_Ya el sol fuerte y creciente lanzaba sus tibios rayos de luz por la ventana del cuarto de Cross. Iluminando casi por completo aquélla habitación desordenada. El joven con los rayos de luz aterrizando en su rostro le obligó a abrir los ojos. El joven con los rayos de luz aterrizando en su rostro le obligo a abrir los ojos. Tenía las sabanas enredadas por todo el torso y las piernas. Con algo de dificultad para levantarse solo se sentó en la orilla de la cama, Llevaba el cabello muy desordenado (como acostumbra), con las manos se rasco un poco la cabeza mientras bostezaba y junto a ello observaba su habitación de un color salmón. Esta venía con un baño, una mesa con tres sillas y algunos dibujos al lado de la habitación, algunos afiches de música y videojuegos pegados en diferentes lugares del cuarto, una pequeña mesa de noche al lado de la cama (la cual se situaba al lado de la ventana y en frente de la puerta de lado vertical) y en frente un pequeño televisor, unos cuantos estantes con libros, un gran armario y una consola de videojuegos, luego de observar su habitación se estiró un rato, tronó sus dedos, se desenredo las sabanas y finalmente se levantó.
Se dirigió hacia un gran espejo situado al lado de la entrada de su baño. No llevaba camisa, solo un pantalón largo y ancho color café, observó su largo cabello desordenado, le llegaba por el cuello. Su característico color negro azabache con un mechón blanco en frente del lado izquierdo, esto es algo muy común ya que toda la raza nace con una o más franjas, puntos, etc. De diversos colores, abrió con lentitud aquéllas alas y se dispuso a estirarlas y peinarlas con un cepillo que se encontraba en un gancho al lado del espejo. Al terminar se peinó el cabello (en realidad no le gusta ya que no se vera la diferencia al peinarlo. En ocasiones lo hace), después de hacer dicha tarea recogió las alas y caminó al baño. Al hacerlo hizo las actividades que realiza todos los días. Cepillarse los dientes, lavarse la cara, hacer sus necesidades, etc. Al salir del baño observó la desordenada habitación y empezó a ordenarla, al culminar volvió nuevamente a observarla y no pudo notar defecto alguno. Se dirigió a su armario para tomar una camiseta blanca con motivo de dientes de vampiro en frente de la misma. Después de realizar todas estas tareas salió de su cuarto y bajó por las escaleras para poder llegar a la sala en la planta baja. Su habitación quedaba en el primer piso al final del pasillo donde se encontraban dos habitaciones más; el baño y la de sus padres la cual queda en frente del cuarto del joven. Esta nunca se habría, el baño era la habitación mas cercana a las escaleras. Al bajar por las escaleras le empezaba ya a sonar el estómago.
-¡Que hambre tengo! ¿Que preparare para el desayuno. Quizá unos ricos panqueques con miel? Mmmn ¡Eso me gustaría mucho!
Luego de bajar por las escaleras observó con detalle su gran sala qué, tan sólo con la mesa familiar (la cuál ocupaba casi toda sala) hacia parecer a la misma grande, esta venía; con un espacioso sofá negro justo del lado derecho de la entrada de la casa y al frente de este un gran televisor con un DVD y una consola de videojuegos conectados, una alfombra de terciopelo rojo oscuro en todo el piso de la casa y al fondo una espaciosa cocina con un comedor para cuatro personas. Y al ver la mesa que se encontraba en la sala, podía verse a el y su familia comiendo mientras su padre narraba historias de la raza de dónde provenían, se divertían y comían todos juntos. Ese recuerdo le regaló una ligera sonrisa.
Pero inmediatamente esa ilusión se esfumo al escuchar el rugido de su estomago. Luego volvió a ver el comedor, ya no estaban. El chico paso de estar ligeramente feliz y tranquilo a estar triste y melancólico. Se relajo un poco y siguió hasta la cocina. Estando ahí su siguiente acto fue revisar el refrigerador que estaba a mitad de la habitación del lado derecho de la misma. Empezó a buscar algo en específico pero solo habían pocos víveres. Más que todo ingredientes elaborados mayormente con harina. Tomó un cartón de leche (ya por la mitad) y tres huevos, cerró el refrigerador y colocó los ingredientes en una mesa no muy cerca de dónde se encontraba la cocina de gas. Después se dirigió a la serie de estantes que se encontraban arriba de toda la cocina (o por lo menos dónde comienza la entrada y dónde terminan las tablas para cocinar) éstos quedaban en lo alto. Pero afortunadamente para el chico no era ningún problema. Estiró nuevamente sus alas y fácilmente pudo llegar al estante. (lo haría con un banquillo pero eran demasiado altos) Al abrirlo pudo ver varías cajas de cereales (la mayoría azucarados) harina de trigo, arroz y espagueti, tomó la harina y a lado a ese estante se encontraba los productos dulces (en su mayoría) como galletas, azúcar, miel, etc. Tomó la miel y medio litro de aceite. Además de tomar una galleta, los puso todos en el mesón junto a los demás ingredientes. Encendió una hornilla y tomo un sartén de los platos limpios (no muy lejos de la cocina).
Colocó el sartén en la hornilla y vertió el aceite, mientras el sartén calentaba Cross preparaba la mezcla de panqueques que su madre le había enseñado, ya cuándo el sartén estaba lo suficientemente caliente, vertió un cucharón de mezcla y mientras lo vigilaba comía la galleta que había tomado antes. Empezaba a tararear una canción que su madre cantaba al cocinar y que eventualmente se volvió una costumbre. Luego de esperar a que todo estuviese listo y bien cocido colocó aquéllos esponjosos panqueques en un plato, sirvió exactamente cinco de éstos. Le vertió lentamente la miel mientras se le hacía agua la boca, ya no podía aguantar más. Después de hacer eso se dirigió al sofá, encendió la tele, sintonizó su canal favorito de caricaturas y se dispuso a disfrutar su comida. Después de haber comido su desayuno dejó el televisor encendido. Se dirigió nuevamente a la cocina y colocó el plato en el lavaplatos, después se detuvo en la entrada de la cocina con las manos en la cintura y la espalda recta. Observó la sala diciéndose así mismo.
Editado: 06.01.2024