DANTALION.
Otra noche más y no hay ninguna noticia de él. Ese hombrecito desespera en todos los sentidos. Me dejó caer el mueble al lado de Gremory que, está sumido en sus propios pensamientos. Casi no he hablado con él, y creo que ahora es el momento.
—Debes de estar muy preocupado —me mira.
—Es mi hermano —responde cortante.
—Conozco a varias personas que no se preocupan por sus hermanos o familia...
—¿Cómo tú? —Rasco mi cabeza.
—Tampoco así. Sé que estoy muy tranquilo ante esta inquietante situación, pero de corazón deseo que ese ser déspota aparezca —da media sonrisa.
—Qué manera más curiosa de expresarte —compartimos sonrisas.
—Gremory, a tu habitación —ambos miramos al dueño de la tajante voz que resuena por toda la sala.
—Dejé de ser un niño hace muchos años Neberius —esto se va a poner feo.
—Pues tu actitud demuestra lo contrario. Ahora largarte a tu habitación —me pongo de pie, esto es intolerable.
—¿Te molesta que se lleve conmigo? —Sonríe de lado.
—Solo no quiero que se junte con basura. Él es un Reimann y debe estar a la altura —resuello con burla.
—Te recuerdo que yo también soy un Reimann. Que por mis venas también corre tu misma sangre.
—Eres basura para mí Dantalion. Que lleves el 50% de mi sangre no te hace mi familia. Solo eres un arrimado aquí.
—Veo que Asmodeo ha sido un gran profesor, porque ha hecho un excelente trabajo contigo. Eres su fiel copia —tensa la mandíbula, mientras se acerca peligrosamente en mí.
—Que ambos tengamos el mismo pensamiento no me hace su copia. A ambos nos inculcaron una forma diferente de ver la vida. Pero, ¿tú qué sabrás de eso?, si solo eres un insignificante huérfano que recibió una pésima educación. Así que antes de decir algo sobre Asmodeo, Paimon o de mí, piensa muy bien tus estúpidas palabras —inevitablemente miro a Gremory, su mirada se ha vuelto sombría.
Sé que debería defenderme de sus palabras, pero existen prioridades, y mis hermanos son esas prioridades. Por qué si ellos no le dan su lugar, yo si lo haré.
—¿Acaso ellos son tus únicos hermanos? ¿Qué significa Beleth, Crocell y Gremory en tu vida? Me das lástima Neberius. Podrás tenerlo todo, pero no tiene una verdadera familia —me mira con rabia.
—Hablas por hablar. No vengas a ser el superhéroe de ellos, porque ese papel no te queda. Ellos saben qué lugar ocupan. Saben perfectamente que sus acciones los suben a la cima más alta o los lleva al abismo más cruel. No son niños, son adultos y deben ver las consecuencias de sus acciones.
—Habla de ser un adulto cuando tú no lo eres. ¿Cuándo dejarás de ser un niño Neberius? —Un fuerte impacto termina en mi mejilla.
—Cuando tu cerebro asimile que soy un hombre. Escúchame Dantalion, no vengas a cambiar las cosas, porque nada será diferente. Claramente, se nota que nunca cumplirás las expectativas de los Reimann. Con esos pensamientos tan ingenuos que tienes nunca podrás conseguir lo que quieres. Eres débil, y eso te hace una vergüenza.
—Prefiero ser débil a ser una persona tan cruel. Porque ambos sabemos que alguna vez fuiste Gremory y te obligaste a convertirte en lo que eres ahora. Tu hombría no me asusta. Tus palabras para mí son vacías. Demuestra la persona que realmente eres Neberius Reimann. Porque claramente veo en tus ojos que tú, y tus amados hermanos mayores viven de apariencia —se ríe.
—No sabes lo que hablas. El dinero te está haciendo delirar.
—Estoy bastante cuerdo. Neberius, algún día verás la realidad y, te darás cuenta de todo. Solo espero estar presente cuando te vea débil —intenta golpearme de nuevo, pero Gremory se mete.
—Detente Neberius. No es un momento para pelear —fija su mirada en Gremory.
—Definitivamente me equivoqué contigo. Las pocas esperanzas que tenía en ti se fueron. ¿Debes de estar feliz Gremory?
—No, no lo estoy. Aun así, espero que algún día me puedas aceptar como tu hermano sin recriminarme siempre mis fallas.
—Lo hago por tu bien. ¿Es que acaso no entiendes que en la vida una falla te puede llevar al caos? Comprende que la vida no es solamente vivirla al derroche. Debes construir tu propio camino para que no dependas de nadie y puedas ver con tus propios ojos las intenciones de los demás.
Reitero algunas de mis palabras. Él sabe algo y quiere que Gremory enfrente la realidad. En mi defensa a veces juzgo a los demás sin darme el tiempo de conocerlos más.
—Neberius, detente —se aparta cabreado.
Esta familia debería llevar como tercer apellido: caos.
» Gremory, cálmate. Si no pueden estar en el mismo lugar, deberían alejarse o simplemente hablar como personas civilizadas.
—Neberius comenzó —ella mira a su querido hermano.
—Sabes cómo soy cuando algo no me gusta —suspira.
—Que sea la última vez que hablan de sus problemas delante de personas que no son cercana a la familia —aprieto mis manos con fuerza.