Antología de historias mágicas y misteriosas

Amores incompletos

— ¿De verdad tengo que ir? — Preguntó Regina.

 

La madre de Regina suspiró pesadamente.

Ambas estaban en el auto camino a “La Academia Queen”, la nueva escuela de Regina.

 

—Querida, ya hemos hablado de esto. Sé que extrañas tu antigua escuela, al menos trata de verle el lado positivo, de seguro harás muchas amigas —

 

Regina no quería nuevos amigos, no los necesitaba. Ella quería regresar a su antiguo barrio y a su antigua escuela. Tras el divorcio de sus padres, su madre creyó que les vendría bien un cambio de aires.

Probablemente era lo mejor, pero a Regina no le importaba. Todo este cambio estaba haciendo las cosas aún más difíciles de lo que ya eran.

 

Regina suspiró pesadamente y pegó su rostro contra el cristal. Ninguna habló durante varios minutos mientras la radio estaba de fondo.

 

Finalmente, llegaron a la Academia. Regina la observó desde la ventana del auto, era bastante imponente. La escuela era enorme, de un color gris.

 

— Bueno… Es momento de que entres — Dijo su madre — Suerte cariño — Dijo mientras le dio un beso en la frente.

 

Regina solo le dedicó una sonrisa. Tomó sus cosas, y bajó del auto.

 

“Parece más una prisión que una escuela” Pensó Regina antes de entrar.

 

El pasillo estaba abarrotado de chicas, todas con el mismo uniforme aburrido de la escuela. La misma falda gris, el mismo suéter feo y los mismos zapatos incómodos. Regina ya tenía su primera razón para extrañar su antiguo colegio, allí les permitían ir con la ropa que quisiese. Además de que aquí era obligatorio ir con el cabello recogido. 

 

Después de recorrer los pasillos monótonos encontró su salón. Con un poco de nervios entro.

 

En el salón era pequeño, con apenas 20 bancas. Había unas cuantas chicas hablando, y otras ya estaban sentadas en su lugar. Ni siquiera voltearon a ver a Regina, lo cual agradeció internamente.

 

Escaneó rápidamente el salón en busca de algún lugar sin dueño. El único lugar disponible era a un lado de una chica de cabello rizado, en el fondo del salón. Regina se acercó, evitando tropezar con las demás bancas y se sentó a lado de la chica.

 

La chica tenía su cabeza metida en un libro, debía ser muy interesante, porque ni siquiera se inmutó cuando llegó Regina.

 

“¿Debería decir algo?” Consideró la rubia “Sería grosero de mi parte no hacerlo”

 

— Hola — Saludó a su compañera —Soy Regina Taylor, mucho gusto — Dijo con una sonrisa en su rostro.

 

La chica levantó la mirada, revelando sus ojos color avellana. 

 

“Que lindos ojos” Pensó Regina mientras aguantaba la respiración.

 

— Soy Brianna — Dijo devolviendole la sonrisa — Brianna May. Tú eres la chica nueva, ¿No? 

 

Regina asentó torpemente aun perdida en los ojos de Brianna. ¿Por qué su corazón palpitaba tan fuerte?

 

— Si… si soy yo — Balbuceó rápidamente Regina cuando se dio cuenta que aun estaba observando a Brianna — Mi mamá creyó que era buena idea cambiarme de escuela de último momento. Y… pues… Aquí estoy — Dijo nerviosamente Regina.

 

“Dios, ya arruine mi primera impresión” Pensó Regina mientras se pegaba a sí misma mentalmente.

 

— ¿Te cambiaron de escuela, dos semanas después de empezar? — Preguntó Brianna perpleja.

 

Regina se forzó a reir un poco.

 

— Si… y no. En realidad no fui a la escuela al principio del ciclo. Me acabo de mudar aquí y pues… mi mama y yo estábamos viendo todo eso de la mudanza —

 

— ¿Entonces… no conoces la ciudad? —

 

Regina negó con la cabeza.

 

— Podría mostrarte la ciudad algún día —  — Si quieres… claro—

 

— Seria lindo — Brianna la miró extrañada — Quiero decir… estaría bien —

 

Hablaron durante un rato mientras esperaban a que llegara su profesora. No de cosas relevantes sino para conocerse un poco mejor. Música favorita, películas, un poco de su familia, lo usual. Regina descubrió que tenían bastante en común, un gran amor por la música, en especial el Rock y el sueño de convertirse en una rockstar. Además, se enteró que Brianna tenía una gran pasión por el universo y sus orígenes, cosa que le pareció adorable.

 

— Buenos días señoritas — Entró una mujer, interrumpiendo su plática.. En cuanto entró todas las chicas guardaron silencio inmediatamente.

 

La clase fue de literatura.

De por si a Regina no le importaban mucho esas cosas y la profesora no hacía nada para que pudiera interesarse. Tenía la voz más monótona y aburrida que había escuchado, además de que le tocaba a primera hora de la mañana. Regina tenía que luchar para no quedarse dormida. 

No quería darle una mala imagen a Brianna, quien ponía atención y tomaba apuntes de todo. Así que hizo todo lo que pudo para quedarse despierta, principalmente hacer dibujitos en su cuaderno.




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