Asaliah

Capítulo 9

No sé decir en verdad que fue lo que me sorprendió más, si el hecho de al fin poder ponerle un rostro a la voz en mi cabeza... o que ese hombre lograra de alguna forma mantenerse con vida hasta ahora.

Decir que estaba destrozado, sería mentir.

¡El hombre estaba realmente muriendo!

Sé que una parte de mí sabía eso, lo deduje cuando dijo que su energía se agotaba y le quedaba poco tiempo.

Pero verlo con mis propios ojos aferrándose a la última esperanza para permanecer con vida... fue algo completamente distinto.

Mi corazón se contrajo dolorosamente al verlo, la sangre en mis venas ardió como fuego y sin darme cuenta comencé a caminar hacia donde él estaba.

Una mano se ciñó sobre mi brazo impidiéndome seguir y en ese momento quise arrancarla, por no permitirme ayudar a ese hombre.

Y tal parece que mis pensamientos se vieron reflejados en mi rostro, ya que Jun Seok me indicó que guardara silencio y en seguida, señaló hacia dos puntos a cada costado del hombre herido.

En el suelo cerca de él había cientos de marcas grabadas profundamente, y podía distinguirse tenuemente un rastro de luz de un tono azul oscuro.

--Pero... qué...

Di un paso y me puse en cuclillas con la obvia intención de examinar de cerca esas marcas. Y casi caí al suelo cuando sentí la energía brotar de ellas.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo y un mal presentimiento se apoderó de mi corazón.

Las alas en mi espalda se sacudieron ligeramente por esa sensación.

--Es una gran cantidad de energía resentida --murmuró Jun Seok-- una sola marca de esta energía es suficiente para mantener a un Sangre Divina totalmente débil por horas, y un pequeño grupo de ellas podría derribar a alguien como tu y como yo. Pero ellos se tomaron el tiempo de hacer cientos de marcas aquí.

--¿Y eso qué tiene que ver? ¿Qué significa? --pregunté en susurros sin despegar la vista del suelo.

--Hacer una sola marca como estas, requiere de un gran poder y sacrificio. Ya que para conseguir hacerlas, se debe renunciar a una pequeña parte de nuestro poder y eso por sí mismo... es extremadamente doloroso.

--Si es tan doloroso como dices, ¿Por qué hicieron todo esto? 

--Definitivamente no quieren que él salga de aquí --respondió señalando al hombre moribundo en la habitación.

Me levanté y comencé a analizar detalladamente el lugar.

El hombre está atado por cadenas que a simple vista ya puedo decir que resultará extremadamente complicado romper. 

Caminé de un lado al otro intentando encontrar detalles importantes que no pudieran ser visibles tan fácilmente.

El herido comenzó a toser sangre, tan oscura que me dio miedo que pudiera morir ahí mismo. Después, simplemente se desmayó.

Y antes de que pudiera decir algo al respecto, Jun Seok se colocó frente a él y fuera del alcance de las marcas en el suelo.

Una especie de burbuja de luz dorada lo rodeo. 

Jun Seok se sentó y con una mano abierta tocó el suelo.

Quería realmente preguntar al respecto, pero me quedé sin palabras cuando vi la misma energía dorada traspasar el suelo y rodear el cuerpo del hombre herido.

¡De alguna forma, Jun Seok está intentando sanarlo y darle un poco de energía!

Eso es demasiado impresionante.

Nunca había visto algo así.

En realidad... todo esto es demasiado impresionante para mí. Jamás había tenido la oportunidad de presenciar nada como esto.

Al estar toda mi vida oculta y sin realmente pelear contra nadie. Lo único que he hecho es entrenar con mi hermano.

Salí de mis pensamientos abruptamente cuando el sujeto al que veníamos a ayudar, recobró el sentido y se levantó de repente, o al menos lo intentó... causándome un gran susto en el camino.

Pude ver claramente como intentaba romper las cadenas que ataban su cuerpo.

Sin embargo... en cuanto tiró de las cadenas, estas comenzaron a brillar y sangre brotó de sus manos y pies, causándole heridas que a simple vista, parecían realmente dolorosas.

Al final, la fuerza y energía recién obtenida comenzó a gastarse. El hombre cayó de nuevo de al suelo y comenzó a gritar de un modo tan desgarrador, que no pude evitar sentir como mi corazón se contraría de nuevo.

Fui capaz de sentir su dolor. 

De alguna forma, pude sentir el ardor que provocaron las heridas de las cadenas en su cuerpo, y la desesperación que el tipo sentía me recorrió por completo hasta instalarse en mi corazón.

Inevitablemente, las lágrimas bañaron mi rostro.

--Las cadenas están forjadas con energía de Ángel y resentimiento puro de Dios --murmuró Jun Seok, mientras comienza a caminar por el lugar-- El poder de un Ángel y un Dios legítimo, por sí solo es demasiado para que cualquier Sangre divina tenga dificultades en superarlos... pero juntos, podrían conseguir mantener a cualquiera en completa sumisión.

Realmente quería preguntar. Quería exigir que mis dudas fueran resueltas sin más demora... pero al mismo tiempo, tenía miedo de escuchar todas las respuestas.

Algo dentro de mí, me dijo que lo que llegara a salir de ahí... no me iba a gustar.

Jun Seok caminó hasta el otro extremo del lugar y volvió hasta mí con una cuerda enrollada.

No tengo ni la menor idea de dónde salió. Cuando hice mi inspección, no me percaté de que estuviera aquí.

--Sostén esto --ordenó mientras colocó la cuerda en mis manos.

No me dio tiempo de preguntar la razón. El hombre encadenado, dejó de gritar y comenzó a llorar.

--¿Por qué nadie ha bajado a verlo? --pregunté señalando al hombre en cuestión.

--Todo se debe a que tienen su propia forma de vigilarlo. Las marcas en el suelo pueden manipularse para funcionar como alarma, de esa forma no tienen que preocuparse por él. Después de todo, nadie querría estar aquí todo el día escuchándolo gritar pidiendo ayuda --respondió sin mas, mientras comenzó a caminar al rededor mientras murmuraba cosas.




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