Tras un sueño vacilante el pequeño Tarlok intenta dormir, en sus pensamientos aparece su hermano mayor amputado por bestias, la culpa le hace moverse en desconsuelo, sin notarlo la iluminación descubre la llegada del amanecer, aun cuando es un dia especial la preocupación por su hermano es un gran pesar, por la ventana entran piedrecillas que rebotan en su cabeza, se acerca a la ventana viendo abajo una niña delgada con bello rostro y cabello blanquecino que le sonríe, es su enamorada Lenore Haste quien le saluda efusivamente, por un instante se alivia su dolor, pero luego le asaltan esas escenas terribles que le atormentan, se retira de la ventana y en un rinco alza el puño y se jura que jamas huiría nuevamente, no importando el peligro, baja a reunirse con ella quien le abraza con fuerza, la pequeña siente el pesar de su amado y con mas ternura lo cobija entre sus brazos, susurrándole frases dulces. El infante se endereza al mirar a sus tios Morlok y Kalok, los saluda con mucho respeto, estos les instan a prepararse, sube e introduce en unas pieles alimentos, vestimenta y el objeto que su padre le entregó la noche anterior, una de las seis diademas pertenecientes a su familia, esta es de bronce. Al salir se unen sus primos Cazlok, Zaslok y la hermana de su novia, Angie, todos tocan el hombro del joven intentando animarlo, esto en el fondo le desagrada, sabe que fue un cobarde en no ayudar a su hermano y nadie podrá convencerle de lo contrario. Recorren el camino de Loana apaciblemente, solo al llegar al templo se separa el inquieto niño del grupo para ver el estado de su hermano, siendo detenido por Turses que le indica que aun requiere descanso, por lo que no puede recibir visitas, Kalok toma de la mano al infante reincorporandolo al grupo, su novia esta visiblemente triste, en todo el trayecto no le ha prestado atención, nisiquiera le ha tomado de la mano, dándose cuenta de ello coloca su brazo en ella y le da un beso. Morlok va adelante, es asignado por su hermano para ser el guia en la iniciación en las artes de la familia, muchos dicen que es similar en poder a su hermano, incluso algunos dicen que es el mejor, su apariencia es recia y es notable su corpulencia aun cubierto por un traje castaño con hombreras metálicas oscuras, su diadema es plateada con una gema de color celeste, Kalok es el legario que registraría para la posteridad los sucesos y como todos los de su casta lleva una vestimenta azul, no tiene diadema. Llegan a los establos de lo Air donde les espera Canair con cinco tapires que les servirán de transporte. En una horas recorren lentamente las montañas de Tribon, tardaran dos días y medio en transitarlas, se entretienen escuchando historias del legario, en especial discuten del lugar a donde van, el bosque sombrio, tambien llamado Shaus, quizás el lugar mas aterrorizante, donde según cuentan estuvo el brujo Ankun en su exilio, creando con su pensamientos aquellas horrorosas criaturas, al menos eso dicen algunos, otros dicen que estaban mucho antes de la existencia de los yuves y fue el resultado de la gran guerra de los antiguos, a ciencia cierta no se sabe cual es la verdadera historia.
Han llegado a las cercanías del bosque sombrío, Morlok coloca un circulo de hogueras donde todos debían estar al llegar la noche mientras los jóvenes practican lucha, buscan frutos o contemplan el desolador pantano. Al llegar el atardecer, los jóvenes diligentemente se colocan en el area circular, mientras se va oscureciendo la sombra palpitante del bosque se extiende llegando a cubrir parte del pantano y los alrededores, las niñas se abrazan asustadas al ver esas sombras siendo repelidas por el fuego, para los gemelos es emocionante, Canair cubre los ojos de los animales para que no se atemoricen, Morlok dirige su mirada a Tarlok y le dice:
-Es el momento, siguenos-
Asustado tarda un poco en seguirles, Kalok le da una antorcha y le recalca que si quiere vivir no debe soltarla, juntos recorren un tramo hasta estar a unos pasos del bosque, alli moviendo unas rocas sientan a su lado al infante y comienzan a conversar con el:
-Morlok-¿estas listo?
-Tarlok- ¿Puedo preguntas algo?
-Kalok- ¿Que?
-Tarlok- ¿Que son los querubines?
-Kalok- Para algunos son espiritus, pero realmente no sabemos, nuestro abuelo Nalok los llamo querubines.
-Tarlok- ¿Por que las diademas los necesitan?
-Kalok-No lo sabemos
-Tarlok- ¿Quien la hizo?
-Kalok- No se sabe, y no sigas preguntando mas tonterías, no sabemos nada de ellas, nuestro abuelo Nalok nos enseño como usarlas pero nunca dijo como las hizo solo como funcionan.
Para el niño es desconcertante que se use un arma sin saber quien la hizo, decide proseguir con la iniciación...
-Tarlok- ¿que tengo que hacer?
Morlok señala las luces en el bosque y le dice:
-intenta hablarles con la mente-
Desconcertado sigue sus instrucciones, se concentra en saludarles, sin resultado aparente, la frustracion le recuerda a su hermano y aquellas imágenes donde lo ve herido, Se sorprende al ver que las luces se alejan al interior de las sombras y solo una de un rojo intenso queda parpadeando en medio de la oscuridad, pero luego desaparece con las otras.
Editado: 07.08.2019