Helena observaba con detalle la carta que sostenía en sus manos; la cara de sus amigos era todo un poema, si pudiera fotografiar su expresión, lo haría, ninguno de ellos parecía tener nada que decir hasta que Leah llamo su atención haciéndole una pregunta.
- ¿Planeas contarnos quien es ese tal Luke? - Menciono acercándose para arrebatársela.
Trato de contraatacar quitándole la carta, pero Leah fue más rápida y lo evito. Conforme leía la dichosa carta su expresión seria fue cambiando a una de sorpresa.
-Helena, tendrás que comprarte algo especial para ir a semejante mansión - Bromeo, pues ya todos sabían que la casa de enfrente era gigantesca.
No había pensado en aquello...
¿Tendría ropa adecuada para ir a tal casa?
Después de ese comentario sarcástico de Leah todos empezaron a indagar acerca de cómo había conocido a semejante espécimen, por lo cual no tuvo más remedio que comentar que se conocieron en su propia casa, cuando sus padres vinieron a saludar a los suyos.
Decidió cambiar de tema para que dejaran de preguntar sobre ella y Luke, lo mejor que se le ocurrió fue sobre el partido que tendría Hunter, quien parecía un poco incómodo jugueteando con la pajilla de su malteada.
-Hunter, escuche que tu equipo jugara en el campamento. - El aludido giro rápidamente la cabeza quitando por completo la mirada de su malteada.
-Sí, es cierto, jugaremos contra la clase que nos acompañara - bufo molesto - esos malditos tienen una buena racha, será difícil vencerlos.
Entendía la preocupación de Hunter, había escuchado que los halcones eran muy buenos, su escuela estaba a unos treinta minutos de la nuestra sin embargo los rumores de sus victorias corrían rápido. Hunter parecía nervioso; nunca antes lo había visto así, él siempre se mostraba con aires de superioridad, pero ahora solo se mantenía cabizbajo sin mencionar nada.
-No te preocupes Hunter - dije mientras le brindaba una sonrisa - estoy segura de que ganaran fácilmente. - Hunter solo pudo regresarle una media sonrisa, pero para Helena era más que suficiente.
Unos minutos después se despidieron ya que no se verían hasta el viaje que se realizaría en los próximos días, Helena se preguntaba qué es lo que ocurriría en la esa cena, pero estaba segura de que era otra oportunidad para conocer mejor a la familia.
Estaba a punto de entrar, pero una pequeña luz en el porche de la casa de enfrente llamo su atención; ahí sentado en las escalinatas de la entrada se encontraba Luke, prendiendo un cigarrillo para después posarlo en sus labios y continuamente soltar el humo al aire. Su mirada siempre parecía cansada, como si sostuviera un gran peso sobre sus hombros.
¿Qué era aquello que lo atormentaba?
Helena quiso ser lo más sigilosa posible para que no la viera, pero el chirrido de la verja al abrirla provoco que la atención de Luke estuviera puesta en ella, esa verja le había jugado mala pasada; se maldijo a si misma por no pedirle a sus padres que la arreglaran antes. El susodicho se levantó cuidadosamente lanzando una media sonrisa que, en ese momento, desencadeno que Helena sintiera corrientes eléctricas a lo largo de su cuerpo.
-No sabía que me espiaban - exhalo el humo de su cigarrillo nuevamente - pero que seas tú no vendría siendo algo tan malo. - Menciono con Picardía.
_ ¡Lo siento!, no te espiaba solo que... ¡me pareció raro ver la luz prendida! - Respondió con nerviosismo mientras sujetaba con fuerza las llaves de su casa.
-Parece que a mi madre le agradas - sonrió - era de esperarse, pareces ser la típica chica buena. - se acercó un poco – dime, ¿puedo confiar en que lo eres?
Le habían tomado por sorpresa aquellas palabras, pero antes de que pudiera responder él se había marchado, dejando en el aire el aroma a nicotina. Después de ese raro encuentro se encamino al interior de su hogar en donde observo a su madre hablando por teléfono.
-Helena, ¿por qué no me habías comentado de la cena cariño? – Pregunto con un brillo en sus ojos - acabo de hablar con Beatrice, ¡menciono que te dejo una carta con la invitación! - Su madre parecía desbordar alegría.
-Lo siento mamá, estuve reunida con mis amigos y no me di cuenta del paso el tiempo - se dejó caer en el sillón - ¿sabes?, me encontré con Luke después de que me entregara la carta. - La sonrisa de su madre aumento más, si, eso era posible.
Pensó que era mala idea mencionarlo, ¿qué le diría a su madre?, después de todo Luke tenía una apariencia bastante intimidante, pero las palabras ya habían abandonado sus labios, después de todo su madre está emocionada con la dichosa cena.
-Genial cariño, es lindo ¿no? - Alzo las cejas de manera sugerente.
-Supongo que sí, es lindo - menciono con las mejillas ruborizadas - pero basta de hablar de eso, mañana tengo que levantarme temprano para hacer las maletas, el miércoles es el viaje mamá.
-Claro y en la noche será la cena - brinco de alegría - ¡debes buscar algo elegante para ponerte Helena! - Reprocho.
-Claro mamá. - Bufo por lo bajo, a Helena no le divertía mucho la idea de usar ropa elegante, siempre había preferido usar ropa más cómoda.
La mañana llego y con ella el grito incesante de su madre para que se apurara en empacar, dividió la ropa para escoger cual se llevaría al viaje, no debía de ser mucha ya que viajarían tan solo por tres días, pero no se podía decidir por lo cual termino por escoger cinco conjuntos aleatoriamente, satisfecha por lo que eligió bajo las escaleras para encontrarse con su madre, irían a comprar un atuendo "adecuado" para la cena.
Mientras compraban su madre le escogía varios atuendos, pero ninguno llamaba su atención.
-Helena, tienes que poner de tu parte niña. - Sabía que su madre se estaba enfadando por lo que debía escoger algo rápido si no quería sentir su furia sobre ella.