Si lo que dice en este momento resulta cierto, eso significaría que estoy frente al hombre que tuvo una visión sobre la guerra que llevará al mundo al desastre y la devastación. El mejor amigo que mi madre pudo tener, aún a pesar de que ella no lo diga sé que así fue.
El gran, místico y respetado Kim Jun Seok.
Por un segundo, en mi mente pasaron en sucesión todas y cada una de las veces que he escuchado o leído algo sobre él...su nombre, su biografía y todas las historias que mi madre y la tía Ariel me han contado sobre él y su amistad con la familia de mis padres.
Sin darme cuenta di un par de pasos hacia atrás en medio de toda aquella impresión.
En mi mente no había nada más que la voz de mi madre, contándome la historia de nuestro pueblo y cómo su amigo era especial y bondadoso...como todos le tenían respeto.
--Eso no puede ser...--balbuceé--...Jun Seok era un Sangre Divina...él no era como yo...sea cual sea la categoría a la que yo pertenezco.
Siento como si un enorme balde de agua hubiera caído sobre mi vida en este momento.
--El mundo debe tener conocimiento de cosas que puedan comprender. Y para poder vivir, nuestra especie ha tenido que aprender a ocultar partes de su verdadera personalidad...entre todo eso, también va incluido ocultar nuestro origen.
--¿Especie?...¿De qué demonios estás hablando? Solo existen cuatro especies en el mundo.
Realmente estoy intentando no entrar en pánico en este momento.
No quiero pensar en la cantidad de veces en que se me ha dicho durante toda mi vida, que en el mundo solo hay cuatro razas existentes. Si lo que dice es verdad, entonces cada clase y conocimiento sobre la historia de nuestra creación que tuve...podrían ser una completa mentira.
--Existen muchas cosas que el gobierno de ambos lados ha ocultado durante mucho tiempo...sin embargo, y por muy entusiasmado que me sienta por poder al fin darte el conocimiento que necesitas, me parece que en estos momentos necesitas darte prisa --murmura acercándose de nuevo.
--¿Darme prisa? --estoy confundida.
--Si no mal recuerdo, pequeña...cuando llegaste a este edificio, fue con la intención de ayudar a una pobre alma que necesita liberación...
Y entonces recordé todo.
¡Mierda!
Me olvidé por completo de él.
--¡Por los Dioses! --casi grité--...necesito encontrarlo...¿Dónde estás?
Caminé por el lugar con las manos en la cabeza intentando concentrarme para dirigir mi energía hacia donde quiera que fuera...con tal de obtener una respuesta.
--Él se encuentra en un edificio abandonado en el centro de la ciudad...en realidad está muy cerca de este lugar --habla con calma cual si estuviera dando el pronóstico del clima.
Me giré tan rápido que casi pude escuchar el crujir de mi cuello, amenazando con colapsar.
--¡¿Qué?! --nada pude evitar que esta vez sí gritara.
--Está atado en un sótano...--murmura con semblante pensativo--...aunque se encuentra rodeado de una extraña y poderosa energía.
--¿Energía? --pregunté con más miedo del que he podido sentir en el transcurso de la más extraña de las noches de mi vida.
--A quien tienes tanto interés en salvar...es alguien muy importante, por lo que logro notar en su casi extinta energía...
Bueno, eso es algo que ente momento no me importa mucho.
--Da igual...debo ayudarlo --respondí de manera rápida y seguí concentrándome en encontrar su línea de pensamientos.
--Deja de intentar leer su mente...simplemente ven conmigo.
Para el momento en que dijo la última parte, sentí su mano sobre mi hombro y un segundo después todo a mi alrededor se convirtió en un borrón de sombras. Supe que no estaba perdiendo la consciencia de nuevo, porque el poco contenido de mi estómago se revolvió de tal forma, que amenazó con salir disparado en cualquier momento...junto con mis entrañas.
Mi cabeza latía, la garganta se me ha quedado seca y mi cuerpo comenzó a temblar cual adicto en sus primeros día de rehabilitación.
Y tan solo un momento después...el mundo recuperó su forma.
En realidad lucía como un callejón y eso terminó por confundirme.
¿Dónde quedó el techo del edificio?
--¿Qué demonios fue eso? --escupí molesta en cuanto logré ordenar un poco mis pensamientos.
--Algo nuevo para ti, pero que confío en que logres desarrollar sin problemas en el futuro...teletransportación.
Espera...¿dijo teletransportación?
--¿Qué? --pregunté entre confundida e indignada-- Pudiste haberlo dicho y habría volado hasta aquí...prefiero eso a sentir una mano invisible que revuelve mis entrañas.
--Es más rápido de esta manera...--intenta rebatir.
--¡Entonces, lo hubieras mencionado para que pudiera guardar antes mis alas!...¿Tienes idea del dolor que tendré que soportar ahora para poder ocultarlas de nuevo?
Creo que fácilmente podría ponerme histérica en este momento.
--Eso no será necesario --responde sin más.
--¿De que hablas?
--Para poder ayudar a ese hombre, vas a necesitar de tus dones...y también necesitarás de tus alas, en caso de que deban huir --explica y me mira con algo que supe identificar como exasperación.
--¿Para que necesito eso?...Simplemente puedes hacer lo mismo que hace un momento y hacernos aparecer lejos de aquí en un solo segundo...
Intenté con todas mis fuerzas no pensar en la forma en que mi estómago se revolvió...pero no lo conseguí del todo.
Jun Seok me observó divertido.
--Me temo que no puedo llevar a más de una persona conmigo cuando hago ese pequeño "truco"...
Luce como alguien que realmente puede sentir pena por los demás...sin embargo, en esta ocasión por alguna razón...no le creo nada.
--No puedes...¿O no quieres? --me aventuré a suponer.
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Editado: 01.10.2024