Sinopsis

(19 años atrás)...

Jamás creí que tendría que despedirme del lugar que fue mi hogar por tantos años... Y menos de esta forma.

Huir... Como si fuera una criminal.

Es lo que más me entristece.

Desearía poder regresar el tiempo, hasta la época en que solo era una simple niña... Normal y feliz.

Pero desafortunadamente eso no es posible aunque quisiera. Mi destino es este, y no hay nada que pueda hacer al respecto... Yo lo elegí así.

-- ¿Estás segura de que nadie te siguió?

-- Estoy segura, no te preocupes...logré perderlos antes de entrar a la ciudad.

-- Iza, realmente desearía poder hacer algo más que simplemente ocultarte...desearía tener poderes como tu y de esa forma te protegería de todos los que quieren dañar a tu familia --murmuró con indignación.

Sin emabrgo, su gesto se suavizó cuando vió al pequeño bebé en mis brazos. Calliel, de dos años al fin cayó rendido luego de pasar cerca de tres días caminando y ocultándonos de los merodeadores que enviaron para asesinarme. Mi pequeño hijo se negó a ser cargado durante la mayoría del camino, argumentando que debía guardar mis fuerzas para proteger a su hermana...quien por cierto, hacía acto de presencia en mi vientre abultado de cinco meses.

-- Ariel, sé que quieres protegerme del mal que hay en el mundo y que realmente odias no poder hacerlo, pero creé en mí cuando te digo que lo que estás haciendo en este momento es suficiente para nosotros...tú nos estás salvando la vida --respondí intentando darle ánimos.

Ariel...mi hermana mayor y una de las pocas personas dentro de mi familia que no tiene poder alguno. Nació siendo completamente humana, como nuestro padre.
Ella nunca se quejó por no tener sangre Divina, al contrario, solía decir que de esa forma podría tener una vida normal y sin responsabilidades de salvar a extraños.

Personalmente siempre me sentí mal por ella, especialmente cuando nuestros padres decidieron que tenía que irse a vivir como los humanos normales. Papá se fue con ella y aunque manteníamos contacto a traves de nuestra madre y alguno que otro metodo...jamás volvimos a vernos.

Al menos hasta ahora.

En cuanto se fue de nuestra aldea protegida, mi madre se encargó de hacer que su historial y registros desaparecieran de este planeta. En cuanto al resto del mundo, ella dijo que mi hermana había sido asesinada por unos animales. En nuestro mundo le hicieron creer a todos que sus poderes eran demasiado débiles, así que la historia de animales salvajes atacándola fue más creíble. Todos lamentaron su muerte y nunca volvierón a mencionar su nombre por respeto a mi madre.

En cuanto a mi padre...mi madre siempre dijo que no quería a un humano problemático cerca así que decidió sacarlo de su vida...aunque en realidad se amaban demasiado.

-- Ya que todos en tu mundo piensan que estoy muerta, supongo que será más fácil mantenerlos a salvo. Vamos tengo que presentarte a mi familia --murmuró y pude ver en sus ojos un brillo especial.

Desde que la contacté super que este momento llegaría y por ratos llegué a sentir miedo...sin embargo al ver la emoción en su rostro, siento nervios.

Es como si estuviera conociendo a mi hermana por primera vez...bueno, supongo que en realidad así es.

No puedo evitar recordar como comenzó toda esta locura.

Y un suspiro melacólico se escapa de mis labios al darme cuenta de que nunca más volveré al que fue mi hogar toda mi vida...

Cuando supe que estaba embarazada de mi segundo hijo, me sentí feliz y plena... Hasta que el maestro Kim Jun Seok me pidió reunirme con él.

Al ser uno de los más antiguos y poderosos, todos le guardamos un gran respeto... Desafortunadamente desde el momento en que recibí su invitación, supe que nada bueno resultaría.

Jun Seok, me mostró una visión que tuvo hace un tiempo, una profecía.

-- El mal se esparcirá por el mundo, los celos llevarán a la humanidad a dividirse y pelear unos contra otros en una guerra sangrienta y sin fin. Sangre divina y sangre humana se derramará por igual.

Murmuró en tono sombrío mirándome a los ojos.

Un escalofrío me recorrió la espalda y un mal presentimiento se instaló en mi pecho.

-- Tus visiones siempre han sido ciertas, así que supongo que esto también se cumplirá, mi única duda es...¿qué tiene que ver esto conmigo? --pregunto asustada.

-- Desafortunadamente Alphariza, tiene todo que ver contigo.

-- No estoy entendiendo lo que quieres decir Jun.

-- El nacimiento de tu hija será una pieza clave para la salvación del mundo de los "Sangre divina"...o la perdición del mundo entero --responde con la cara más seria que le he visto en la vida.

-- ¿Hija?...¿t-tendré una hija?

No puedo creer lo que ha dicho y tengo sentimientos encontrados. No sé si sentirme feliz de saber que será niña, o sentir miedo de saber que el futuro de la humanidad estará en sus manos.

-- Sabes que estoy obligado a decirle al consejo cuando se presenta una situación que pone en peligro nuestro mundo...pero antes de hacerlo quiero saber cuál decisión vas a tomar. Puedes evitar el dolor y la angustia si abortas lo antes posible, pero si no lo haces...tu vida jamás será la misma.

Desde ese día tuve muy claro cual sería mi destino...y lo que tendría que hacer para asegurarme de cumplirlo...

(En la actualidad)...

La humanidad siempre ha sido una de las creaciones más bellas y especiales de la historia.

Son complicados e inteligentes, siempre con deseos de descubrir cosas nuevas y una vez descubiertas...quieren controlarlas para su beneficio.