Terror cómo en el cine

Hay gente que nada lo espanta, para ellos todo tiene una lógica, pero cuando van al cine brincan de miedo por los grandes efectos, están al filo de la butaca, con los nervios de punta y las manos sudorosas, estos trucos que estremecen al público le corresponde enseñar a nuestros amigos al siguiente personaje.

Los alumnos después de tener un día de grandes batallas, estaban exahustos, su mente poco a poco se iba transformando, la cabeza la sentían rara, como adormilada, lo que realmente tenía era que su cerebro estaba inchado, como si rechazará las nuevas ideas, como si fueran alérgicos a la nueva forma de pensar, el cerebro no quería esos cambios y se le estaba obligando.

En el salón en lo que llegaba el nuevo maestro, ellos dormían plácidamente, pero unos ruidos estremecedores golpeaban la puerta, abrían y no era nadie, la sillas vacías comenzaban a azotarse y una silueta se comenzó a formar en el pizarrón, era la silueta de un hombre, gordo, sin duda usaba traje y un sombrero de bombín, después de reflexionar por unos instantes se dieron cuenta que era la presentación con sus alumnos del famoso y admirado Alfred Hitchcock.

Todos los alumnos esperaban a qué apareciera para saludarlo personalmente de repente tocaron a la puerta del salón, abrieron y era el mismísimo Alfred Hitchcock, comenzaron a rodearlo, lo saludaron de mano, lo felicitaron por su gran trayectoria y por el legado que dejó.

--- hola, soy su profesor Alfred Hitchcock, conmigo aprenderán algunos efectos de0 películas de terror, como crear nerviosismo y más.

--- tome cada quien su lugar y demos inicio, para empezar deben saber las diferentes estrategias usadas para crear terror, dijo Hitchcock:

1. Empezar con pequeños ruidos, pequeñas desapariciones de objetos, pequeños movimientos de objetos, alguna que otra aparición rápida que haga dudar al expectador, que crea que vio mal o que busque algo lógico.
2. Dependiendo de la edad de la víctima, utilizaremos la herramienta adecuada para espantar, el miedo siempre debe de ir de menos a más.
3. Hay qué saber perfectamente a qué le tiene miedo el expectador, ésto puede ser a niñas con batita blanca, niños que aparecen dónde no hay niños, niñas flotando, sobras que pasan, monjas, señoritas con bata blanca de hospital y cabellera larga, siluetas de hombres a lo lejos, jaladas de pies cuando duermen, que sientan la presencia de un espíritu, que sientan que alguien se sento a su lado, muñecos que mueven sus ojos o que se mueven, retratos de payasos que los ven, payasos en vivo, trastes que se mueven, ruido que lavan trastes en la noche, olor fétido, movimiento de cortinas y no hay corriente de aire, pesadillas, toquidos de puertas, apariciones en fotografías, escuchar voces y luego no oír nada, escuchar pasos, canicas, cadenas, caballos, carretas, entre otras. Todo esto va creando miedo, entre más repeticiones es peor, produce terror, más fuerte produce hasta desmayos, dónde ya no es divertido, ay se acaba todo tu trabajo por no haber expectador, por eso hay que medirse.

--- Aquí en el colegio está el almacén de utileria, ahí encontrarán todo tipo de herramientas para que logren espantar, por el momento será importante que sepan cómo dar una ojeada al mundo de los vivos (MV) y puedan identificar dónde está el objetivo o la o las personas que quieren espantar, la víctima, esto lo lograrán con su profesor el fantasma de Carterville.

--- Conmigo aprenderán a mover los objetos como lo hacian los manipuladores de muñecos de los teatros giñol, ¿alguien a escuchado de ellos?

--- si, es una pequeña carpa donde solo se ven los muñecos en una especie de teatro pequeño, pero atrás de una cortina negra alguien los mueve, o con hilos mueven marionetas, dijo Claudia.

--- ¡exactamente! Así manipularemos los objetos en el MV, sus manos no se verán y será lo único qué estará del lado de los vivos manipulando el objeto.

--- bueno, vamos al giñol fantasmal, dijo Hitchcock.

Todos se dirijieron al laboratorio, en camino a él se encontraban con más alumnos de la escuela, entrando o saliendo de clases, cuando pasaron por los pasillos enormes, todos ponían cara de felicidad y admiración al ver a Alfred Hitchcock, los alumnos caminaban orgullosos de su profesor.