Cuando le imploré al universo un giro de 180° en mi vida, nunca esperaba algo como esto, ninguna persona en su sano juicio está preparado para lo que viviría.
Supongo que el problema llegó mucho antes de que pudiera verlo, cuando nuestros caminos se cruzaron y con ellos nuestros secretos.
Y aquello que ocultamos resultó ser una pieza importante en el juego para destruirnos.