Aquellas noches de Julio

Capítulo XVII

HENNING

Un beso.
Me dio un beso, le di dos más.
Pero solo uno bastó para saber que haberme quedado había valido la pena.
Por ella todo lo vale.

Seguía sin poder creerlo, sus labios, se unieron con los míos.
!NOS BESAMOS!

¿Qué me pasa? Es como el milésimo beso que he dado en mi vida, ¿Por qué me pongo así sólo con este? Necesito bajarle un poquito.

//Tal vez porque los otros eran tan sólo carnales, y esta fue la primera vez que sentiste algo en el estómago, cosquilleo en la espalda y las manos. ¿Cómo es que se le dice?...Ah sí, CONEXIÓN.//

•••

Sábado 28, 18:55

—¿Cuál película quieres ver tú? —Me preguntó Ophelia.

— Cualquiera está bien, de verdad, cualquiera que no sea como la que vimos el jueves.

Empezó a reírse a carcajadas, y yo le dediqué un pequeña mirada de indignación.

—Perdón...JAJAJAJJSJSAJA—Trataba de decir algo pero la risa no la dejaba.

No pude contenerme y sonreí,
es que joder se ve tan linda cuando ríe.

—Esque...—Intentó decir otra vez— Lo sientoo JJAJAJAJAJAJ aún no supero tu cara de tortura cada que se ponían a cantar. Definitivamente los musicales no fueron hechos para ti.

Sonó en la cocina el timbre del microondas y le di a mein Stern un beso en la mejilla para luego dirigirme a traer las palomitas,papas, gomitas y la comida principal: nuestros tacos de spaghetti mejorados.

Habíamos pasado todas las tardes juntos desde aquella noche del picnic en la playa y el beso el día después.
A veces planeábamos salidas memorables, y otras veces sólo nos poníamos a intercambiar libros y leer acostados en el sofá de su depa o de mi casa.
Y en ambas me sentía increíble y en paz.

//La llevaste a casa, después de jurar que nunca llevarías a alguien que no fuera Vincent. Si que perdiste la cabeza.//

—¿Ya elegiste la película?—Le pregunté mientras volvía a su sala intentando cargar toda la comida en los brazos.

—Sí, sé que no te gustará pero a este punto sé que  cualquier película te parecerá la mejor, en comparación a un musical.—Dijo mientras me ayudaba a acomodar los platos en la mesita.

—Tienes toda la razón. ¿Cuál es?

Me regaló una sonrisita burlona antes de decirlo:
—Tinker Bell. —Casi susurró.

—¿Qué? Dilo más fuerte, no escuché.—Le dije divertido por su vergüenza.

—Tinker Bell. —Repitió ahora con orgullo.

Y yo reprimí por completo una sonrisa, porque esa era mi película favorita a los 6 años.

//Y admite que hasta la fecha.//

Ajá...bueno, Ophelia no tenía por que saber eso, nunca le había ocultado o mentido nada pero esta ocasión era justificable.

—Tinker Bell...Bien,veamos qué tal.—Dije cínicamente porque me sabía cada uno de los diálogos.

//Igual que Barbie escuela de princesas, y apuesto a que Ophelia jamás se enterara, porque te avergüenzas de ello.//

Nos acomodamos en su sofá con la comida e iniciamos la película.

•••

—Vamos ya por el cielo a volar...—Se me escapó susurrar la canción de la escena final de la peli.

Me arrepentí al instante pero ella volteó muy rápido y me dedico una mirada incriminatoria.

//Oh oh... She knows.//

Demasiado tarde, ya me descubrió.
Si ya lo sabe ¿Que más da ocultarlo?

—¡¡¡UNIDOS POR SIEMPRE ESTARÁN!!!—Me paré y comencé a cantar alegre.

—¡ES COMO EL PANAL Y LA MIEL!—Ophelia también cantó.

Le dediqué una mirada parecida a la que ella me había hecho antes.

//Al parecer mein Stern también se sabía la película y hasta el soundtrack.//

—Las estrellas saldrán y al brillar te dirán...—Cantamos con nuestras miradas unidas.

—¡SIEMPRE A TI MISMO SE FIEEEL!—Terminamos de cantar llenos de emoción.

Y tomé su cara entre mis manos, para dejar un suave pequeño beso en su boca, y luego uno en su frente. La abracé, y sentí una sonrisa formarse en su cara recargada en mi pecho.

Y ese fue como diría ella: un momento wow.
En realidad junto a ella cualquier cosa por más insignificante se volvía algo wow.

//Tienes apenas 18 días con ella, por el amor de Dios cálmate.//

No es tiempo, es conexión.

•••

—Te tengo una sorpresa.—Le dije mientras me despedía.—Sabrás de que se trata este Lunes.

—Dios, yo también te tengo una sorpresa, te la enseñaré el Lunes igual.—Exclamó Ophelia.

—Bien, te llamo mañana; descansa.—Nos dimos un beso y abrazo en la puerta.

Y me alejé de su departamento, para luego dirigirme a mi casa.

•••

Aún estaba por abrir la puerta cuando mi celular comenzó a sonar.

—Pronto? —Contesté la llamada.

—¡Henning! —Exclamó mi padre.

—Ehi, papà, aspetta un attimo, entro in casa e me lo dici. —Propuse mientras metía las llaves a la cerradura de la puerta.

—Henning...—Dijó con voz entrecortada.
Papá nunca había hablado así, siempre había alegría en su voz.

—Papà... C'è qualcosa che non va? Dillo per favore. —Le pedí que me contara lo que pasaba, con mucha preocupación.

Sólo escuché su respiración profunda, y un...¿Sollozo?
Me comenzaba a doler mucho el estómago, y a sentir presión en el pecho.

//Inhala 1,2,3,4,5... Exhala 6,7,8,9,10...
Son tan sólo pensamientos vagos, yo los controlo, soy dueño de mi mente...//

—Ray è morto pochi minuti fa. —Soltó y finalizó con un llanto.

Dijo algo más pero no fui capaz de escucharlo.
Ray... ya no estaba... él... había...muerto.
Yo. . .

//Nunca le dije Adiós.

¿Cuando fue la ultima vez que lo abracé?
¿Cual fue la última palabra que le dije?
Él ya no está, y ya no estará más.//

No supe en qué momento, pero mi cara estaba empapada, y mis manos estaban inquietas aventando cosas a la maleta que estaba frente a mi.




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