Asaliah

Capítulo 7

--Vamos...despierta...--escucho su voz cálida cada vez más lejos, mientras mi mente se desliza hacia un lugar de paz y tranquilidad.

No tengo idea de cuanto tiempo ha pasado desde que perdí la consciencia, pero puedo sentir como mi cuerpo vuelve a la vida de a poco.

Un terrible dolor de cabeza me hace saber que no he muerto aún.

Los muertos no sienten dolor...hasta donde yo sé.

Intento levantarme, pero una mano me impide hacerlo.

--Mantente quieta, estarás mejor en un momento --habla de pronto.

Es un hombre. Su voz suena como un hombre adulto...tal vez de mediana edad.

Y mi cerebro vuelve por completo a la vida, al mismo tiempo en que mis alarmas se activan y mi instinto me dice que salga corriendo de aquí ahora mismo.

Abro los ojos y me incorporo tan rápido que casi puedo sentir como la sangre fluye directo a mi cabeza en un solo segundo.

--¡Aaahh! --grité en cuanto una punzada de dolor amenazó con hacer explotar mi cabeza.

--Te advertí que te mantuvieras quieta --habla de nuevo el hombre.

Me giro para verlo. Está arrodillado junto a mí en el suelo y justo ahora me doy cuenta de que está sosteniendo mi mano con delicadeza.

Justo cuando estoy a punto de retirar mi mano de forma brusca y alejarme lo suficiente como para salir corriendo de aquí...de pronto una luz blanca rodea todo su cuerpo, comienzo a sentir un extraño y reconfortante calor recorrer mi cuerpo empezando por la mano que sostiene de manera protectora.

Luego de un par de minutos al fin comprendo lo que está pasando.

Me está dando energía, y tratando de curar cualquier herida en caso de que tenga alguna.

Los dolores se van en poco tiempo y siento como la fuerza vuelve a mí.

--Eres un Sangre Divina...--murmuro tanteando la situación.

Luce bastante tranquilo a pesar de la mirada llena de desconfianza que le estoy dando.

--Me gusta considerarme más como alguien neutral, Asaliah --responde tranquilamente y a mi se me detiene por completo el corazón.

Nada ni nadie pudo detenerme de alejarme de ese hombre en una milésima de segundo.

En cuanto escuché mi nombre salir de su boca, en lo único en que pensé fue en huir. Así que en menos de un segundo, me encontré a poco más de dos metros suspendida en el aire.

Claro...por poco olvido que mi alas siguen afuera.

Luego de escapar del callejón y llegar hasta este edificio, estaba tan agotada que ni siquiera tuve oportunidad de pensar en como regresar mis alas adentro de mi cuerpo.

Y a pesar de que me encuentro lo bastante asustada y desconfiada...una parte de mí quiere averiguar quien es este hombre y cómo sabe quien soy en realidad.

--No debes temer de mí, Marian...--habla de manera calmada, pronunciando mi nombre mundano--...si hubiera tenido la intención de asesinarte, lo habría hecho mientras te encontrabas inconsciente, ¿no lo crees?

Lo que dice tiene lógica...mucha en realidad.

Sé que podría ser una trampa y sería demasiado estúpida si bajo la guardia y confío en lo que dice, pero algo en él me resulta extrañamente familiar.

Por alguna razón quiero confiar en él.

Aunque la sensación es diferente de la que tuve con el hombre de la voz en mi cabeza que necesita mi ayuda.

Si una persona normal, un simple humano supiera que hay voces en mi cabeza hablando de vez en cuando...estoy segura de que terminaría encerrada en un hospital psiquiátrico de inmediato.

Lentamente comencé a descender de nuevo hacia el techo del edificio.

--¿Cómo sabes quién soy? --fue lo primero que salió de mi boca.

--He venido a ayudarte, soy un viejo amigo de tus padres.

Y solo con eso, ya me encontraba pensando den todo, menos en lo realmente importante.

¿Quién es él?

--Eso no es posible...mi madre...ella...

--¿Jamás te habló de mí? --me interrumpe y termina la frase en mi lugar--...claro que lo hizo, solo que ahora estás muy asustada como para recordarlo con claridad. Pero debes creer en mí, no quiero hacerte daño.

--No puedo creer en eso...¿Cómo puedo confiar en alguien que nunca antes he visto?

Intento hacer que mis dones lo rodeen de manera silenciosa para poder escanearlo. Necesito saber si lo que dice es verdad...o solo está intentando distraerme para atacarme por la espalda después.

--Me da gusto saber que eres precavida y no permites que alguien de moleste ni te engañe tan fácilmente...--sonríe mirando a su al rededor como si buscara algo en el aire--... puedo sentir la fuerza de tus poderes rodeando los míos. Mi pequeña niña, eres igual a tu madre, valiente, feroz y poderosa.

Me sorprendí por completo.

Nunca antes, nadie había podido sentir la verdadera intención de mis dones, excepto yo.

Debido a la sorpresa, dejé de prestar atención a la situación a mi alrededor.

Supongo que tiene algo que ver con la mención que hizo sobre mi madre. El hecho de que alguien que no es de mi familia, la mencione de una manera que resulta tan cálida y familiar...evoca cientos de recuerdos y pensamientos que he tenido y desechado a la basura con el paso de los años.

Estaba tan absorta en el remolino de emociones, que no pude predecir el siguiente movimiento o pensamiento del hombre.

En menos de un segundo, estaba frente a mí...a menos de medio metro de distancia. 

Definitivamente está invadiendo mi espacio personal.

Ni siquiera tuve tiempo de gritar o pestañear a causa de la impresión.

--Toda mi vida, me han dicho que no debo confiar en nadie que no conozca...porque los humanos no saben de la existencia de los Ángeles y los Dioses, y porque los Sangre Divina intentan encontrarme para poder asesinarme...¿Por qué debo confiar en ti? --pregunté con voz segura.

A pesar de sentir que podría desmayarme en cualquier momento, me negué rotundamente a apartar mi mirada de ese par de ojos que me observan como si estuvieran intentando encontrar algo que saben que está ahí.




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