Por supuesto que lo quería.
A pesar de que solo se conocieron por una semana.
Aunque únicamente lo vio sonreír una vez.
Aquel niño se aferró demasiado a alguien que no tenía el derecho a vivir.
Le tomó cariño a alguien que no era humano, a alguien que no era considerado como ser vivo, a aquél que lo recogió de las frías y peligrosas calles.
Aquel niño sintió por primera vez, que podía querer a alguien.