Arman

Elizaveta

En cuanto la noche llegó, dos sirvientes me ayudaron a caminar hasta el comedor de la mansión, dentro del comedor solo había dos personas

"Capitán, gracias a los divinos se encuentra a salvo" dijo el hombre, lo reconocí de inmediato, él es mi tercero al mando, su nombre es Alfred

"Señores, por favor siéntense, debemos hablar" luego de sentarnos, la mujer tocó una campanilla y seis sirvientes ingresaron con la comida, durante treinta minutos, comimos en total silencio, no fue hasta que los sirvientes abandonaron el comedor que la señora comenzó a hablar "Señor Arman, le tengo malas noticias" dijo la mujer, instintivamente observe a Alfred, el noto mi mirada y con sus labios formó silenciosamente la palabra, lo lamento "Señor Arman, su segundo al mando Omer, está muerto, una flecha lo alcanzo"

"Liza, Elizaveta ¿donde está?", pregunte asustado

"Ella, fue capturada por los hombres del príncipe Abasi..." no deje que terminara, utilice todas mis fuerzas para abrir la puerta al jardín y para poder salir, camine hasta el borde del jardín y observé la ciudad, mi mente no tardó mucho tiempo en recordar la noche que conocí a Liza

14 Años atrás

Estaba dormido en mi cama cuando una serie de gritos me despertaron, asustado observe por la ventana, en ese momento contemplé como el fuego incendiaba la Aldea, corrí hasta la puerta he intente abrirla, pero esta estaba muy caliente por la que me alejé, en poco tiempo el humo comenzó a ingresar a la habitación seguido por el calor, abrí la ventana y escapé por ahí, durante minutos contemplé como la casa de mis padres era consumida por el fuego, comencé a caminar lentamente por la Aldea buscando a alguien con vida, estaba llegando al pozo central, cuando escuché voces, al asomarme me encontré a todos mis vecinos y amigos siendo sometidos frente a dos hombres "mantenlos a todos" al escuchar la orden los hombres sacaron sus espadas y asesinaron a todos, intenté salir de mi escondite, pero alguien me sujetó y me escondió dentro de una casa

"Niño, permanece aquí, yo distraeré a los bandidos" luego de decir esas palabras el hombre salió corriendo, los bandidos al verlo salieron corriendo, aún oculto observe por la ventana que daba al pozo, ahí alcance a ver a uno de los líderes él tenía una cicatriz en la cara, al ver el camino despejado, salí de la casa y comencé a correr entre algunas casas saqueadas, estaba cerca de la zona de cultivo, cuando escuche a un niño llorar, por instinto me dirigí hasta el ruido, dentro de una casa destruida encontré a una niña

"Mami, papi, despierten" lloraba la niña mientras tocaba los cuerpos de sus padres

"Lo lamento" dije mientras me acercaba a ella y la abrazaba, la niña en vez de alejarse se aferró a mí y comenzó a llorar más fuerte, decidí cargarla y llevarla conmigo, corrí por los campos hasta alcanzar el bosque, luego de caminar por el bosque, considere que estábamos seguros, me senté junto a un árbol, el llanto de la niña ahora era más débil, indicando que se estaba quedando dormida, observe el bosque durante algunos minutos hasta quedarme dormido. Por la mañana, fui despertado por la niña, parecía más tranquila ahora "¿Cómo estás?", le pregunté

"Tengo hambre" dijo la niña, me levanté y le pedí que me diera la mano, caminamos lentamente por el bosque en dirección a la aldea, en cuanto vi la zona de cultivo, le dije que me esperara, me acerque lentamente y recolecte algunas verduras y frutas que se veían maduras, regresé junto a la niña y se los entregué, ella comió algunas frutillas

"¿Como te llamas?", le pregunté mientras comía

"Eliz... Elizaveta" respondió la niña

"Me llamo Arman" le comenté mientras le mostraba algunas verduras que podía comer crudas

El primer día permanecimos cerca de la aldea, los bandidos no estaban pero no quería ingresar, no sabía lo que podría encontrar, esa noche Elizaveta lloró por sus padres, el segundo día, junto a Elizaveta estábamos por ingresar a la aldea, cuando soldados de Rum llegaron, cargué a Elizaveta en mis brazos y camine hasta la aldea, los soldados llamaban a los supervivientes y les entregaban comida y agua, estuve a punto de hablarles, cuando reconocí la cicatriz que tenía el líder de los soldados, su cicatriz era la misma que la del lider de los bandidos, tomé a Elizaveta y le dije que debíamos irnos, durante días estuve caminando buscando un lugar seguro, la comida que había recogido ya se había acabado, si no encontrábamos algo que comer pronto, nuestra vida podía acabar en ese momento, tuvimos suerte de encontrar algunas zanahorias silvestres creciendo cerca de una río, coseche todas las que pude y seguimos caminando, más días pasaron y la comida estaba por agotarse nuevamente, pero ahora, ya había visto una granja a lo lejos, si tenía suerte, podría tomar algunas frutas y verduras, sin que nadie me viera, deje a Elizaveta oculta entre unos fardos de heno y me acerque a los cultivos, estaba recogiendo algunas manzanas de unos manzanos que había en el camino, cuando un hombre ya mayor me descubrió, comencé a correr, el hombre no dijo nada, solamente saco una bolsa y comenzó a llenarla de manzanas, en cuanto la bolsa estuvo llena, la dejo en el suelo y se fue, Elizaveta y yo lo observamos desde lejos

Las semanas pasaron y el frío comenzaba a llegar, los cultivos lentamente morían, debíamos dejar la granja y buscar un lugar más cálido, la bolsa que me entregó el hombre mayor estaba llena de fruta y nos disponíamos a dejar el lugar, cuando chocamos con el anciano

"Ya no deben correr niños, quédense en mi granja" en un principio dudé, pero no quería que Elizaveta pasara frío, por lo que termine aceptando, el hombre nos guió hasta su casa, el hombre entró a una habitación y poco tiempo después salió con ropa "Toma esto querida, le perteneció a mi hija cuando tenía tu edad" Elizaveta me miró y yo solo asenti para que lo recogiera, antes de ofrecerme a ayudarla, ella dijo que se cambiaría y que no quería ayuda




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