La luz de la madrugada se filtra por la ventana, era una habitación de hotel pequeña y en un estado lamentable, sobre la cama reposaba un hombre alto que hacía parecer que la cama matrimonial se viera chica, era guapo, de cabello rojo y piel blanca. Tenía mandíbula recta, rasgos finos y hermosos. A pesar del mal estado del lugar, él brillaba con su porte aristocrático y tranquilo. Sus muñecas y pies se estaban algo magullados, se veía que descansaba tranquilamente, llevaba un pantalón de vestir negro y una camisa blanca algo desalineada y desabotonada, dejando ver su cuerpo marcado y bien trabajado.
Él abre sus ojos color verde esmeralda y observa el desconocido lugar, se levanta abruptamente y con unos ojos agudos y feroces mira su entorno. No conocía el lugar donde se encontraba así que trató de recordar qué había pasado. De pronto recordó solo fragmentos de los últimos acontecimientos.
Él era Noé Hunt, vivía en Nueva York, era el dueño y CEO de una de las empresas en el desarrollo de tecnología más importante del país, pero había sido secuestrado cuando estaba en un viaje de negocios en Londres hace unos días. Entonces… ¿cómo había escapado?. El estupor no lo dejaba pensar bien cuando de pronto escuchó un ruido de llaves proveniente de la puerta de entrada.
Con una agilidad sobrehumana había llegado cerca de la puerta y se había colocado a un lado de ella. Al momento siguiente cuando está se abre y él logra ver la mano que abría la puerta lo toma fuertemente para jalar a la persona al interior, azota la puerta detrás de él, deja a la persona con su brazo en una llave y lo estrelló fuertemente contra la pared. Era una persona menuda vestida de negro con una gran capucha que le cubría el rostro.
- ¿Quién eres y dónde estoy?
Al momento siguiente el gran cuerpo del hombre había sido empujado un poco hacia atrás, la pequeña figura había colocado su pierna contra la pared haciéndolos retroceder un poco, Noé lo empuja de nuevo para someterlo, pero la figura se había apoyado con sus pies sobre la pared haciendo una voltereta y callendo a la espalda de él y lo empuja para alejarlo. Él sorprendido se voltea y comienzan un ágil enfrentamiento entre el robusto hombre y la menuda figura encapuchada, está toma distancia de él y se miran por un momento.
Noé estaba realmente sorprendido, había entrenado desde joven todo tipo de artes marciales, estilos de combate y tácticas de autodefensa. Gracias a eso siempre lograba controlar hasta las situaciones más complicadas, hasta hace unos días.
El alto hombre miró de nuevo al encapuchado quien de pronto se había lanzado contra él. Ambos tenían una gran agilidad y destreza, pero en un descuido tomó por sorpresa a Noé y lo derribó. Lo había sometido bocabajo contra el suelo, sus manos se encontraban a su espalda y la pierna del encapuchado en el cuello del chico evitaba que pudiera moverse. De pronto una voz mecanizada invadió la habitación.
- Ahora entiendo porqué te habían tenido sedado todo el tiempo, si no lo hubieran hecho habrías escapado hace mucho sin ayuda.
Noé se sorprendió al escuchar una voz femenina predominante de la figura a pesar del ruido mecanizado, giro un poco para mirar sobre su hombro y solo logró percivir unos brillantes ojos amarillos debajo de la capucha, ella desactivo algo y una melosa y sensual voz se escuchó.
- Vine a liberarte, pero aún no estás a salvo, así que te pediré que te tranquilícese y me dejes sacarte de aquí en una pieza.
Noé miró con recelo a la mujer de aquellos ojos hipnotizantes.
- ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?
La chica rió estruendosamente con un tono peligroso, Noé sintió un fuerte cosquilleo al escuchar la risa burlona de aquella chica.
- Tu vicepresidente dijo que serías difícil de convencer, así que me dejó un mensaje para ti. Dijo "Si no regresas pronto haré que la empresa se caiga a pedazos". Al parecer a él no le importa nada si tú no estás.
Noé río al escuchar el mensaje, definitivamente era un mensaje de su mejor amigo Edward Part.
- Entiendo, ¿podrías soltarme ahora?.
La chica se baja de él y levanta las manos en son de paz. Él se pone de pie y se frota las manos. Observa a la chica con cautela y se sienta en la cama.
- ¿Podrías explicarme la situación?
- ¿No recuerdas nada?
- No, aún me siento aturdido.
La chica suspira y levanta del suelo una bolsa que había caído cuando Noé la había jalado. Saca de su interior algunas cosas y se las lanzaba a la cara una a una, agua, comida, medicamentos y unas prendas de ropa. Ella se da la vuelta y él se molesta por su actitud. Después nota como ella se frotaba la muñeca que había sujetado para someterla, lo había hecho con toda su fuerza, por fortuna ella era muy fuerte, de no ser así le habría roto el brazo.
- Come y báñate, después de eso te pondré al tanto de la situación - le dijo mientras observaba con cautela por la ventana.
Noé entró a la regadera y se relajó al contacto del agua caliente, tenía días que no había tenido un buen baño y lo aprovecho al máximo. Salió y se puso la ropa, le quedó bien, eran justo de su talla, aunque la comida que esa fiera le había dado no era la gran cosa, era mejor de lo que le habían estado dando y más estando drogado todo el tiempo. Miró las pastillas que le había dado y resultaron ser unos analgésicos, también se puso un ungüento para tratar sus muñecas y tobillos. <Al menos parece que la chica sabe lo que hace> pensó para sí.
Abrió un poco la puerta del baño cuando escuchó sonar un celular, por alguna razón se quedó inmóvil y esperó a que ella contestará.
- Hola cariño, ¿Cómo están las niñas?
<¿cariño?, ¿Niñas?, ¿Acaso está casada?> Pensó por un momento.
- Sí cariño, por fin encontré al perro cazador que perdió tu amigo… ajajaja si, resulta que es bastante bravo, hace rato me mordió la muñeca.
Noé estaba molesto al escucharla, ¿Acaso se estaba refiriendo a él?, Entonces estaba hablando en clave.