Cap. 55 Ayuda élfica

El día de la alerta, Armel y Waleska no acudieron a la misma debido a que el concejo élfico había solicitado una reunión, y cuando por cualquier motivo, Iván no se encontraba, él era la cabeza del concejo de la Orden. Para aquella reunión también habían sido convocados Thorheld, Thorvald y Thorlak, pues cuando se recibió la comunicación de los elfos, donde lo destacable de la misma era, que tenían que comunicarles algo relacionado con la guerra en curso, habían notificado a Thorheld.

Thorheld, a diferencia de los arzhvaels, conocía la historia de los Faelvir que los mismos elfos desconocían, de lo que no estaba muy al tanto, era de los detalles que estaban exponiendo en aquel momento, pero por lo primero, se sorprendió mucho menos que los arzhaelíes al escuchar sobre la deserción de una parte de la población Svartálfar, así como de su disposición a ayudar en contra de sus congéneres.

Una vez concluída la exposición y que Amrod había presentado a Ahearn, Caedmon se dirigió a Armel.

• Señor Haider
• ¿Sí?
• ¿Sería posible que me permitiese hablar un momento con el señor McKenzie? —preguntó y Armel elevó una ceja, pues había varios señores McKenzie
• ¿Con cuál? —preguntó, y vio la incomodidad de Caedmon
• El padre del chico que… bueno…
• ¿El padre de Iker? —inquirió solo para asegurarse de haber comprendido la incomodidad y el elfo asintió —Puedo transmitirle su petición, pero en este momento todos están ocupándose de una alerta que recibimos poco antes de su llegada
• ¿Alerta? ¿Qué sucedió y por qué no se nos avisó?
• De acuerdo a lo que sabemos, no ameritaba de refuerzos. Se trató de un ataque a una aldea Uzky

Caedmon no insistió como Armel sabía que no lo haría, pues a diferencia de Ysandar o del mismo Gwier, él seguía en la misma necia posición de no ver con muy buenos ojos a los uzkys, así que después de eso, se acercó al grupo para despedirlos, yéndose luego a obtener información acerca del ataque, pero unos krigers le informaron que no habían tenido heridos entre los suyos, no así con relación a los uzkys, y que los mismos habían sido trasladados al hospital, de modo que se fue dercho hacia allá.

Como había dicho el kriger, los arzhaelíes no habían sufrido daños, o al menos nada más allá de algunos rasguños hechos por las felchas que habían estado volando en todas direcciones, así que el personal del hospital estaba a medio camino entre la sorpresa y, en algunos casos, el horror al comprobar que los heridos que estaban recibiendo eran uzkys. Sin embargo, Paul los urgió a ocuparse de las mencionadas emergencias.

En la mayoría de los casos, se trataba de crisis neurológicas, algo no tan extraño sabiendo, por lo que le habían informado, que habían sido atacados por svartálfars, pero había otros casos en los que habían sido alcanzados por las flechas Svartálfar, así que ordenó aplicarles el antídoto que utilizaban en casos como aquel, aunque se mantuvo atento, pues no sabía cómo reacconarían los organismos de los uzkys.

El caso de Jar parecía el de mayor complicación, pues él había recibido no una, sino muchas flechas y se encontraba en estado crítico, así que Elijah y Lizzy la estaban teniendo difícil con Aria.

Eri, y aunque estaba preocupado por Jar, miraba a Aria con cierta extrañeza, pues siempre le había parecido que Jar no le resultaba especialmente simpático, y sabiendo que los arzhvaels, a diferencia de ellos, solían no preocuparse por aquellos que no les simpatizaban, no entendía por qué la afectaba tanto. Iker captó aquel pensamiento y lo miró, pero resolvió no decir nada, porque estaba bastante seguro que en su simpleza, Eri posiblemente no lo habría entendido.

• ¿Paul? —preguntó Lizzy cuando él abandonó de nuevo la sala donde atendían a Jar
• Aunque no es un elfo, sino un arzhvael, el antídoto no parece estar dando resultado. Lo siento. No quiero mentirles o darles falsas esperanzas, pero, aunque nunca he visto a un arzhvael morir por un ataque Svartálfar, en realidad no sé qué sucede con éste
• Tal vez solo se trate de que ingresó más veneno y por eso demore más ¿no? —insistió ella
• Es una posibilidad —le contestó Paul sin comprometerse mucho

Aquello solo hizo que Aria entrase en franco ataque de nervios y que Elijah se desesperase, de modo que Lizzy tomó la decisión de pedirle a Paul que le diese algo para tranquilizarla.

Cuando habían vuelto al hospital, Iván se había ido a ver a Diandra, a quien había dejado en manos de Daira y de Isham.

• ¿Y bien? —le preguntó a Daira que era la que estaba en la habitación
• Se está recuperando. Sufrió la rotura de una arteria cerebral, pero Isham la reparó y ahora solo es cuestión de descanso

En ese momento entraron Danny y su prole en tropel, así que Iván abandonó la habitación y fue a ver cómo iban Denielig y Eved. La primera seguía dormida, pero la nyrs que la vigilaba le dijo que todo marchaba bien. Cuando iba a entrar a la de Eved, se encontró con un Giulian de pésimo humor y a Dan intentando calmarlo.

Si bien ellos habían atendido la alerta, Samantha no, sino que se había ido a ver al chico, y cuando entró, lo primero con lo que tropezó fue con la gris mirada de Frieg. A pesar del tiempo que había pasado y de lo que ahora sabía, ella no podía evitar experimentar la sensación de rechazo hacia él, y aunque intentó reñirse por eso, fue inútil. Sin embargo, se concentró en lo que había ido a hacer intentando ignorar la presencia de Frieg, pues tampoco iba a pedirle que saliese siendo que era su hijo el que estaba allí.