Antología de historias mágicas y misteriosas

El Olvidado

Nadie esperaría ver a una pequeña niña de apenas 12 años en un bosque tan oscuro como ese. Pero Aluna no tenía opción. Necesitaba encontrar a El Olvidado, él era su única esperanza para encontrar a su madre. 

 

Su madre había desaparecido hace seis meses en circunstancias extrañas. Aluna aun recordaba esa noche. Era una noche como cualquier otra, nadie pensaría que sucedería algo malo. Aluna solo recuerda cómo se fue a dormir pero algo la despertó horas después, fue a la habitación de sus padres pero su madre no estaba. Era como si se hubiera desvanecido en el aire.

La policía no encontró ninguna pista. No pareciera que ella se haya ido voluntariamente, dejó todo; dinero, ropa, incluso su auto. Todo estaba en su lugar.

 

La única pista que encontró Aluna fue un diario de su madre, escondido entre sus cosas. Estaba lleno de distintos dibujos a pluma, pero algo especialmente llamó su atención una anotación con un dibujo de una puerta.

 

“Sé que mi vida como exploradora ha terminado pero aun estoy en peligro de ser capturada. No se si algun dia veas esto Aluna, pero si algun dia desaparezco sin dejar rastro es culpa de ellos. Tienes que buscar a El Olvidado, él es el único que te puede ayudar”

 

Después venían instrucciones detalladas para encontrar a ese tal “Olvidado”

 

Y fue así como Aluna emprendió su viaje sola. Lo único que llevaba era su mochila con una linterna, comida y agua. 

 

Honestamente, Aluna no quería estar sola en el bosque en busca de alguien que no sabía si todavía vivía en una cueva. Pero prefería estar en ese bosque que pasar otro día sin su madre.

 

Tras varios minutos de adentrarse en el bosque, encontró la entrada a la pequeña cueva. Era exactamente igual a la del dibujo, una pequeña puerta de madera desgastada por el tiempo.

 

“No es necesario tocar la puerta. Solo entra y llámalo” Decía el diario.

 

Aluna entró con cuidado a la cueva y cerró la puerta detrás de ella. La cueva era fría y húmeda. Apenas si podía ver algo pero podía escuchar el ligero goteo y la brisa.

 

— ¿Hola? — Llamó la niña — Soy Aluna. Vengo a buscar a El Olvidado

 

Escuchó el sonido de alguien cayendo y del agua salpicando. Tendría que adentrarse más a la cueva. Sacó de su mochila una linterna y la encendió. 

La cueva era mucho más tétrica así, con las sombras proyectándose sobre los muros, creando espantosas criaturas.

 

—¿Eres el Olvidado?— Preguntó Aluna.

 

—El Olvidado— Una voz ronca y apagada salió de lo más profundo de la cueva — Hacía años que no escuchaba ese nombre—

 

Aluna sintió como su corazón se aceleraba cada vez más. Avanzo un poco para encontrar a El Olvidado.

 

—¿Me podrías ayudar? — Aluna titubeó con la pregunta.

 

—¿Ayudarte? — El olvidado se estaba moviendo por la cueva. Aluna trató de localizarlo con la linterna, pero El Olvidado era demasiado rápido, solo lograba ver su capa ondeando —¿Porque una pequeña niña querría mi ayuda?—

 

Aluna podía sentir la ligera respiración del Olvidado en su cuello. Se dio la vuelta rápidamente pero ya no estaba.

 

—Se que eras un amigo de mi madre — Dijo Aluna mientras daba vueltas sobre sí misma tratando de localizarlo nuevamente.

 

— La recuerdo — Dijo El Olvidado — ¿Era Alamak, no? —

 

—Si —

 

— Una mujer hermosa en verdad, y la única que me trató con respeto —

 

— Desapareció — Masculló Aluna.

 

Hubo un silencio largo, donde solo escuchaba la respiración pesada de El Olvidado.

 

— Por eso necesito tu ayuda. — Suplicó Aluna — Encontré un diario de ella donde decía que si desaparece, tú eras el unico que podia ayudarla —

 

El Olvidado no dijo nada. Aluna se adentró más a la cueva para ver si finalmente lograba verlo.

 

— De acuerdo — Finalmente dijo el Olvidado — Te ayudaré a encontrarla — 

 

Aluna escuchó como El Olvidado se movía hacia la salida.

 

— Pero… quiero que me hagas un favor — El Olvidado paró.

 

Aluna finalmente pudo iluminarlo y aunque sea pudo ver su espalda. El Olvidado era alto y utilizaba una larga capa rota que arrastraba por el suelo, y una sombreo de copa negro maltratado.

 

— Quiero que me llames por mi nombre —

 

—¿Tu nombre no es El Olvidado? —

 

— Solo es una de las muchas maneras como me conocen. También me conocen como: El desterrado, Sin rostro y como una monstruosidad—

 

El Olvidado finalmente se dio vuelta, revelando su verdadera naturaleza. Era una criatura hecha de una masa negra, donde debería ir su rostro estaba una máscara con una sonrisa. Aluna pudo apreciar que debajo de la máscara tenía una boca. 




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