*Narra Draco*
No podía quedarme con la duda, sabía que aquel chico era el capitán del equipo de Gryffindor, pero me hervía la sangre solo de pensar que estaba hablando con mi chica.
- Tracey. - la llamé con brusquedad.
- ¿Que quieres? - me respondió de la misma forma.
- ¿Ese quien es? - señalé con la cabeza al castaño. - ¿El que está hablando con _______?
- Yo que voy a saber, no me la vivo al pendiente de su vida.
- ¿Crees que sea su nuevo pretendiente? - hizo una cara de gran confusión.
- ¿Que babosadas estás diciendo? Ella aún te quiere a ti, además acaban de terminar y supongo que a él lo acaba de conocer.
- ¿Sigue enamorada de mi?
- Si tonto, le dolió bastante lo que pasó, pero ella cree que no fue tu culpa. Más porque la idiota de la pansona no ha dejado de molestarla con lo mismo.
- No sabes cuánto la extraño. - miré a _______ mientras reía.
- Y ella a ti, pero mientras sigas de orgulloso y sin explicarle las cosas, ella creerá que no quieres resolver nada.
- Adiós Wood. - la escuché despedirse y acercarse a Tracey.
- Que lindo es tu amigo. - dije con seriedad. Me miró confundida.
- Celos amiga. Así se llaman. - interfirió Tracey burlandose.
- No veo porqué habría de ponerse así.
- ¿Te parece poco ver que estas hablando con un chico Gryffindor?
- Ahora sabes lo que sentí aquella vez en el tren y eso no se compara con lo de hace unos días. - me lanzó una mirada amenazante y se fue. Senti una gran palmada en mi cabeza que hizo que el peso me ganara y me fuera hacia adelante.
- Espero que entiendas el porqué te digo idiota. - me reclamó Tracey. - Necesitas una clase urgente sobre _______.
- Créeme que la conozco mucho.
- Si claro, para empezar odia que la celen, por cosas sin sentido y esto es una cosa sin sentido. Por eso, punto para Fred y Cedric, Draco cero.
- Si según tu la conoces tanto, ¿su postre favorito? - le pregunté desafiante.
- Tarta de zarzamora y de calabaza. Mira, yo no importo, tu eres el que está como tonto, no debiste haberle hecho una escena de celos, no después de lo que acaba de pasar.
- ¿Y qué debía hacer? - empezamos a caminar en dirección al castillo
- ¡Callarte la boca! Mira Draco, dudo demasiado sobre la existencia de neuronas en tu cerebro, pero debes entender una cosa, eres muy valioso para _______. Te lo digo yo que la he visto estar con un chico antes de ti, si era linda con él, pero contigo, es diferente... Como explicarlo para que tu diminuto cerebro entienda... Dejaste ir a alguien que realmente estaba dispuesta a hacer todo por verte feliz. No dejes que se te vaya de las manos, aprovecha que aún late su corazón por ti y no permitas que alguien más ocupe ese lugar. Vaya, jamás creí sonar como una consejera personal.
- Creo que tienes razón, mejor voy a hablar con ella. No puedo permitirme el perderla.
- Luego me das tus sermones, ve a buscarla.
*Narra _______*
Estaba con Mikela hablando de los movimientos que llevamos a acabo en el juego y lo ágiles que nos vimos.
- Gracias a Merlin que Draco tomó la snitch antes. - mencionó. - Si no el esfuerzo hubiera sido en vano. No es por ser entrometida, pero, ¿es cierto que tu y él terminaron? - suspire.
- Si Mikela.
- Se dice que fue por que te engañó.
- Si así fue, con la idiota esa. - señale con la cabeza a Pansy.
- Si te sirve de consuelo, tu eres mucho más bonita que la rata pansona de caño y si te engañó Draco fue por jodido.
- Gracias Mikela, eso me hace sentir muy bien. - respondi sarcástica.
Dirigí mi vista a la puerta del comedor y vi a Draco entrar al parecer buscaba a alguien. Se quedó mirando a Harry Potter quien estaba con una chica que al parecer era Katie Bell. No le di importancia y vi que salió seguido por Harry.
- ¿Ya vino Draco? - se sentó a mi lado Tracey.
- ¿A dónde?
- ¿No ha venido a hablar contigo?
- No. - hice gesto de confusión.
- Vaya que es valiente. - susurró.
- ¿Hay algo de lo que deba enterarme?
- Se supone que vendría a arreglar las cosas contigo y a explicarte porque se puso celoso.
- Entró pero se fue de pronto. Creo que Harry fue detrás de él.
Pasaron algunos minutos y el profesor Snape llegó con nosotras.
- Señorita Riddle... - habló con seriedad. - Vengo a notificarle que el señor Malfoy está en el hospital en este momento. Tuvo un enfrentamiento con Harry Potter, el cual lo dejó gravemente herido, si no fuera por mi posiblemente no estaría dándole esta noticia, si no más bien me encontraría dándole el pésame. Mientras curaba las heridas del señor Draco, no deja de pronunciar su nombre mientras agonizaba, es por eso que consideré darle el aviso para que fuera con él a la enfermería, ahora.
- Oh si claro... - me levanté rápidamente y caminé entre los pasillos.
Al llegar a la enfermería, recorrí todas las camas buscándolo. Estaba en una al final de la habitación, la enfermera le colocó una toalla húmeda en su frente. Me acerqué lentamente y me coloqué a lado de la cama.
- No demorará en despertar. - me informó la enfermera.
- Gracias. - colocó sus cosas en una bandeja y se alejó. - ¿Ahora en que lío te metiste? - me senté y tomé una de sus manos.
Las horas pasaron y no despertaba. Me quedé dormida recargada mi cabeza en la cama y aun sentada en aquel pequeña silla a su lado. Sentí como me acariciaba el cabello y lentamente abrí los ojos.
- Sigues metiéndote en problemas. - hable con un bostezo y frotando mis ojos.
- Potter no debió entrometerse y menos atacar de esa forma.
- ¿Ahora qué pasó? - vi su gesto de disgusto. - No, olvídalo no me digas, sé que no lo harás.
- ¿Como supiste que estaba aquí?
- El profesor Snape me avisó, creo que tu pelea con Harry estuvo algo fuerte y no dejabas de pronunciar mi nombre...
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Hablamos de todo y a la vez de nada. Me explicó lo de Pansy y entendió que aún estaba lastimada por lo mismo.