I. ¿Acaso Esto Es Normal?

Las clases estaban por empezar, solamente faltaban una semana para eso. Estaba tan feliz de volver a ver amigas, de ver a los mismos profesores, al grupito de amigas de Nayeli que siempre hacían bullying a toda la escuela, no le podían decir nada, ni la directora. Porque el padre de Nayeli daba apoyo al colegio y cuando digo apoyo ya saben a lo que me refiero. Ay, directora comprada. y por eso Nayeli hacia lo que hacia porque le daba la gana. Los chicos de la escuela paraban detrás de ella, claro era popular y tenía su canal de youtube sobre moda y accesorios. Era demasiado popular la desgraciada, eramos amigas desde la infancia, pero dejamos de serlo porque sus papás triunfaron en el mundo del negocio y se hizo millonaria, y ahora solamente se junta con pura de su altura. Era insoportable tener que aguantarle cada año en mismo salón que ella.

Este año íbamos a ir a cuarto año de secundaria junto a la pesada de Nayeli. Le tenía en envidia, claro, envidia de la buena claro. Verla que siempre el uniforme le quedaba perfecto, tenía su propio estilo en el cabello y portaba buenos accserios. Sus amigas eran copias de ella. Susy y Thalia eran las hermanas del terror, las conocían así porque cada quien que se metía con una de ellas, les pasaba algo.

Como aquella chica que sin darse cuenta, derramó su bebida en la blusa de Thalia. Desde ahí su vida de la chica fue un infierno, vi como le hicieron bullying y le hacían la vida de cuadritos, hasta que la chica se canso y se cambió de escuela.

También del chico que hasta ahora no sabemos que pasó con él. Susy era la hermana menor, ella estaba saliendo con chico por una semana creo, hasta que ella se entero que el chico estaba saliendo con otra. Thalia se entero lo que le hicieron a su hermana y ella le mandó a unos tipos a pegar al chico, a los 3 días ya no asistió el chico, ya no volvimos a saber de él.

Nayeli, Thalia y Susy eran las hermanastras del terror. Así le deciamos en la escuela, tenerlas a ellas de enemigas, no gracias y menos de amigas. Solamente mantener distancia.

Eso hacíamos nosotras. Tenía mis dos mejores amigas siempre, éramos vecinas y también compañeras desde que estuvimos en el kinder. Las tres éramos el trío cerebrito, mi mamá nos puso así porque siempre nos las pasábamos en mi habitación haciendo nuestras tareas, no teníamos enamorados, porque sentíamos que eso no era necesario, ya que siempre nos teníamos la una a la otra.

A María le gustaba los números, eran muy buena en matemáticas. Ganó muchos premios y siempre fue la primera en toda nosotras por tener buenas calificaciones. Rosita era la más tierna de nosotras, le gustaba hacer detalles y postres. Nos alegraba siempre cada vez que estábamos triste y nos endulzaba la vida con sus postres, amamos a Rosita. Y yo, bueno yo solamente me pasaba leyendo, escribiendo y escuchando música. Teníamos un don distinto las tres, pero lo que sí sabíamos éramos que no nos vamos alejar por más problemas que tengamos, siempre seremos las tres.

¿En qué estaba? Ah verdad ya me acorde. Les seguía contando...

Siempre decían que nosotros éramos la familia perfecta, que todos quicieran una familia como la mía. Cuando en realidad no era así. Cada vez que mi papá venía frustrado, se la agarraba con mi mamá, siempre veía como le pegaba, como le jalaba de los pelos, le pisaba y le cacheteaba. Mi papá siempre gritaba fuerte y peor si venía borracho, hacía sus escenas y todo los platos rotos los pagaba mi mamá.

Desde que tengo uso de razón he crecido con eso, mi infancia resumida en problemas familiares pero finjiendo que todo está bien y que somos una familia perfecta.

Hubo un tiempo donde mi mamá tenía malestares, estaba embarazada. Iba a tener un hermanito, ya tenía como un mes de embarazada.

Fue un viernes por la noche, donde mi papá llegó molesto porque no le fue bien en el trabajo, se sento en mueble, prendió el televisor y le ordenó a mi mamá que le diera de comer porque se moría de hambre.

A mi mamá no les gustaba que le ayude, ya que no era asunto mío decía ella. Que solamente me ponga a estudiar y estar haciendo mis cosas en mi cuarto.

Aveces mi mamá no podía hacer nada por el embarazo y ahí si me metía a ayudar. No me decía nada porque lo necesitaba.

Mi mamá le servio su comida a mi mamá y le dio. Mi papá al meter una cucharada de comida a su boca, lo escupió.

―¿acaso tu eres estupida o que? Más vieja te haces y ya no sabes hacer las cosas bien, mirate como estas ahora, con ese chamaco en la panza que te tiene inútil―lo decía furioso mi papá

―no amor disculpame, me olvide calentar la cena. Estaba lavando los platos y me olvide―lo decía tan calmada mi mamá

―y eso a mi que mierda me importa, tu obligación es atenderme y hacer las cosas bien, por algo eres mi mujer―seguía mi papá diciendo las cosas molesto

De un momento a otro, le tomo de los pelos y le empezó a jalar, le decía que por culpa de ese bebé estaba una inútil. Así que le empezó a dar puñetes en la barriga, fueron como cinco puñetes que le dio y otro en la cara, vi como lloraba mi mamá escuchandole que parara, que le duele y aun asi no le soltó mi papá hasta que mi cayó al suelo desmayada, mi papá se asuto y salió de la casa, cerrando la puerta fuerte. Salí de mi habitación y me fui directa hasta donde estaba mi mamá votada en el suelo, vi sangre que le salía de la nariz  y tuve que llamar a la ambulancia.

Luego de averme comunicado con la ambulancia me dijo que le diera mi dirección y que no demoraban y así fue, en 15 minutos ya estaban llegando, escuche la sirena de la ambulancia acercarse. Llegaron y vieron a mi madre en suelo, me hicieron tantas preguntas pero no pude responder ya que estaba llorando, me preguntaron si había otro adulto más en la casa y solamente con la cabeza le dije que no, no tenía ganas de hablar mas que llorar.

Así que me dijieron que me suba a la ambulancia y me fuera con ellos acompañando a mi mamá. Fueron muy rápido hasta el hospital, la sirena sonaba fuerte y vi como los autos se hacían a un lado para que la ambulancia llegara de lo más rápido al hospital.