*Advertencia*
Este capítulo contiene escenas sexuales (masturbación) explícitas, queda bajo su responsabilidad leerlas.
(Al día siguiente)
*Narra Draco*
Todos estábamos comiendo tranquilos cuando se escuchó que alguien entró a la mansión.
- ¡Quitate cola gusano! - reconocí la voz en seguida y me estremecí. - ¿Quien ha sido el verdadero responsable del escape de _______? - todos en la mesa nos pusimos de pie al ver al señor tenebroso entrar al comedor.
- Mi señor... - habló mi padre.
- ¿Fuiste acaso tú, Lucius?
- No mi señor...
- ¡Nadie aquí fue responsable, Tom! - interfirió Lincy poniéndose al frente de él. - Se fue porque está cansada de todo esto, cansada de tener que traicionar a las personas que son inocentes, cansada de tener que estar en una pelea que ella no inició, cansada de tener que estar del lado de su padre... Cansada de... ¡De ser tu hija! Te voy a pedir una cosa Tom... A ella déjala muy aparte de esto. No la metas en tu búsqueda del poder... ¡Es solo una niña!
- Ahora forma parte de mi ejército...
- ¡Porque no le diste elección! - gritó Lincy interrumpiendolo. - De verdad deseo, que no vuelva a poner un pie en esta casa, está más segura donde sea que esté ahora, que contigo a su lado.
- ¿Y si lo llega hacer? ¿Que harás querida Lincy?
- Protegerla, ya que tu no cumples con tu deber como padre que es cuidarla y ver que ella esté bien. ¿Para qué quieres saber de ella? ¿De qué te sirve tenerla aquí? Si tienes a todo un ejército. - me sorprendió ver la manera en que Lincy lo retaba. - Una niña como de ella, ¡¿De qué te va a servir?!
- Pues verás... Sabiendo que ahora está de lado de Harry Potter, digamos que me servirá de mucho, para obtener información y todo eso. Así que... - miró a mi padre. - Es mejor que las búsquedas no se detengan, quiero a mi hija de vuelta.
- Tu no tienes ningún derecho a llamarla así.
- Como sea, Bellatrix se va a asegurar de que su traición sea castigada, así que será mejor que no intentes interponerte o a ella le irá peor. - dicho esto, desapareció ante nosotros.
- Lincy. - le habló mi madre. - Eso fue muy estupido, ¿que pensabas?
- No voy a permitir que mi hija esté en las manos de ese gran cretino. - dicho esto se fue a su habitación.
- Ya oíste al señor tenebroso. - me indicó mi padre viendo el anillo.
Toda la tarde estuve intentando pero no mostraba nada y deseé que así fuera por mucho tiempo más. Si la extrañaba, pero su seguridad era más importante en estos momentos, no podía permitir que saliera lastimada.
Después de horas de seguir intentando, el anillo no mostró nada y fue así que me quedé dormido.
El sueño que tuve no me ayudó en nada, ahora la deseaba más que nunca. El recuerdo de hacerla mía aquella vez en Hogwarts provocó que esta vez la tuviera en mi habitación, besando sus labios, su cuello, sus pechos y estar dentro de ella gimiendo nuestros nombres con volumen alto. Moviendo mi pelvis con suavidad y después aumentar la velocidad, hasta llegar al punto de correrme en ella.
- Maldita sea... - desperté y vi el desastre en las sábanas y mi bóxer.
Aquel sueño había provocado que mi semen saliera sin control, pero ahora deseaba aún más, así que comencé a darme placer yo mismo, imaginando que era ella quien se encargaba de ello. Mis gemidos y jadeos eran bastante bajos, no quería ser descubierto. Mordi mi labio inferior y aumente la velocidad al recordarla chupando mi longitud. Fue así que llegué a la liberación y pude sentirme más satisfecho, aunque no completamente, la necesitaba a ella hacie donde sentir placentero.
Si bien no era un buen momento para pensar en esto, pero eso no impedía que tuviera los más sucios pensamientos de ella y a la vez seguirla amando y necesitando a mi lado.
*Narra _______*
La serpiente empezó a atacarnos y con distintos hechizos tratamos de defendernos. Hermione la atacó y nos dio tiempo de escapar. Nos trasladamos a otro bosque que estaba lleno de nieve.
- ¿Era la serpiente de tu padre? - preguntó Hermione aterrorizada y sin aliento.
- Si... Esa mujer ya estaba muerta y de seguro mi padre la maldijo para que la serpiente pudiera poseirla. Ahora ya sabe que estoy con ustedes. - empecé a decir hechizos de protección. - Ahora con más razón debemos estar protegidos.
Después de aquella mala experiencia, los tres nos quedamos dormidos. Me la había pasado todo este tiempo deseando no poder pensar en Draco, que mi sueño que tuve lo empeoró todo. En mi sueño me estaba sintiendo altamente placentera ante Draco, con quien estaba teniendo relaciones. Haciéndome temblar y gemir su nombre al igual que él gemía el mío. Solo que ahora estábamos en su habitación, sentirlo dentro de mi hacia que cada parte de mi piel se pusiera chinita. Sentia sus labios recorrer mi cuerpo y besar los míos con pasión. El punto de placer llegó hasta hacernos corrernos los dos al mismo tiempo, haciendo que mi espalda se arqueara y mi punto G si liberara.
- Mierda... - exclame al despertarme y sentir mi ropa interior y mi pantalón de pijama húmedos.
Me sentía con ganas de tener más placer, tenía que controlarme, pero no podía. Miré a Hermione y a Harry quienes dormían profundamente. Agradecía que mi cama estuviera algo lejos de ambos y que la cama de Ron estuviera vacía. "No puedo creer lo que estoy a punto de hacer" pensé y suspire con pesadez. Tenia que satisfacerme o no me quedaría tranquila.
Fue así que mi mano recorrió mi pecho hasta el interior de mi braga. Empecé a frotar mi clitoris con lentitud y en forma de círculos. Empecé a sentir la ola de placer por todo mi cuerpo, imaginando a Draco hacerlo como aquella vez en hogwarts. Solté gemidos y jadeos en voz bastante baja, no querría imaginarme a Harry o Hermione descubriendo lo que estaba haciendo. Aumente el ritmo de mi frote y empecé a sentir como el orgasmo se apoderaba de mi haciendo que sintiera el placer hasta su punto más alto.