Estaba bastante inquieta, no veía por ningun lugar a Pansy, los pensamientos negativos empezaron a invadirme nuevamente.
Caminé junto a Tracey por los pasillos a la sala común y en uno de ellos vi a Harry con sus amigos Ron, Hermione y Ginny. Al parecer él estaba entregando un libro a Ginny.
- Tienes que preguntarle que pasó. - me aconsejó Tracey a lo que asentí con la cabeza. - Te veo en la sala común. - se alejó.
Me acerqué a los chicos y todos me miraron extrañados.
- ¿Puedo preguntarte algo? - me dirigí a Harry.
- Si claro.
- ¿Es sobre Draco verdad? - me preguntó Hermione. Asentí. - Nosotros también queremos saber que pasó.
- Bien. - me senté a lado de ella simulando que quería escuchar su respuesta.
- Supe lo de Katie Bell. - lo miré fingiendo confusión. - ¿Que es lo que quiere Draco realmente? Es bastante sospechoso que el profesor Slughorn le quiera regalar una bebida al profesor Dumbledore y resulta que es un veneno encubierto.
- No sé de que me estás hablando. Pero eso no justifica el hecho de que casi lo matas.
- Harry no sabía que hacía el hechizo que le lanzó a Draco. - respondió Ginny.
- A lo que vine fue a pedirte que terminen de una vez con estas peleas. Afortunadamente hoy no pasó a mayores, pero no quisiera que alguno resultara lastimado.
- Tan solo respóndeme una cosa. - me habló. - ¿Draco es mortifago también?
- No... - mentí y sin decir nada más, me alejé de ellos.
- Es obvio que no nos va a decir nada. Es su más fiel sirviente. - escuché la voz de Ronald y me quedé parada para después dar media vuelta.
- Tu no sabes nada de mi. - respondi furiosa.
- Solo sé que eres la hija de Voldemort y por tanto te has vuelto como él.
- Ron cálmate. - le ordenó Ginny.
- Será mejor que te tragues tus palabras Weasley. - habló alguien saliendo de uno de los pasillos. Sus ojos claros se quedaron atrapados en los míos. - No importa cómo, pero si no dejas de molestarla veré la forma de hacerte pagar.
- Ahora estoy más seguro de que mi hermano Fred es mejor para ella que tu. - en mis labios se formó una pequeña "o" ante tal comentario de Ron.
- Eso no es cierto... - mi voz salió como un hilo. Lo que dijo realmente me tomó por sorpresa. - Los dos en su momento fueron buenos para mi. - traté de corregir lo que había dicho. Negué con la cabeza y me alejé de aquel pasillo.
Lo que dije era realmente no era la forma de expresarlo, quería decir que Fred sigue siendo bueno para mi, puesto que es mi mejor amigo, en cuanto a Draco, también sigue siendo bueno para mi, pero con lo que dije creo que di a entender lo contrario. Ahora si seguramente no había oportunidad con él de volver a ser algo.
Llegue a la sala común y todos estaban reunidos escuchando a Pansy. No le di importancia y subí a las habitaciones pasando cerca de todos.
- Y entonces fue así como Draco me pidió que le diera otro beso. - me quedé helada con lo que dijo.
Me di media vuelta y lo vi entrar, al parecer había escuchado lo que Pansy había dicho. Solté un suspiro y corrí a mi habitación. Entré y vi a Tracey estudiando. Cerré la puerta y alguien se interpuso.
- Escucha, no es cierto lo que está diciendo.- entró Draco cerrando la puerta detrás de él.
- Olvídalo Draco, no tengo ganas de hablar.
- Me pediste que dejáramos las cosas en claro entre tu y yo.
- ¿Y qué? ¿Me vas a decir que regresaste con Pansy?
- No regresé con Pansy. Vamos a hablar a otro lado ¿si?
- Perdón si les estorbo. - se quejó Tracey.
- Descuida amiga, tu estas estudiando y no quiero desconcentrarte. - le sonreí.
De mala gana salí del cuarto y cerré la puerta para que nadie interrumpiera a Tracey.
- ¿Y bien? No quiero que Pansy nos escuche, ni nadie de Slytherin.
- Tengo el lugar perfecto entonces. - me tomó de la mano y caminamos a la salida.
Pasamos por varios pasillos y subimos varios pisos para llegar a la torre de astronomía. Nos colocamos viendo el lago y el paisaje. Admiré todo y sentí la brisa del aire recorrer mi rostro.
- No sé porqué nunca había venido aquí. - hablé en voz baja admirando la puesta de sol.
- Es mi lugar favorito de este tonto colegio. Me da mucha tranquilidad. - lo escuché atenta y solté un suspiro.
- Bien. Tenemos mucho de que hablar.
- Lo que dijo Pansy no es verdad. - tragó saliva. - No pensé que fuera a inventar algo así.- me contó todo lo que le había dicho a ella. Una vez más sus ojos me indicaban que me estaba siendo honesto.
- Tengo que hacer algo... - susurre y rápidamente lo abracé rodeando su cuello. Me correspondió como me encantaba, abrazando me de la cintura y sintiendo su respiración en mi cuello. - Te extraño huroncito... - él no me respondió y empezó a atacar mi mejilla con besos que me hicieron sonreír. - Creo que eso es un yo también. - mordi mi labio.
Senti que una de sus manos recorrió un camino que iba de mi cintura hasta mi mentón, provocando que mi piel se erizara. Separó su rostro de mi mejilla y me miró fijamente. Aquellos ojos claros que en más de una ocasión provocaban que me derritiera. Colocó su frente en la mía y empecé a acercar nuestras narices. Aquellas locas ganas de besarlo nuevamente se apoderaron de mi. Sin perder más tiempo me lancé a besarlo y me correspondió pegando mi cadera más a él. Quise demostrarle cuanto lo necesitaba conmigo y que un simple beso suyo podía hacerme sentir la más feliz y afortunada.
- ¿Tengo que hacer algo más para dejar en claro que solo te pertenezco a ti? - habló con la respiración agitada. - Te necesito conmigo para poder sentirme vivo. Te pido me perdones por ser tan idiota y lastimarte... - puse mi dedo índice en sus labios.
- No tienes que demostrar más... Con esto me es suficiente para recordar lo fundamental que eres para mi...
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- ¿Entonces volviste con él?
- Si Tracey, tercera vez que te lo digo. - rode los ojos.