Nunca pensé que llegaría a escribir esto, pero si lo estás leyendo, sólo puedo decirte: Gracias.
Gracias por haberme acompañado en este viaje, por haber sido testigo durante estos 43 capítulos de los hechos que adornan las páginas que has ido leyendo cada semana.
Billie y Matt quedarán siempre en mi corazón. Ellos, al igual que el resto de los personajes de esta historia, llevan un pedacito de mí.
Me gustaría dedicártela, ya que sin ti, esto no sería posible, nunca pensé que llegaría a escribir un libro.
También va dirigida:
A todas las Billies, que, como nuestra protagonista, vivís la vida con pasión, os movéis por lo que realmente os gusta, y tenéis la admirable capacidad de superar todo lo que se interpone en vuestro camino aunque a veces necesitéis un poco de ayuda.
A todos los Matthews, porque creo que todos necesitamos un Matt en nuestras vidas. Porque siempre encontráis las palabras exactas para hacernos sentir mejor, incluso cuando vosotros también las necesitáis.
A todos los Devons, que pensáis con cabeza incluso en las situaciones más desesperantes, un pilar fundamental en nuestras vidas.
A todas las Isabellas, que sois como un rayito de sol, ojalá vuestra alegría inundase los corazones de todas las personas que han leído esta historia.
A todos los mellizos, me hubiese gustado mucho tener uno/a, y espero que alguna o alguno de vosotros se haya sentido identificado con estos dos hermanos que me han robado el corazón. Caleb y Leo surgieron de repente, el libro me los pidió, cuando me decidí a crear esta historia ellos no estaban pensados, aparecieron para aportar un poco de humor y espero que os hayan hecho reír con sus locuras.
Y, sobre todo, este libro va por todas las Emas, que lucháis día a día con una discapacidad, como puede ser auditiva o cualquier otra, y que nos enseñáis lo que es vivir de verdad.
Y, por último, Armadura de Clave me la dedico a mí misma, porque llevo meses a vueltas con la historia, escribiendo hasta las tantas de la madrugada con la esperanza de verla terminada. En ella he reflejado muchas de mis pasiones, sobre todo la música, no hay nada en este mundo que me haga sentir tantas cosas. La música alcanza lugares dónde las palabras no llegan, y espero habértelo transmitido a través de Billie y su piano.
Antes de terminar quería contarte una curiosidad que sólo sabrás si lees esto: El pequeño Ody representa mi amor por los perros, en especial por mis dos labradores Mora y Rufo, a los cuales amo más que a mí misma. El nombre de Ody viene de Odyssea, que connota un largo viaje, un desafío, tal y como afronta él y todos los personajes de este libro.
Una vez más, MILLONES DE GRACIAS POR LEER