Capítulo 28

- Draco esto es muy lindo. - sonreí al ver que estaba planeando un picnic para nosotros solos

- Es un pequeño detalle. - tomó mi mano y dejó un beso en ella. - Más lindo que el hurón que recibiste.

- Debes admitir que fue un buen chiste de parte de Tracey.

- Buenísimo, me mató de la risa. - puso cara seria. - ¿Y cómo vas a llamar a la rata asquerosa esa?

- ¡Oye! - le di un puñetazo en el hombro. - No sé te olvide que tu también fuiste uno. - alcé la ceja y me miró enojado. No contuvo más y se río.

- Como sea, ¿cómo lo llamaras? - sacó una manzana verde del canasto.

- Aún no lo sé. Quiero un nombre lindo como el de mi lechuza, tal vez Ney . No creo que me permitas llamarlo Draco.

- Ney me agrada. - mordió su manzana, me encantaba verlo comer manzana cuando él estaba distraído. - Sé que estás mirándome.

- Lo siento, es inevitable hacerlo. - sonreí.

Entre los dos sacamos la demás comida, había piezas de pollo y unos panqueques de zarzamora. También unas copas y jugo de arándano.

- Mi mamá me prohibió traer vino. - me explicó al sacar el jugo.

Reparti la comida en los platos y el sirvo jugo en las copas. Aque detalle de parte de Draco me hacía pensar lo afortunada que era de tenerlo conmigo.

- ¿Y este jardín es parte de la mansión? - pregunté tapando mi boca ya que tenía un bocado dentro de ella.

- Si, de niño siempre me gustaba venir aquí, me sentía menos solitario después de los regaños de mi padre. Sueño con algún día poder tener un hijo y traerlo, aquí jugar con él, enseñarle a montar una escoba, tantas cosas que quiero mostrarle. - me coloqué detrás de él y lo abracé.

- Te prometo que si todo sale bien y las cosas mejoran, yo seré quien te ayude a cumplir ese sueño. - besé su mejilla.

- Cuanta alegría me da escuchar eso señora Malfoy. - solté una leve carcajada. - Me parece que aún tengo un regalo para ti.

- ¿Más regalos? - sonreí emocionada.

- Y los que faltan. - me besó y mientras sacaba de su bolsillo una caja pequeña.

- No te hubieras molestado huroncito. - acaricie su mejilla y tomó mi mano.

No dijo nada y abrió aquella caja que parecía de un anillo. La abrió y está mostró un par de anillos, uno tenía una D en el centro y el otro tenía una _ (inserte la inicial del nombre de la rayis).

- Por un segundo pensé que era un anillo de compromiso. - bromee.

- Aún falta un poco para eso. - me colocó el anillo con su inicial para después yo ponerle a él el de mi inicial. - Estos anillos son muy poderosos, cada vez que nos tomemos de la mano y estos se junten, nos ayudarán a enfrentar juntos lo que estemos pasando en ese momento. Con esto te demostraré que no estás sola y también lo vital que eres para mi. - sonreí y lo abracé.

- Te amo Draco. - senti como me abrazaba con más fuerza, como si no quisiera soltarme.

(...)

Estábamos recostados en el césped viendo el cielo, todo esto me recordó a cuando Cedric y yo solíamos hacerlo.

- Ve esa, se le ve forma de un pequeño gato. - señalé una nube. Él sólo escuchaba mi plática. - Creo que ya te aburrí. - sonreí desanimada.

- Eso no es cierto. - sonreí.

Un pensamiento tan negativo se hizo presente, me veía a mi frente a mi padre diciendo: "si no me vas a ayudar, entonces no me estorbes" a lado mío Tracey y Fred al parecer era hogwarts. "Mismas palabras con el mismo dolor al perder todo" escuchaba la voz de mi madre.

- Te dije que no. - me habló Draco sacandome del trance que estaba viviendo.

- Lo siento, ¿en qué estábamos?

- Me estabas señalando las nubes, que solo parecen algodones.

- Es cierto. - sonreí. - ¿Ya viste esa? Parece un hurón. - dije bromeando haciendo que Draco volteara rápido. Solté grandes carcajadas y su rostro de molestia me dio más gracia.

Después de unas horas regresamos a la casa, mi madre estaba jugando con el pequeño hurón sentada en el sofá.

- Es realmente adorable. - explicó después de que descubrió que la estábamos viendo. - Acomode su jaula en tu habitación junto con todos sus juguetes.

- Genial, ahora dormirá con nosotros. - se quejó Draco y rode los ojos.

- No le veo nada de malo, además no puede dormir solito. - lo cargué. - Mira su carita. - dije con tono tierno y me acerqué a él. - Se parece a ti. - me burle.

- ¿Como está eso de dormirá con nosotros? - preguntó mi madre.

- Draco duerme conmigo. - dije cinco tranquilidad. - He tenido pesadillas estos días y estar con él me relaja.

- Supongo que sólo duermen, ¿verdad?

- Si mamá. - alcé una ceja confundida.

Narcissa apareció en las escaleras con cara de preocupación y se sentó en el sillón.

- Mamá, ¿qué pasó? - se acercó Draco a ella.

- Tu papá no logró convencerlo de ser él quien maté a Dumbledore. - respondió con la voz cortada.

- Mamá ya hablamos de esto, a mi me dieron la tarea y debo cumplirla.

- ¡Deja de hacerte el valiente Draco! Mírate, eres solo un niño. - miré a mi madre aterrada. - Como sea mañana vendrá y convocará a reunión a algunos mortifagos, incluyendo las a ambas. - nos miró. - Quiere que estén presentes cuando pase lo de Dumbledore.

- Chicos déjenos a solas por favor. - ordenó mi madre. Tome de la mano a Draco y lo lleve a la habitación.

*Narrador*

- ¿No dijiste que Snape sería quien haría esa tarea? - preguntó Lincy después de que los chicos se fueran de la sala.

- Solo si Draco no lo hacía y ya escuchaste que lo hará. - no soporto más las ganas de llorar.

- Tendré que hablar con _______, es la única que puede hacerlo entrar en razón, probablemente ya lo esté intentando.

- ¿Por qué nuestros hijos tienen que pasar por esto? - Lincy la abrazó. - Ellos no le han hecho ningún mal a nadie

- Es lo que más me duele de ver a mi _______, tan indefensa y como ha sido capaz de soportar tanto. Lo mismo con Draco. Encontraremos la forma de ayudarlos...

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