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POV. Matt Brown.

Me removí entre las sabanas sintiéndome extraño.

Mi cuerpo se tenso al sentir una mirada sobre mi provocando que abriese mis parpados con rapidez encontrándome con la mirada de mi amigo sobre mi.

Un fuerte chillido se escapo de mi garganta removiendo mi cuerpo hasta lograr sentarme.

-¡¿Tu estas demente?!- grité asustado.

Este rió divirtiéndose al haber logrado asustarme.

-¡Por favor!- continuó carcajeando- Hubiese grabado tu reacción ¡Maldición!

-¡Eres un idiota!- intenté golpearlo pero este rápidamente esquivó mi golpe- ¿A que hora has llevado?

-Hace unos momentos, no quise molestarte ya que te veías tan maravilloso casi en coma- respondió.

-Eres tan..- gruñí.

-Levántate, holgazán- alzó su voz dirigiéndose hacía la cocina.

-¡Espera que cocinaré yo!

-No te preocupes, no pensaba cocinar.

Rodé mis ojos nuevamente antes de sonreír.

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-¡Al fin, creí que te habías desmayado en la ducha!- musito al verme llegar.

-Tienes suerte que ya tengo comida preparada, sino te dejaría con hambre- respondí irritado.

-Oh vamos hombre, cuéntame que te ocurre.

Nuestras miradas se encontraron ante el silencio, asentí mientras dejaba el desayuno sobre la mediana mesa.

-Conocí a una chica- comenté logrando que me observara con sorpresa.

-Y yo que pensaba que te harías sacerdote- rodé mis ojos exasperado.

-Eres igual a Michael- admití soltando un bufido.

-Espera un momento- frunció el ceño- ¿Quien es Michael? ¿Tu chica?

-¡No idiota!- respondí- Es la chica que conocí, hace algunas noches atrás quise salir luego del trabajo para lograr despejarme, pero una cosa llevó a la otra y termine a los golpes con un sujeto- resumí rápidamente.

-¡¿Que?!- golpeo mi brazo con enfado- ¿Me puedes decir porque no me has contado?

-¡Déjame terminar!

-Esta bien..- murmuró- Te despertaste irritante hoy.

Suspire, Zac lograba sacar de quicio a quien quisiese.

-Cuando tome asiento frente a la barra me encontré con el rostro sonriente de una chica bellísima, sus ojos grises realmente me paralizaron. Comenzamos a conversar por momentos hasta que un sujeto inició a discutir observando mi rostro con repulsión, Michael intentó que este se callara pero este la ignoró y le habló de mala manera. Me enfade tanto que terminé lanzándole sobre una mesa.

-En conclusión termine el una celda junto a la chica, la cual comenzó una maravillosa conversación sarcastica- rodé mis ojos recordando- No miento cuando digo que estuvo molestandome por horas, hermano.

-Puedo verlo, Matt- se burló.

-Recuérdame porque aún soy tu amigo.

-Porque sin mi no eres nada- replicó con burla.

-¿Ella trabajará hoy, no?- preguntó.

-Supongo que si- asentí.

-¡¿Qué esperas, imbécil?!- gritó con emoción- Vamos al bar de tu chica.

-¡Joder, Zac. Apenas la he conocido, no es mi chica.

-Aún..- le oí murmurar riendo.