Batallas en Marganit

Desde una inmensa colina el albara observa junto con la esfera levitante a la fortaleza de Arm, hogar del antiguo, esta rodeada por decenas de miles de enloquecidos terras, un ataque directo a estas hordas seria una derrota absoluta; pero hay una posibilidad, un sendero pedregoso baja por el noreste justo por detrás de las filas enemigas, si los enemigos transitan ese camino su superioridad numérica seria anulada y fácilmente al pie de la colina podrían ser eliminados, pero se necesitaría un grupo encargado de llamar la atención de los terras y llevarlos por el irregular terreno hasta las tropas formadas al final, Arcal líder de los morus ofrece sus servicios para la peligrosa tarea, su cabello es largo y rubio, su seño es abundante dándole una apariencia salvaje, pertenece a una de las familias que desde los tiempos del fallecido Morus han muerto en batallas gloriosas, los Cal son respetados en Brazia por su gallardía en las situaciones difíciles y siempre mueren de las formas mas honrosas posibles, le acompaña cincuenta integrantes fanáticos, vestidos con una bella armadura carmesí y armados con dos gruesas dagas, como es la tradición solo pelean cuerpo a cuerpo. Su misión es llegar a la retaguardia del enemigo protegiendo a Nevagund para que esta coloque su objetos explosivos y llamen la atención de los terras. Cumple a cavalidad el plan dejando a la Gund cerca de las bestias, enciende su obra pirotécnica haciendo un escándalo ensordecedor, los terras se dan cuenta del pequeño grupo, tan grande es el ejercito de terras que la tierra tiembla con su marchar, Arcal esta a la cabeza del grupo de morus, en sus ojos solo hay deseo de combatir, en la entrada del sendero se hace un cuello de botella, saltan cortando a diestra y siniestra a los pocos terras que logran atravesarlo, así duran quince minutos, sin ninguna baja pero los gigantes empiezan a quitar las grandes rocas, la brecha es expandida y el ejercito terras fluye en mayor grado, la batalla se intensifica, a pesar de la agilidad impresionante de los pequeños muchos empiezan a caer en las fauces de los enemigos, Nevagund usa explosivos matando a decenas con sus cargas pero es consciente que no pueden aguantar mas, se acerca al eufórico Arcal y le recuerda su misión, este ordena a una veintena de sobrevivientes que protejan a la Gund hasta las faldas de la colina mientras el con un par de amigos distraen a las bestias, asi la llevan detrás de las filas, Los morus gritan con alegría al ver a sus lideres pelear con una valentía admirable, poco a poco retrocedían guiando las huestes por el camino rocoso directo a la trampa, hasta el final Arcal peleo, aun siendo devorado corto e hirió a sus atacantes hasta que segaron su vida, "gloriosa muerte" gritaron sus hermanos preparados delante de las filas de gunaris para dar también sus vidas dignamente. El albara contempla tal desperdicio de vidas, pero no puede hacer nada, es la voluntad de este grupo de morus morir hoy en esta batalla y su deseo es respetado, no se moveria ni un dedo hasta que el ultimo de ellos muriera, los morus pelean freneticamente deseosos de superar en valor a sus lideres muertos, a pesar de sus heridas seguian peleando, durante media hora apilan monticulos de terras a su alrededor hasta que el unico en pie solto su ultimo aliento. 
 

Los gunaris son enviados, estos causan estragos en los ya debilitados terras que no pueden adaptarse a la rapidez de los nuevos contrincantes, las armaduras en los gunaris les da una mayor resistencia y con las ozzus son prácticamente invencibles, al pasar cinco horas el ultimo grupo de terras es aniquilado, el sacrificio de los morus les dieron una arrolladora victoria, siete mil habían derrotado a mas de cincuenta mil terras, Dragund escribe en elegado de Arcal "Hasta el mismo Morus hubiese gritaría alabanzas a tu valerosa muerte, Arcal". 
 

Ahora el agotador y honroso trabajo de recoger a los muertos, un trabajo dificil sobre todo con los morus que estan disperdigados y cubiertos por montones de cadaveres terras, el campamento se empieza a armar a las entradas de la fortaleza que abre su enrrejado y puertas a sus pequeños invitados. Al final del dia Turses bendice la gran hoguera formada por todos los fallecidos, esta arderá toda la noche hasta que se vuelvan cenizas. El albara triunfante entra a la fortaleza acompañado del legario y el guia. Dragund con orgullo se dirige a la esfera levitante que esta frente a ellos:
 

-Los yuves han cumplido y ante el tecnomago se encuentra nuestro magnanimo albara-
 

El albara saluda al antiguo: 
 

-Hola Lianc, como prometi he limpiado tu isla de la suciedad terras-
 

Por un momento Lianc queda mudo pero luego dice: 
 

-Muchas gracias albara, agradezco su valiosa ayuda, sin embargo este grupo de terras solo era la punta del iceberg-
 

El rey no entiende la expresión del antiguo y pregunta: 
 

-¿que es iceberg?-
 

El antiguo aclara: 
 

-olvide el comentario... aun no se obtiene la victoria, hay mas o menos setenta mil de ellos por toda la isla, ademas de las creaciones del fanfarron juliano que les sirven de apoyo-
 

El rey contrariado ante la revelación pregunta: 
 

-Son demasiados, necesitaremos mas tropas para poder enfrentarlos. Por lo visto sabe de los julianos, ¿donde se encuentran ellos?-
 

El antiguo le responde: 
 

-Son solo dos julianos que se encuentran acampando en mi isla-
 

Sorprendido el albara replica: 
 

-Solo nos enfrentamos a dos julianos, ¡por los primeros!, entonces nos acabaran si vienen el resto-
 

El antiguo le explica: 
 

-no son cualquier juliano, son los primogénitos de Janis, la gran maga, una de los tres inmortales. Los dos se llaman Sarmatus y Janus de Janis. No se preocupen por los demas julianos ellos estan ocupados en sus conflictos con los hibridos, estos son solo un par de traidores que se exiliaron y ahora quieren formar su propio reino al coste del nuestro-