy --"si piensas que voy a darte las gracias, esperalo sentado"-- Me voy a mi habitación, buenas noches -- le digo y empiezo a caminar hacia las escaleras en dirección a mi habitación

- Mañana te llevaré a tu trabajo. --volteo a verlo-- no es pregunta, es una orden.

- Está bien.--asiento y me voy a mi habitación

Al día siguiente como lo había dicho me llevo al trabajo. Íbamos en silencio, algo incómodo para mí. Cuando ya estábamos a un par de cuadras de la empresa rompí el silencio.

- ¿Podrías bajarme a una cuadra antes porfavor? --"di que si, di que sí"

- ¿Porque tendría que hacer eso? --no era la respuesta que esperaba

- Simplemente no quiero llegar y lo primero que vean sea este auto lujoso.

- Como quieras. --dice molestó

Se detuvo a una cuadra antes, baje del auto y se fue sin despedirse.

Pase todo el día en la oficina adelantando y mejorando los proyectos sobre todo el de la señora Smith ya que era parte de las familias más importantes del país.

✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿

Ya había comenzado otra semana de trabajo, Ana y Tom no se habían encontrado de nuevo desde que la llevo al trabajo a pesar de vivir en la misma casa.

Ya era miércoles cuando se volvieron a ver y fue solo para avisarle que en dos semanas irían a ver a la señora Diana la madre de Tom.

Esa idea no le agradaba a Ana pero tenía que hacerlo para no levantar sospechas.

Llegó el viernes, último día de trabajo ya que sábado y domingo eran sus días libres. Al llegar a casa se encontró con él.

- Buenas noches. --dijo sorprendida al verlo

- Ten -- dice dándole una tarjeta -- Quiero que mañana vayas a la mejor joyería y te compres todo lo que te guste, el mínimo de compra es 1 millón -- "como diablos voy a gastar tanto en joyería" pensó

- ¿Como voy a comprar 1 millón de euros en joyería? es imposible.

- Lo es y lo harás. No regreses hasta que lo hagas y no intentes engañarme. El chofer te llevará en la mañana. -- dice mientras sube las escaleras

Esto no es posible, Ana ni siquiera sabía de joyería. ¿Como le hará?

✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿

Al otro día, al bajar a desayunar se dio cuenta que Tom ya no estaba, supuso que ya estaba en su trabajo. Fue directo a la cocina a desayunar con Paty.

- Buenos días mi niña ¿Como amaneciste? --pregunta mientras sirve el desayuno

- Bien ¿y tú? -responde mientras toma lugar en la mesa-- ¿El señor ya se fue?

- Así es. Se fue temprano, pero me encomendó recordarte lo que te dijo anoche. -- dice mientras empiezan a comer

- ah pensé que lo había olvidado, tendré que hacerlo entonces. -- "aún no encuentro la forma de gastar tanto dinero en un día" pienso

Al terminar de desayunar, terminó de arreglarse optó por algo cómodo, tomó la tarjeta y lo metió en su bolso

Al salir de la casa se encontró con el chófer.

- Buen día Don Ignacio. -- le dice al llegar con el

- Buenos días Señora. -- dice mientras me abre la puerta del auto

- ¿Don Ignacio cuantas veces le he dicho que me diga Ana?, nos conocemos desde hace más de medio año.

- Claro Seño...-- lo mira seria-- digo Ana. -- ríen mientras suben al auto

- ¿A donde desea que la lleve?

- A la joyería más cercana porfavor. --asiente y pone en marcha el auto--

Tenía que encontrar la forma de hacer lo que Tom le pidió y lo único que se le ocurrió es ir a todas las joyerías de la ciudad y comprar en cada una de ellas.

Estuvieron andando un par de horas y ya faltaba poco por lograr su objetivo.

Entró a la última joyería, se suponía era la más exclusiva así que no sería tan difícil encontrar algo.

Le dijo a Don Ignacio que fuera a dar una vuelta mientras escogía las joyas, mala idea

- Hola ¿que busca? --pregunta la encargada mientras le mira de arriba a abajo "¿que le pasa?" Pensó

- ¿Me podría mostrar esto, porfavor? --señalo un juego de collar, pulso y pendientes

- Dudo que tenga para comprarlo --y quien le pregunto-- está a $150,000 € --" no puede ser" pensó nuevamente

- Me muestra este -- dice ignorando su comentario

- Este es un collar de diamantes, esta en $400,000 €, la verdad dudo que tenga para comprar y ya no quiero perder más tiempo con usted, tengo clientes que atender -- dice molesta

- Y yo soy una de esas clientes, me llevo los dos -- la mujer empieza a reír

- si claro --sigue riéndose-- ¿no quiere también anillos? -- dice burlándose

- Ya que lo dice si. ¡Muestremelo! -- gritó

- No se porque pierdo el tiempo con usted -- dice mientras muestra los anillos, y se enamoré de uno en específico

- ¡Es hermosa!

- Y cuesta $200,000 € --dice burlándose de nuevo, "estúpida"

- Agrégalo porfavor.

Ana se movió de lugar en donde estaban los pulsos, la cual le llamó la atención uno.

Estaba precioso y el precio era el justo para poder regresar a casa, estaba tan atenta que no se fijo en el momento en que una pareja ingreso a la joyería, no fue hasta que escuchó su voz...