Aquel amor que casi me llegó a matar (en edición )

Para Katherine

Para Katherine 

Siempre le grite a los cuatros vientos que me ama, siempre me reía diciendo que mi amor por mí era el más grande y nadie me podría derrumbar.

Pero hasta que la vida me puso a prueba me di cuenta que eran solo palabras sin sentido, solo era una falsa declaración de lo que yo consideraba amor propio, solo eran palabras para ocultar mi verdadero ser, para ocultar mi fragilidad y la necesidad de amor que trataba de llenar con cualquier cosa, con lo que sea que por momentos me hiciera feliz.

Regrese a tantos lugares donde no me querían, regresa a tantas personas por que me sentía sola, porque estaba dispuesta a aceptar migajas de amor, en estos momentos no entiendo como permití tanta maldad, como permití a alguien que desacreditara mi dolor, como permití entregarme a alguien que solo me miraba como un juguete, como una distracción.

Creo que jamás lo entenderé por completo y tendré que aceptar, tendré que vivir con las consecuencias de mis decisiones porque de eso se trata crecer.

Dicen por ahí que la persona que da las cosas con amor no pierde realmente, sin embargo yo si perdí; perdí mi sonrisa, perdí mi fuerza, perdí mi valentía y mi voluntad para seguir adelante.

Y por eso te pido perdón, te pido perdón por cada lágrima derramada, te pido perdón por cada noche sin poder dormir, te pido perdón por cada pensamiento que invadía nuestra mente, por haberte quebrado las alas y no dejarte volar, no dejarte escapar para ser libre.  

Te pido perdón por pensar que no eras lo suficiente, te pido perdón por todo ya que al final de todo fuiste más, fuiste más que suficiente.

Fuiste una guerrera incansable que sin importar cada tropiezo te levantaste una y otra vez, fuiste el ser más valiente al permitir amar de nuevo, fuiste la flor más bella en un jardín lleno de maldad pero eso no te impidió crecer más fuerte, más sabia, más amada.

Fuiste esa ave que confió en sus alas y voló, voló lejos de todo esto porque no querías morir de dolor, querías renacer, fuiste como una bella sirena que nado contra la tempestad, contra la tormenta con la esperanza de ver una vez más el sol. 

Fuiste aquella princesa que no espero que la salvaran, corriste dentro de un castillo que se derrumbaba para salvarte a ti misma; y esa fue la más grande declaración de amor, un amor que era exclusivamente para ti.

La palabras no podrían expresar las veces que fuiste más, que fuiste más fuerte que tu depresión, más fuerte que tu ansiedad, más fuerte que tus miedos, por eso mi querida Kat no fuiste suficiente…fuiste mucho más.

Estoy sumamente orgullosa de ver en qué clase de mujer te has convertido, una mujer reconstruida, una mujer valiente, una mujer que a ha dejado sus miedo atrás, una mujer que se ha perdonado y que ha perdonado.

Levante la cabeza mi amor, que te merecer el cielo y la única que se lo puede obsequiar eres tú misma, levanta la cabeza porque mereces ser amada, permítete querer que la vida es demasiada dura para pasarla sin amigos y sin la familia.

Y recuerda que podemos amar mucho a alguien pero debemos querernos a nosotros mucho más; disfruta de tu nueva vida en Madrid, te lo mereces, te mereces este nuevo comienzo en tu vida mi querida Kat.

Que las estrellas sean tu guía en las noches oscuras, que tu corazón sea tu mayor arma en la soledad, que tu sonrisa ilumine tu vida y la de otros.

Hoy te que quiero el doble por todas las veces que no te quería ni la mitad.

Atte. Katherine tu más grande fan.




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