Capítulo 22: Rayito de felicidad.

Arlett 

Luego de haber caminado por las calles de Francia sin saber donde estaba. Visualice un parque muy colorido para mi gusto, camine hacia el y me senté en un banco a lamentarme por haberme enamorado de Grabiel.

Ese hijo de su madre.

Me las pagara si lo vuelvo a ver, le dare tan duro que tendrán que hacerle una cirugía reconstructiva en todo el cuerpo.

En cuanto término de maldecir al déspota de mi ex novio, tomo mi teléfono encontrándome con miles de llamadas y mensaje de texto de Grabiel, en los mensajes me piden que regrese para que hablemos.

Eso nunca, prefiero quedarme aquí sentada y morirme del hambre.

Revisó mi teléfono, buscando a quien llamar para que me saque de este lugar.

Joder ya que quién me puede ayudar.

Recuerdo que las gemelas me dijeron que si Grabiel me lastimaba que las llamara. Y así lo haré.

Llamo a las gemelas y al tercer tono ellas contestan

-Joder cuñadita, que rápido nos extrañaste.

-Hace pocos días ustedes dijeron que si el idiota de su hermano me lástima, que las llamará es por esto que en este momento lo estoy haciendo -mis lágrimas no tardan en hacerse presentes.

-Joder matare a Grabiel, por hacerte llorar Arlett. Cuneta con nosotras para lo que quieras.

Río por sus palabras

-Quiero alejarme un tiempo chicas, pero ese tiempo lo quiero pasar con ustedes chicas. Pero necesitó que prometán que Grabiel no se enterara de donde me encuentro.

Ambas asienten ante mis palabras.

-¿Donde quieres pasar este preciado tiempo? -inquiere Johanna

Lo pienso por un momento y no dudo en contestar.

-Quiero pasarlo con la abuela Cristina. Si esta en su disposición.