Arcaras, el destructor

El rescate de Arses

En la gran plaza frente al templo, esta de rodillas Orses, en el interrogatorio se encuentran la alyaris junto con Amanses y demás integrantes del consejo, si con los conocidos Urair es de fuerte carácter ante un traidor es inmisericorde, el brujo suplica por su vida mientras la alyaris desata su ira golpeándolo repetidamente, el rostro moreno de la reina denota una rabia fulgurante si no fuera por la intervención de Amanses quizás el prisionero estaría mordiendo el polvo. Las mismas preguntas se la realizan continuamente ¿donde estan los julianos?,¿cual es su plan?, al principio se negó a responder pero la furia de la reina le hizo cambiar de opinión, revelo que el juliano busca varios objetos especiales uno de ellos lo tiene el antiguo Lianc, no sabe con exactitud que es pero es muy importante en sus planes, otro objetivo es crear un gran ejercito para invadir su tierra natal. El juliano lleva cuatro años exiliado en estas tierras realizando sus experimentos, logrando mejores criaturas a partir de los terras. Amanses con tono fuerte pregunta:

-¿Como te contacto el juliano? y ¿por que mataste a tu familia era parte del plan?-

Orses le responde:

-Los Ses son las únicas amenazas verdaderas para su dominación si no hubiera matado a los míos en Cuar no se podría haber logrado el racto de la población-

La frialdad en sus palabras asqueo a la reina que le va propinar un golpe, siendo detenida por Amanses diciéndole:

-Calmese alyaris, es un perdido no se puede esperar mucho de el-

Volviendo al prisionero Amanses vuelve a preguntar:

-¿Como te contactó el juliano?-

Una expresión de susto sale del golpeado rostro del brujo y con un tono suave dice:

-No puedo decirlo sino moriré-

Amanses deja que la reina golpee al prisionero pero a pesar de ello su negativa es firme, realizan otras preguntas relacionada sobre el asesinato de sus hermanos, después de un par de horas deciden dejarlo bajo vigilancia de dos argunaris en una habitación especial en el templo.

Al día siguiente, el inquieto Amanses se estremece por una sensación rara en su pecho, no lo entendía, resto importancia al suceso y calmadamente fue al hogar de los Air, la reina lo había citado para que le acompañase en la continuación del interrogatorio del prisionero, junto con los demás miembros del consejo se van al lugar donde esta Orses, el descubrimiento de los cuerpos de los argunaris en el suelo da mala señal, al entrar el prisionero esta muerto con un horrenda expresión de horror mientras se sostiene el cuello, la reina escandalizada ordena la busqueda de los asesinos, un acto de tal índole solo es posible por intrusos, Amanses estudia la escena, a los argunaris les cortaron los cuellos desde atrás, ellos nunca dan la espalda a un enemigo, esta revelación preocupo a la reina, indica que ha sido un Yuve conocido por las victimas, mando de inmediato a una revisión extraordinaria de la población, la crueldad en los cadáveres denota síntomas de los perdidos así que con una inspección podrían detectar fácilmente al asesino. Los perdidos o malditos tienden a manifestar una actitud errática y pensamientos morbosos o sádicos que no pueden reprimir por lo que es fácil detectarlos con un simple interrogatorio. Después de un día de revisión el resultado es negativo y hasta ahora el censo demuestra que nadie ha escapado. La explicación del intruso toma mas fuerza y se ordena a las torres a ser vigiladas por yuves considerando que la incursión del invasor pudo facilitarse por la deficiencia de los argunaris.

 

Sumido en su consulta con los espíritus, Amanses espera que estos le ayuden a esclarecer lo sucedido y también para calmar esa sensación extraña que desde la mañana se aprisiona en su pecho, no siempre los antepasados contestan a las preguntas y este es uno de esos casos, quizás por la angustia no puede enfocarse o algún evento cósmico impide la respuesta, es solo una explicación vaga porque realmente los espíritus hablan cuando quieren hacerlo. A su espalda siente la presencia de alguien, al voltear ve a un Yuve de cabello largo y descuidado, su piel es blanca solo que la suciedad la ennegrece y sus ojos son negro intenso, la brillante armadura que porta tiene el sello de los Gund, después de unos segundos viéndolo fijamente reconoce a Romargund, este le hace una reverencia pidiéndole disculpa por la interrupción y dice:

-Disculpe Ses, necesito solicitar ayuda y con su apoyo seria mas fácil realizarlo-

-¿Dime en que puedo apoyarte?- Le pregunta Amanses

 

La expresión del Gund cambio y con cierta sensación de culpabilidad broto la respuesta:

 

-Nuestro guía Arses ha caído en territorio de los perdidos, necesito ayuda para rescatarlo-

 

La impresión heló de inmediato al brujo y la razón de la sensación en su pecho es esclarecida instantáneamente, pregunta:

 

-¿Que ocurrio? mientras se levanta para guiarlo fuera del templo.



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En el texto hay: magia y aventura, magia, epico

Editado: 07.08.2019

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