Asaliah

Capítulo 16

--Asaliah, debemos hablar...

--Si me pagaran por cada vez que me han dicho esa frase en esta semana... tendría dinero suficiente para comprar un boleto de avión y largarme de aquí --respondí sin ganas.

Me negué a girarme.

Hace dos días que he estado encerrada en la habitación que me fue asignada por Jun, me niego rotundamente a ver a mi madre. Todo el mundo piensa que estoy exagerando, pero ellos no entienden como me siento.

Si tan solo pudieran ser capaces de ver lo confundida que estoy... no intentarían presionarme de esta manera.

--Tu no necesitas un boleto de avión... solo usa tus alas --responde sin más, pasando por alto el nivel de sarcasmo que cargo estos días.

--Carly, dime de una vez qué es lo que esperas sacar de esta conversación --murmuré girándome al fin para verla.

No me sorprendió para nada la mirada de lastima con la que me encontré. Desde que mi madre apareció con todo y entrada triunfal, todos me tratan con lastima, es como si tuvieran miedo de herir mis sentimientos. Me siento como un cachorro abandonado en medio de la carretera.

--No me gusta verte triste... --murmura abatida-- estoy segura de que las cosas no están resultando nada sencillas para ti, solo quiero decirte que yo estoy aquí, puedes hablar conmigo sobre lo que sea... cuando lo necesites --casi susurró la ultima parte y simplemente se fue.

Ahora me siento culpable por poner triste a mi familia.

....<No hay absolutamente nada por lo que debas sentirte culpable, nada de lo que ha pasado es culpa tuya>...

Un suspiro irónico escapó de mis labios ante la voz que clara y preocupada que resonó en mi cabeza.

--No tienes que espiar mis pensamientos para saber mi estado de ánimo... ¡simplemente pregunta! --hablé en voz alta al hombre que sabía perfectamente, estaba del otro lado de la puerta.

Una ligera sonrisa tiró de la esquina de mis labios al escuchar la puerta abrirse y ver una tímida mirada observarme desde el umbral.

--No puedo evitar preocuparme... soy tu padre y soy nuevo siéndolo, en este momento todo es muy intenso para mí --murmura a modo de disculpa.

--Estoy tan cansada de todo... que no tengo energía ni para molestarme contigo por cualquier cosa --respondí conmovida.

No tengo idea de cual fue el momento exacto en que la barrera que me había propuesto poner en medio de los dos, desapareció... pero siendo sincera, en este instante ver su preocupación me hace sentir mejor de lo que esperaba.

--Sabes que debes hablar con tu madre, ¿Cierto?

--No quiero hacerlo --respondí obstinada.

--No todo es como piensas, Asaliah.

--No quiero que vuelva a mentirme.

--Pequeña... --murmura mirándome con ternura-- en el mundo hay mucha gente malvada, puedes temer de todos ellos... pero no de tus padres... no de tu familia.

Me fue imposible ocultar la genuina y feliz sonrisa que invadió mis labios.

--¿Qué?--preguntó bastante perdido.

Si, lo sé... parezco loca.

--Realmente ya tomaste en serio tu papel como padre, ¿No es así?

El ligero rubor que adornó sus mejillas me hizo saber cuanto le afecta toda esta situación.

¡Por los Dioses, acabo de ver a un ángel ruborizarse!

--Es algo que trato de aprender estos días... todo es muy nuevo, pero me gusta --sonríe radiante.

--Ojalá Calliel lo tomara tan bien como tú --suspiré con melancolía.

--Pequeña, puede que tu hermano aún no acepte del todo la idea, pero se preocupa por ti y te protege.

--¿De verdad?

--Esa es la única razón por la que me permite estar en este momento contigo, cuidándote, mientras él se encarga de mantener a tu madre alejada.

Vaya... no lo habría pensado jamás.

--Todos me esperan, ¿cierto?

--Eres una celebridad, mi niña todos mueren por ver el alcance de tus poderes.

--Ni siquiera yo he visto el alcance de mis poderes...¿Qué pasará si lastimo a alguien?

Puede que suene tono, pero es la verdad... crecí con la obligación de controlar mis poderes y ocultarlos... dejarlos salir simplemente así, podría lastimar o matar a alguien.

--Creo que tengo la solución a este problema --habló con entusiasmo.-- ¡saldrás ahora y entrenarás conmigo!

--¡¿Qué?!

--Tus dones no podrán dañarme... soy un ángel puro.

Resoplé con ironía.

--Escucha, no te ofendas, pero cuando te rescaté estabas a punto de morir... creo que realmente podría hacerte daño.

--Cuando me encontraste había estado secuestrado y torturado por años... en mi situación cualquier otra persona no habría soportado tanto.

--Pero...

--Y ahora estoy totalmente recuperado --me interrumpe--nadie podría matarme... ni siquiera los poderes crudos de un caso especial como tú.

De acuerdo, debemos admitir que su argumento suena con bastante lógica. Entonces tengo dos opciones, quedarme aquí evitando a mi madre hasta que la guerra estalle... o salir con...mi padre y hacer lo que siempre he querido.

¡Entrenar de verdad!

.....

-- Sigo pensando que es una mala idea --murmuré con algo de miedo.

-- La mejor forma de superarlo, es enfrentarlo --respondió mi padre.

Siento la imperiosa necesidad de disculparme con todos los presentes, solo por si algo malo sale de esto.

A juzgar por la forma en que todos me observan mientras soy prácticamente arrastrada por mi padre hacia el área de entrenamiento, me dice claramente que todos aquí ya saben sobre el drama familiar que me envuelve en estos momentos.

Asombro, duda y algo de lastima es lo que domina las emociones y gestos de las personas al verme pasar.

-- Solo concéntrate en mí --habla mi padre.

-- Debo aceptar que te subestime demasiado, Nuriel... no creí que fueras capaz de hacerla salir --comenta Jun saliendo de solo él sabe donde.

A estás alturas ya nada me sorprende, la verdad.

-- ¿Dónde está Calliel? --interrumpí su discurso.




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