- ¿De verdad tu lechuza hace eso? - pregunté riendo.
- Si, siempre que entrega una carta o algo choca o se cae. Diría mi hermano Ron: es una amenaza de animal.
- Owww, se me hace tierna tu lechuza. La mia solo duerme y cuando le entrego alguna carta o así, se ha caído varias veces, es muy perezosa. De hecho ya varias veces ha perdido cartas o paquetes que le he dado. Se le caen mientras vuela. Pero es muy linda. Oye y ¿qué tal la venta de dulces Weasley?
- Todo va bien, de hecho George y yo queremos abrir nuestra tienda en el callejón Diagon. De hecho hemos estado ahorrando pero no hemos reunido lo suficiente.
- Esperamos reunirlo cuando el año termine. - me asustó George, ya que apareció de la nada. - Lamento asustarte. - se burló. - Tengo que llevarme a mi hermano, es hora de mandar la carta a nuestros padres para que vayan previendo que la hija de Voldemort va a ir a nuestra casa. - bromeó.
- No los asustes George. - respondí sarcástica.
- Bueno ahorita nos vemos, vamos Fred. - jaló a su hermano.
Regresé a buscar a Draco, pronto sería nuestra siguiente actividad y necesitaba ver su idea. Lo encontré hablando con Pansy muy animado. No quise interrumpir y mejor me fui a otra parte.
- ¿Ahora quién te hizo enojar? - preguntó Tracey cuando me acercaba a hablar con ella.
- ¿A mi?
- Vienes con una cara... ¿Que te pasó? - tengo que admitir que si me moleste de verlos juntos. "Nada se te escapa Tracey"
- Nada es que... venia y tropecé con una piedra. - me excuse.
- Te hizo enojar mucho esa piedra. - se burló.
- Estupida piedra. ¿Como vas con lo de la siguiente actividad?
- Bien. Que me sorprende algo, Umbridge no ha dicho nada sobre sus TIMO y me preocupa reprobarlo.
- Es tan ridículo, con ella no aprendemos a defendernos ni como usar hechizos de defensa. De verdad espero que no nos caiga de sorpresa una guerra o algo así.
- Hablando de eso, estuviste genial en la actividad de duelo.
- Gracias, ¿a ti como te fue?
- No llegué ni a la mitad, Cho Chang me atacó antes de que pudiera apuntar con mi varita. ¿Como fue eso de que convirtieron a Malfoy en pato?
- Trató de atacar a Fred por defenderme y George defendió a su gemelo.
- Se toma muy enserio su papel de mejor amigo protector.
- Lo sé. O mira ahí viene. Necesito hablar con él. Ahorita vuelvo. - camine hacia Draco. - Hola. - le sonreí.
- ¿Qué quieres Riddle? - me preguntó molesto.
- ¿Que te pasa?
- Nada, no tengo tiempo, ¿que quieres?
- Eres tan raro. Lo que quiero es que hablemos de la siguiente actividad, necesitamos entregar un proyecto de pociones ¿o ya se te olvidó?
- Hace rato te estaba buscando para eso, pero estabas tan ocupada hablando con Weasley que no quise interrumpirte.
- ¿Sigues enojado por lo que pasó en el duelo? Ya te explique las cosas. Además tu también estabas hablando con Pansy muy animado y no te estoy reclamando.
- Ahora lo estás haciendo.
- Pues si, porque lo estás haciendo tu.
- ¿Sabes que? Yo me encargo de hacer el proyecto, no me estorbes. - se empezó a alejar.
- ¡Oye! - jale su mano para detenerlo. - Así no son las cosas, si vas a terminar haciendo un drama y a final de cuentas haremos el trabajo solos, ¿para qué diablos me pediste que fuera tu pareja? En ese caso, me hubiera ido con Trayce. - me ignoró y se fue. - ¿Que diablos le pasa? Parece un niño de cinco años, no nada que ver, los niños de cinco años se comportan mejor.
- ¿Pero que pasó? - se rió Tracey.
- Pasa, que parece una señorita, lo detesto tanto. Sus cambios de humor hacen que me dé dolor de cabeza. Mejor me voy a hacer el trabajo yo sola. - me alejé de mi amiga y me fui a la tienda de acampar.
Saque mis útiles y me puse a hacer todo lo referente al proyecto. Pasó un buen rato y Hermione entró a la casa.
- ¿_______? ¿Que haces aquí?
- Hola Hermione. Nada, solo haciendo el proyecto del profesor Snape.
- ¿Que no se supone que eres con Draco Malfoy?
- En efecto, pero discutimos. ¿Me puedes ayudar a revisarlo?
- Si claro. - le entregué las hojas. Tardo un par de minutos. - Si está bien, de hecho está muy bien explicado el proceso de preparación de cada poción.
- Menos mal. Gracias.
- De nada, ven vamos a fuera a comer algo. - salimos.
Al llegar, me invitó a sentarme con ella y sus dos amigos. Empezaron a platicar de un proyecto que tenían en mente, ya que debido a la falta de enseñanza de hechizos de defensa, ellos abrirían su propio club.
- Tal vez quieras unirte. - me habló Harry.
- Claro yo, encantada.
- Pero necesitamos que sea un secreto, nadie de Slytherin se puede enterar. Ni mucho menos los profesores. - susurró Ron.
- Cuenten con eso, yo no diré nada.
- Ten Riddle. - unas hojas taparon mi cara. - Es el proyecto. - reconocí la voz de Malfoy.
- Gracias. - se lo quité bruscamente de las manos.
Comencé a revisarlo y tenía algunos procedimientos mal. Suspire frustrada, ya que tenía que corregirlo, si no Snape nos iba a regañar.
Así lo hice, en la noche antes de dormir, revisé mis apuntes y vi la forma de mejorar que no se notara que era mi letra.
La mañana siguiente, fuimos a la clase de Snape, que era cerca del lago que había en aquel lugar. El profesor nos fue nombrando a cada pareja y cuando fue nuestro turno, revisó primero mi trabajo.
- Me parece que está muy completo, señorita. Explica a detalle cómo lo pedí. Supongo que como trabajaron en pareja, el de usted también es similar señor Malfoy. - el chico se quedó perplejo. - Bien, lo revisare. Me parece que ambos trabajaron en conjunto e hicieron un muy buen trabajo. Felicidades.
- Gracias profesor. - di media vuelta y caminé a mi lugar. Esperaba un gracias de parte de Malfoy, pero al parecer en este momento ni siquiera existía para él.
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Estábamos en clase de adivinación con la profesora Sybill Trelawney. La verdad es que su clase me gusta mucho. Hoy opté por sentarme junto a Fred y no con Draco. Seguía con su drama de no querer hacerme caso y la verdad ya tenía poca paciencia al respecto.