Asaliah

Capítulo 12

--¿Escuchaste los rumores? --pregunta Sony en susurros.

--No, ¿A qué te refieres? --respondí en tono inocente.

Aunque en el fondo, algo me decía que tiene que ver con mi pequeña hazaña en el río.

Observa a su al rededor para asegurarse de que nadie más la escuche.

--La gente habla sobre el ángel de la ciudad... aunque el gobierno ha dicho que fue un grupo de chicos grabando un cortometraje, la mayoría piensa que es real...

Realmente tuve que esforzarme para no dejar salir un jadeo de horror.

--¿Y-y tú qué p-piensas al respecto? --me maldije internamente por titubear así.

Afortunadamente Sony ni siquiera lo notó. La observé atentamente mientras ella tenía un debate interno que podía ver claramente en las expresiones de su rostro.

Hace días que mi hermano y yo buscamos la forma de hablar con Ariel sobre nuestro entrenamiento... pero por más que lo intentamos, simplemente no nos atrevemos a abrir la boca.

Brennan se fue de viaje en cuanto Jun Seok me dio el "alta medica" y desde ese momento, a pesar de que Ariel aceptó que Nuriel se quedara con nosotros... no ha permitido que pasemos tanto tiempo con ellos.

O al menos eso es lo que ella creé.

Me he graduado de la preparatoria y aunque la graduación oficial es dentro de unos días, ya no puedo usar las clases como pretexto para salir de casa. 

Afortunadamente, tengo una mejor amiga humana para ayudarme con esa pequeña situación.

Aunque ella en realidad no sabe nada al respecto.

Desde el momento en que nos dimos cuenta de que Ariel no nos quiere cerca de Nuriel y Jun Seok... decidí mantener en secreto mis intenciones.

Lo que, básicamente significa, que les he mentido a todos para poder entrenar a escondidas.

En casa, toda la familia sabe que paso las tardes en casa de Sony estudiando, o saliendo de compras y haciendo lo que cualquier chica normal de mi edad, debería hacer en sus vacaciones.

Siento un poco de pena por mi mejor amiga.

Es la amiga más importante que tengo y la estoy usando como excusa para escapar de mi tía.

Soy una mala amiga.

Aunque justo hoy, dije la verdad y salí con Sony para distraerme un rato.

Desafortunadamente, ni siquiera pensé en la posibilidad que podría existir de hablar sobre ese tema en específico.

--No lo sé... --responde dudosa luego de un rato-- admito que es emocionante la idea de seres con alas viviendo entre nosotros... pero también da un poco de miedo saber que existen criaturas más fuertes y poderosas.

Clásica respuesta mundana.

Los humanos le tienen miedo a todo lo que no conocen. Es un instinto primitivo de supervivencia que desarrollaron desde la prehistoria y se ha mantenido hasta la época actual.

Es bueno en ciertas situaciones, pero en este momento en especial, está resultando un completo obstáculo.

--¿Pero, piensas que sea posible? --pregunté de nuevo.

--¿Seres sobrenaturales? --inquiere divertida-- tal vez... aunque si un ángel de pronto se enamorara de mí, podría fácilmente aceptarlo.

Deja salir una risa divertida mientras observa de nuevo a nuestro al rededor.

Si tan solo supiera que los ángeles realmente existen... y hay uno en el sótano de mi casa justo ahora.

--¿Tu familia ha dicho algo respecto a la universidad? --pregunta cuando estamos de camino a casa.

Tomaremos un autobús que nos deja cerca de su casa y después tomaré un taxi hasta mi prisión personal, llamada humildemente... hogar.

O tal vez, simplemente decida volar hasta allí, la noche está cayendo y el atardecer es muy lindo.

Apuesto a que disfrutarlo sería grandioso.

--No mucho en realidad --respondí tranquila-- saben que mis calificaciones son perfectas y siempre me apoyan en mis decisiones... dijeron que lo único que quieren es que estudie lo que me haga feliz.

--¡Tus tíos son realmente geniales! --se emocionó-- ellos nunca se oponen cuando se trata de algo que realmente quieres...

No pude evitar hacer un gesto, cuando recordé la insistente negativa de Ariel a nuestros entrenamientos.

Parece que, después de todo... no siempre me dan lo que quiero.

--Supongo que sí --concedí.

--¿Estás segura de que estarás bien yendo sola? --preguntó una preocupada Sony-- Puedo pedirle a mi primo que te lleve, tiene un local cerca del centro.

Sonreí levemente ante su tono medio lleno de terror.

A veces se pone realmente ansiosa cuando salimos y nos cae la noche mientras volvemos a casa.

--No hay necesidad de que molestes a tu primo --respondí divertida-- Puedo volver sola, no tienes que angustiarte... no me pasará nada.

--Sé que eres una experta en box y esas cosas, pero el mundo ya no es tan seguro como antes --murmura-- además, el crimen ha aumentado desde que apareció el ángel de la ciudad.

El corazón se me estrujó al escucharla.

Si tan solo supieras...

--Lo sé --resoplé un tanto indignada.

Pero no porque el crimen aumentara en la ciudad, sino porque el mundo entero decidió creer que es mi culpa que eso ocurra.

¡Ni siquiera tengo algo que ver con eso! Literalmente me la vivo encerrada en mi casa porque estoy castigada y tengo prohibido siquiera pensar en usar mis dones fuera del salón de entrenamiento.

--Escucha, Sony --intenté convencerla y tranquilizarla-- Tomaré un taxi en la avenida y este me llevará directo a casa, así que no estaré en peligro. ¿De acuerdo?

Me miró un par de segundos antes de decidirse a confiar en mí y asentir de acuerdo conmigo.

Aunque pensándolo bien, tendría que sentirme mal con ella... porque en realidad le acabo de mentir. No pienso tomar un taxi.

Usaré algo mucho más rápido y seguro.

Mis alas.

Nos despedimos en cuanto fuimos capaces de observar la fachada de su casa en la distancia.




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