A veces pienso en como era nuestra vida antes de que mamá nos dejara. Tengo muy pocos recuerdos ya que era pequeña cuando sucedió, pero lo que aún conservo es un pequeño tesoro para mí. Aunque también es algo que me provoca dolor y a veces resentimiento.
No me mal entiendan, no estoy molesta con ella, ni tengo resentimiento por que se fuera sin nosotros...es solo que existen momentos en los que veo a las personas a mi alrededor.
Momentos en los que realmente observo las vidas de los humanos que se cruzan en mi camino todos los días. Y me pongo a pensar, a imaginar como sería nuestra vida si mamá no hubiera tenido que irse, como sería si nuestra familia fuera completamente normal, justo como las familias de mis amigas.
Pero dejo ese pensamiento en cuanto recuerdo que nuestra vida es diferente...que nuestra vida ha sido distinta desde hace mucho tiempo. Desde antes de que yo viniera al mundo.
Mi tía Ari solía contarnos historias de mi madre. El respeto que todo el mundo le tenía, su increíble poder...y las decisiones que tomó cuando estaba embarazada y tuvo que sacrificar todo cuando supo que el destino del mundo estaría en mis manos.
Cuando era pequeña solía culparme por hacer que la vida de las personas que más amo, cambiara completamente...solo por existir.
Eso es todo lo que se necesita para hacer que mi familia esté en constante peligro todo el tiempo, simplemente tengo que seguir respirando y eso me hace la personas más temida en casi toda la tierra.
Aún no cumplo ni los 20 años y ya tengo la responsabilidad de salvar al mundo.
Que vida la mía...
-- Marian...¡Marian!
El grito hace que deje de divagar y preste atención a mi alrededor.
Aunque no puedo evitar saltar en mi sitio a causa del susto.
--¿Qué ocurre? --pregunto un poco aturdida.
--Hace quince minutos que estoy hablando sobre mi cita con Isac y tú no has escuchado nada...
Se queja y me regaña de paso.
--Lo lamento Sony, pero es que últimamente tengo mucho en la cabeza.
Intento disculparme.
Sonia, mi mejor amiga y la única persona que me comprende mejor... Bueno solo en lo referente a la falta de mis padres.
--Eso he notado, pero si te soy sincera...realmente me interesa más conocer al chico que te trae con la cabeza hecha un lío, que lo que te hace pensar.
Y solo así...mi amiga piensa que la causa de mi distracción, es por un chico.
Aunque en realidad, así es como debería de ser...si tan solo supiera la verdad, creo que estaría más preocupada de esta situación que yo.
--No es por ningún chico, Sony...simplemente tengo unos asuntos familiares que resolver.
Murmuro mientras atravesamos las puertas de la escuela.
¡Al fin las clases terminaron!...el día se me hizo eterno.
Normalmente me gusta pasar tiempo en la escuela porque me siento más "normal"... Pero el día de hoy siento que ya he tenido demasiado del colegio.
--De acuerdo, si quieres que piense eso, eso haré --finge que confía en mi palabra.
Pongo los ojos en blanco ante su necedad.
Ambas podemos ver a unos cuantos metros a una mujer de avanzada edad acercándose a nosotras.
Es la abuela de Sony. Sus padres murieron cuando ella tenía 5 años.
La misma edad que yo tenía cuando mi madre nos dejó.
Sé que es un poco diferente la situación, ya que sus padres están muertos y aunque casi no tengamos contacto con ella...mi madre sigue viva.
Solo que ella sigue escapando de las personas que quisieron asesinarme antes de nacer.
Muy pocas veces podemos hablar con ella, en realidad tenemos suerte si conseguimos recibir una carta de ella cada tres meses.
Pero aun así, la situación es un poco diferente.
--Tengo que irme, Marian --habla mi amiga, aún tiene la vista en su abuela.
--¿Irán a dejar flores a tus padres?.
--Sí...hoy es ése día del mes...--murmura un tanto melancólica.
Cuando sus padres murieron Sony entró en depresión y sentía tanto dolor que por poco la perdemos. Todos, incluida su abuela, estábamos verdaderamente preocupados por ella.
De pronto, un día su abuela pidió permiso en la escuela para que Sony faltara unos días y la llevó a una vieja cabaña que era de sus padres. Según lo que mi amiga me contó, estuvieron ahí todo el tiempo, y eso consiguió hacerla sentir mejor.
Porque de esa forma ella podía "sentir cerca" a sus padres.
Después de eso, comenzaron a visitar el cementerio una vez al mes. Así Sony lleva flores y pasa horas hablando sobre su vida frente a la tumba de sus padres.
Ella no suele mostrar realmente sus emociones fácilmente frente a los demás, pero aunque intenta ser fuerte, conmigo no puede fingir todo el tiempo.
Sé que está sufriendo...aún cuando ya pasó tanto tiempo, ella sigue extrañando a sus padres.
Sin embargo, si hacer esto la mantiene viva y con paz interior cada día... yo misma la llevaría diario al cementerio.
--Buena suerte...dales saludos de mi parte.
--Lo haré...te veo luego --dice a modo de despedida, al tiempo que dice adiós con la mano.
La veo saludar a su abuela con un beso y después a ambas alejarse del territorio de la escuela.
--¿Es ése día del mes?
Pregunta mi hermano, apareciendo de la nada junto a mí.
No me sorprende...lo sentí venir desde el otro lado de la escuela.
--Sí...ella lucía demasiado triste --respondo sintiendo tristeza por mi amiga.
--Bueno, creo que todos somos un tanto melancólicos en días así --murmura mi hermano mientras me rodea los hombros con un brazo, de forma cariñosa.
Algo en su tono me da un mal presentimiento.
--¿Qué sucede Cal? --pregunto girando para ver a mi hermano de frente.
--Nada que tenga que preocupar a mi pequeña princesa...así que, será mejor que vayamos a casa ahora. La tía Ari nos espera.
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Editado: 01.10.2024