Ariel

Frustración

Iker podía oler el miedo en la gente, sabía cuando la gente mentía y cuando no. Sabía que Ariel tenía miedo, y mucho, pero también sabía que Ariel por fin estaba entendiendo lo que es ser un héroe.

 

Un héroe era aquel que no mostraba miedo a los demás para hacerlos sentir protegidos. Iker se levantó rapidamente, tenían que ir en la dirección del humo, pero toda esa pelea con los monstruos lo habían despistado.

 

-mierda, perdí la estupida señal-. Dijo Iker mientras se limpiaba el polvo.

 

Iker no pudo limpiarse rapido el polvo. Ariel lo agarró rapido de la mano y juntos empezaron a correr, sin parar. Iker podía escuchar a los monstruos cerca, pero algo en el hizo que solo siguiera corriendo.

 

Empezaban a cansarse, y los monstruos se escuchaban cada vez mas cerca. Iker quería sacar sus dagas, pero le era imposible. Ariel corría rapidamente, el humo todavía se hacía visible, pero no estaría así por mucho tiempo.

 

Se acercaban mas y mas al humo, pero los monstruos también lo hacían. Iker, sabía que no iban a llegar a tiempo así que se soltó y agarró sus dagas.

 

Los monstruos aparecieron de entre los arboles, Iker pudo matar a dos facilmente, pero los demás monstruos se avalanzaron a el. Ariel logró Matar a tres monstruos, pero los demás lo agarraron. Los dos estaban a punto de ser devorados por los monstruos. Iker sintió como los colmillos de uno de los monstruos se incrustaba en su hombro.

 

Ariel sintió como los monstruos agarraban su brazos y le comenzaban a dar mordidas. Una gran rafaga de viento cortó a los monstruos seguido de una gran llamarada de fuego. 

 

–la acción siempre empieza tarde–dijo Sergio arriba del arbol. El ruido de las hojas siendo aplastadas por los pies empezaba a resonar demasiado. Iker trataba de levantarse, pero su hombro no se lo permitía. Ariel observaba su brazo lleno de mordidas no tan profundas. Sergio ayudó a que los dos pudieran levantarse.

 

–no entiendo como Chris se fijo en ti–dijo Aiden con una pequeña risita.

 

Iker empezó a enojarse. Su cara se hacía mas imponente, sus ojos se centraban en Aiden. Empezaba a alistar su puño.

 

–oigan, alguien nos está observando–dijo Sergio un poco preocupado.

 

Todos voltearon hacia donde Sergio estaba viendo. Un gran arbol, donde la luz no caía, lo único que se podía ver en esa parte eran unos ojos enormes, que parecían dos focos. 

 

Los ojos no apartaban la mirada. El ambiente cada vez se hacía mas tenebroso. La noche había caido hace media hora. Sergio tragaba saliva, Iker se disponía a sacar una daga, pero Aiden le agarró de la mano evitando eso. Ariel solo lo observaba fijamente, no podía moverse ya que los ojos eran tan llamativos que no podía despejar la mirada de ellos.

 

Aiden también sentía el deseo de seguir mirando, pero a diferencia de los demás el si se podía mover. Sabía que los demás no, ya que parecían atontados. Es ahí donde dedujo lo que estaba pasando. 

 

Lentamente fué bajando al suelo para encontrar una roca. La mirada se enfocaba ahora en el. Aiden estaba lleno de miedo, pero logró agarrar una piedra. Se levantó lentamente miemtras los ojos no le quitaban la mirada. Aiden se armó de valor, y con todas las fuerzas lanzó la piedra a un arbol, provocando un gran sonido que logró quitar el trance de los demás.

 

Un gran grito se escuchó en dirección de los ojos. Todos se asustaron.

 

–corran–dijo Sergio moviendose rapidamente.

 

Todos salieron corriendo en Dirección de Sergio. Los gritos se hacía mas fuertes, y el sonido de los arboles empezaba a estar mas cerca, haciendo saber que los monstruos estaban por venir.

 

Todos corrieron con todas sus fuerzas hasta llegar a campo abierto. Donde observaron una gran muralla con una puerta enorme. Empezaron a tocar la puerta como unos locos, pero no recibían respuesta. Los sonidos empezaban a acercarse. Iker sacó sus dagas, y Aiden se preparaba para escupir fuego. Ariel observó que los muros no eran tan altos, y que el ladrillo era un poco debil.

 

–necesito que forme una escalera con sus dagas para trepar la muralla–dijo Ariel.

 

Todos lo miraron fijamente. Era una idea loca, pero era eso o morir.

 

–como sabes que funcionará?

–siempre trepaba arboles que tenían este o mas tamaño que esta muralla–

 

Iker empezó a clavar dagas en la muralla, formando una escalera por la que Ariel trepó rapidamente, y los demás lo siguieron. Subieron a la parte alta de la muralla solo para observar la oleada de monstruos que venía.

 

Observaron que bajando la muralla había un pueblo un poco pequeño. Pero no tenían fuerzas para bajar, aparte no sabían si la gente de abajo era amable, así que se sentaron a descanzar.

 

Sergio aún tenía su mochila, donde había traido comida hasta mas no poder. Se la repartió a todos y empezaron a comer.

 

.....

 

Horas después de haber comido, Sergio había ido a tomar aire caminando por la muralla. Ariel había ido junto a Sergio para no aburrirse. Iker y Aiden estaban solos.

 

Iker tenía unas ganas de golpear a Aiden. Pero no lo hizo. Sabía que Aiden tenía razones para odiarlo, Iker había hablado mal de el, y también de sus amigos.

 

–siento haber hablado mal de ti–dijo Iker.

 

Aiden lo quedó viendo. Su cara cambió a una de enojo.–eso no me importa–

 

Iker lo observó fijamente.–si no era eso entonces no me importa–

 

Aiden se enojó mucho mas.–parece no importarte nada, nisiquiera valoras los gestos de humildad–

 

–te refieres al ofrecimiento que me hizo tu maestro de entrenarme. Solo con verlo ya se que no podría ni seguirme el paso–

 

Aiden dirigió su mirada hacia el.–eres una mierda Iker Blackaster, al igual que tu familia, solo llegan para robarse protagonismo, como si sus ojos fueran lo único fabuloso en toda Grenya–



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En el texto hay: poderes, cienciaficion, mistad

Editado: 04.04.2021

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