Ya tenía dos semanas en la casa donde crecí, dos semanas en las que antiguos sentimientos quisieron salir a flote, pero no los dejé, no podría volver a sentirme como cuando era un simple adolescente, además asumí que se debía a que allí tenía una gran cantidad de recuerdos en casa esquina de la casa, en el vecindario, en el parque, en toda Alemania, en todos lados...
A pesar de todo, estar ahí me había hecho liberar todo el estrés acumulado por ser estudiante de medicina.
El día que cumplí las dos semanas el padre de Amet me pidió un “favor” y es que quería que yo haga recapacitar a su hijo para que regrese a “casa” y a la Mafia que su padre controla, me iba a negar, pero la madre de mi mejor amigo que pidió un favor contrario al de Baldric, está quería que le diga a Amet que no regrese, que se mantenga a salvo en Estados Unidos.
Nuevamente me iba a negar, pero después de pensarlo un poco necesitaba ver a mi mejor amigo y alejarme un poco, últimamente Asher estaba trabajando con mi padre e iba mucho a casa, por ende era muy difícil esquivarlo.
No estaba listo para volver a verlo, y por eso decidí ir a Nueva York.