24 de diciembre, 2019.
Intentó abrir los ojos, pero todo duele. Tengo mucho miedo, pero debo abrir los ojos, no importa cuánto duela, tengo que hacerlo. Duele más recordar lo que sucedió la última vez que lo vi.
Escapar.
Escapar era lo único que estaba en mi mente.
Esconderme.
¿De qué me escondía?
Creo que de la oscuridad, de esa voz, de los gritos.
Todo era escalofriante y aterrador.
¡Demonios! Es una y otra vez la misma noche.
— ¡No! —era lo único que salía de mi boca.
Dejé que las lágrimas salieran mientras cubría mi rostro con mis manos.
— ¡David! Dejame en paz. —me detuve en seco cuando el primer golpe apreció.
Siento que las paredes me asfixian, que me falta el aire.
Esta no soy yo, no puedo ser yo, esta no puede ser mi vida. Estoy dentro de una pesadilla, la peor. Lo sé.
Es como si lo viera a cámara lenta. Él esta encima de mí. Sube y baja su mano a su antojo, subiendo mi camisa y tocando mi cuerpo. Casi puedo escuchar algo dentro de mi romperse.
No quiero que me toque. Yo no quiero más maltratos.
Yo no merezo esto. Yo merezo más que esto.
No quiero más dolor. No quiero más miedo.
No quiero más golpes ni batallas verbales.
Quiero tranquilidad. Quiero ser feliz.
Pero solo puedo observar como soy golpeada una y otra vez, mientras que no puedo hacer absolutamente nada.
— ¡No me toques! —gritó y estoy tratando de empujarlo. No quiero vivir más así.
Él cae a mi lado en el suelo y ésta enojado, muy enojado— Pequeña zorra. —sisea entre dientes.
— ¡No! ¡Para! ¡Detente! —intentó alejarme pero David es más rápido y sostiene mi cabello en un puño. Luego todo lo que siento es dolor, golpe tras golpe, sin detenerse.
Y aunque se que no me escuchará sigo suplicando porque no creo que sea capaz de defenderme de nuevo— Por favor, ya no más.
Luego todo es borroso.
Siento mi cuerpo estremecerse, y muerdo mi mano hecha un puño, pero no sirve. Malditamente un sollozo escapa de mi, y luego mi vista es borrosa. Recordar todo esto nuevamente me está destruyendo.
Presionó los dedos en mi ojos— Esto va a pasar, Halsey. Lo vas a olvidar. —me digo sintendo la humedad pasar por mis dedos.
No puedo evitar llorar. No puedo.
— ¡Mierda, mierda! ¡Ah!
No lo contengo más y comienzo a llorar. Y me da tanta impotencia no podido haberme defendido yo misma. Tomó profundas respiraciones ordenándome calmarme. No puedo seguir llorando parezco la propia magdalena y odio eso.
La época navideña no es algo que me guste celebrar. Por que para estás fechas mi madre y yo sufrimos tanto.
Me miro en el espejo y tragó en seco, tengo los ojos rojos y hinchados por qué había estado llorando por un buen rato. Limpió de mi cara las lágrimas rebeldes que siguen escapandose, de todo los dolores existentes del mundo, ver como lastimaban a mi madre es uno de los peores que puede existir.
Apartó la mirada del espejo y tragó en seco.
Ver a mi madre siendo lastimada era algo que nunca se me olvida. Pero nada peor que saber que estas perdiendola y no tienes el como protegerla.
Vanessa Meelark. En su momento fue la mujer más alegré y cariñosa que tuve la dicha de tener como madre. Y a pesar de que no sabía cocinar tan bien, nunca me dejó pasar hambre. Siempre estaba para escucharte cuando la necesitabas, incluso notaba cuando no estabas bien. Y aunque calló muchas cosas malas que pasaron a través de su vida. Era la mejor madre que pude tener, y me había dado tanto amor que, ni con mi vida sería capaz de agradecerle.
Cuando ya no estaba para cuidarme me sentí pérdida y tan sola. Pero si había algo que quería era que ella se recuperará, que volviera a ser la mujer que era antes de David.
Pero también había otro lado de la historia, una niña que en el pasado sufrió cuando encontró a su madre a punto de morir, una niña que gritó, lloró, suplicó, que poco a poco se desmoronó. Y que desde hace mucho tiempo estaba rota, que no recordaba como era ser amada. Que había olvidado que tan valiosa era. Y solo quedaba la sombra de lo que alguna vez fui y me hacía sentir fatal.
¿Qué clase de persona me había convertido?
Nunca olvidó cuanto luchamos, yo recuerdo ver a mi madre apagarse, a David lastimarnos a ambas. Siempre recuerdo a mi madre ocultar los golpes con maquillaje.
Irónico por qué yo también hice lo mismo, y aprendí con el tiempo a ocultar el dolor bajó una sonrisa.
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Holaaaa personita de litnet 💓
Feliz Navidad a todo aquel que lo esté leyendo estas fechas.
Estos primeros capítulos son para que más o menos se hagan la idea de que es lo que ha pasado Halsey. Son recuerdos que ella ha ido teniendo y que poco a poco irán tomando más forma, y la entenderán mejor.