¡atraparme! si te atreves

04 (01 Noé Hunt

Noé se encontraba en una gran oficina elegante y minimalista, se veía ocupado firmando y leyendo unos papeles. los colores en aquel espacio eran fríos, una gama de negros, blancos y grises. Todo en detalles plateados inundaban el lugar. Lo único que le daba un poco de vida a ese frío lugar eran los delgados y alargados cuadros expuestos por toda la oficina. Era una serie de 8 cuadros pintados por una artista que le gustaba a él y a su familia. Se escucha el repentino suspiro del hombre, se estira y su mirada fría e inexpresiva se pierde en la nada.

Un mes pasó en un parpadeo y todo había regresado a una relativa normalidad. Ahora estaba custodiado día y noche, sus padres se habían puesto paranoicos desde su secuestro, ahora una docena de guardaespaldas siempre lo custodiaban a una distancia prudente. Solo dentro de su compañía y su departamento podía estar solo sin los guardias vigilando. No culpaba a su familia, habían sufrido mucho por los atentados y las malas personas que acechaban por quienes eran.

Pero a pesar de todo esto su cabeza solo podía pensar en encontrar a esa mujer que invadía sus sueños cada noche, tenía el deseo de tenerla entre sus brazos. Jamás había esperado que la mujer que buscaba no era una hermosa y recatada dama, si no la fiera indomable capaz de destruirlo todo si se lo propusiera.

Él tampoco se quedaba atrás, era conocido como un hombre frío y de temple fuerte, incluso siendo el segundo hijo de su familia tenía el reconocimiento de esta. Nadie ponía en duda su palabra, incluso su hermano mayor quien era el heredero de la familia Hunt, siempre lo buscaba para pedir asesoría y consejo. Era un buen hijo y un gran hermano, pero si se trataba de negocios siempre era el más despiadado.

Tenía gran habilidad para leer a las personas y las situaciones que lo rodeaban, eso le daba una gran ventaja a la hora de hacer negocios. Todos sabían que era frío y reservado, siempre trataba de estar lejos de los problemas aunque no siempre era posible.

Su actitud fría y arrogante se había hecho más notoria después de su viaje a Londres. Antes cuando salía de vez en cuando dejaba que alguna mujer se acercara, pero ahora era totalmente tajante. Muy pocos sabían sobre su secuestro, pero solo Edward y Gerard sabían lo de León Negro.

Noé levantó la vista y miró por la ventana, en su reflejo logró ver la rojiza raíz de su cabello que comenzaba a crecer. Sus hermanas le habían pedido que se dejara el cabello negro porque les parecía genial, pero ahora que ya había crecido un poco era hora de desacerde de ese color. Tocaron la puerta, Noé dijo que pasaran y entró su secretario Alan Harper. Era un joven de cabello rubio y ojos avellana, su actitud era estoica desprovista de alguna emoción.

- Buen día señor Hunt. El señor Gibson está aquí.

- Hazlo pasar.

Un hombre muy alto de cabello negro y ojos azules entra a la oficina, tenía una cicatriz en su lado derecho del rostro que abarcaba desde su ceja, pasaba por sus labios y terminaba en su barbilla. Vestía un traje militar con algunas condecoraciones. Se saludan enérgicamente y se sientan. Noé sirve un par de tragos y mira con seriedad al hombre.

- Me sorprende verte tan pronto Gibson. Pensé que tardarías más tiempo en averiguar algo.

- No señor Hunt, cómo le había dicho, tengo buenos contactos y conozco a mucha gente interesante. Aún así preferiría estar con usted cómo su guardaespaldas como solía hacerlo.

Gibson se vio un poco frustrado y apretó los puños. Roger Gibson era un ex agente militar, él y su familia siempre había sido fieles a la familia Hunt, Noé había reconocido su talento y lo apoyó en su carrera como militar, cuando obtuvo un alto rango se retiró para convertirse en su jefe de seguridad y su guardaespaldas personal, era su manera de regresarle el favor por su apoyo.

No había podido acompañarlo al viaje de Londres por motivos personales y cuando se enteró del incidente se sintió decepcionado consigo mismo. Noé le dijo que no lo hiciera porque incluso con él presente, no habrían podido hacer mucho.

Cuando Noé regresó a su compañía le pidió ayuda para encontrar al agente León Negro. Él se ha dedicado a eso desde entonces.

- De hecho señor es porque he logrado conocer al Coronel Edrev.

Noé mira serio a Gibson mientras gira el contenido de su vaso, parecía que él no se había sorprendido por la jóven chica. Algo estaba raro.

- ¿Y qué opinas?

- Bueno… Es muy inteligente y de temple fuerte, parece que tiene mucho tiempo sin tener contacto con el agente León. Me comentó que debería olvidarlo ya que como se retiró hace tiempo ya no puede acceder a la unidad especial donde participa activamente.

Noé se ve pensativo, algo estaba mal.

- … Gibson, ¿cuántos años tiene el Coronel Edrev?

- No le pregunté, pero parece estar en sus 70 años.

Noé suspira fastidiado. Gibson se ve extrañado.

- Lo lamento Gibson, olvide comentarte, el Coronel Edrev que estoy buscando está actualmente activo en el Pentágono.

Noé saca su celular y le muestra una foto de la chica de rasgos asiáticos, Gibson se queda sorprendido al verla. Se quedó contemplando mucho tiempo la foto.

- Coronel Asergit Edrev. Es su nieta.

Gibson lo mira con extrañeza.

- Eso no es posible señor. Alguien tan joven no puede ser Coronel.

- Lo sé, pero sus antecedentes están bloqueados y solo se sabe que tomó el puesto de su abuelo como jefe de un departamento especial en el Pentágono.

- … Señor, investigué al Coronel y no tiene familia. Nunca se casó y no tiene hijos.

Ahora Noé estaba sorprendido. Según el registro de Asergit ella era la nieta de este Coronel Edrev. Si no es así, ¿de dónde salió ella?, las cosas cada vez parecían más complicadas.

- Entonces investigarla a ella, será más complicado ya que la tienen bien cuidada.

- De acuerdo señor. Necesitaré la foto.

- Claro.

Noé le envía la foto cuando su celular comienza a sonar, Gibson le hace una reverencia para despedirse y salir. Sin mirar el número Noé contesta con un tono frío y una dulce voz suena del otro lado.




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