06 (01 Blanco, Negro y Verde.

Las gemelas y Chester escuchan como tratan de abrir las puertas del estudio, el pelimorado había bloqueado la entrada pero no sabía cuánto duraría así que tomó a las chicas y se escondió con ellas bajo el escritorio de Leo. Ellas lo abrazaron fuertemente y sollozaban, pero él les hizo señal de silencio cubriéndolas más.

Se escucha como las puertas ceden y varios pasos de gente entrando. El checa su arma y el cargador nuevo. Pone a las chicas detrás de él y apunta a la nada para estar listo en cuanto vea a un intruso.

En eso todos los aparatos electrónicos con pantalla encienden de golpe y se ponen en blanco con un sonido fuerte de estática, aparece la cara de un gato sonriente y ojos tachados. Una voz aguda, fría y masculina se escucha en todo el lugar por medio de los altavoces y los aparatos electrónicos.

- Buenas noches Damas y Caballeros, bienvenidos a las puertas del averno, preparen sus boletos (con voz maliciosa) ya que este es un viaje sin retorno.

La canción de Psycho killer de Talking Heads comienza a sonar a todo volumen por el edificio. Los intrusos estaban alterados ya que no sabían qué estaba pasando, cuando de pronto escuchan un quejido a sus espaldas, al voltear ven a uno de sus compañeros en el suelo y a una pequeña figura encapuchada totalmente vestida de Negro mirándolos.

Chester y las chicas no saben que está pasando y solo escuchan ruidos de pelea y disparos, esto los hace ponerse nerviosos. Gritos y golpes se siguen escuchando y algunas súplicas de piedad ahogadas. De pronto se escucha un gran silencio que solo era interrumpido por la melodía en los altavoces.

De la nada la figura encapuchada aparece frente a Chester y este le dispara por reacción, está esquiva la bala y desarma a Chester. Cuando el mira al encapuchado suspira aliviado.

- Es usted maestra, que susto.

En eso una risa fría que parecía salida de ultratumba se escucha. El pelimorado cubre a las chicas en señal de protección, tenía el aspecto de su maestra, pero al escuchar la voz se percató de que definitivamente no era ella.

Mientras tanto Ágata escuchaba los golpes en la puerta y la canción. Estaba detrás de un escritorio con un revólver en la mano apuntando firmemente esperando a que entraran.

Gerard Miller estaba inconsciente a su lado, tenía una pequeña herida en la cabeza, ella lo había arrastrado para ponerlo fuera de peligro. En ese momento ella estaba muy feliz de que Leo fuera tan paranoica y todos los muebles del edificio eran a prueba de balas, jamás espero que serían de ayuda en ese momento.

De pronto se escuchan disparos y algunos gritos, un gran alboroto y una intensa pelea, de pronto solo se escuchaba la canción como sonido de fondo. La voz grave y ronca interrumpe el sonido de la melodía.

- ¡Marco!…

Ágata suspira y corre a la puerta.

- ¡Polo!

Abre desesperada y al hacerlo se topa con un inmenso hombre de dos metros, era un hombre mayor con un traje camuflajeado de tonos verdes, tenia su cabello bien recortado estilo militar, su pelo y barba eran blancos como nieve y el rostro arrugado frente a ella le sonríe con unos ojos azules llenos de cariño.

Ágata lo abraza y solloza un poco. El gran hombre la envuelve en sus brazos y la consuela.

Por otro lado la otra rata había hackeado el elevador y subieron directamente al último piso, al abrirse entran con cautela al departamento de Leo, se escucha el grifo de la cocina abierto y el correr del agua que se había desparramado por todo el piso del lugar.

Los intrusos avanzaban con sus lámparas y armas, el sonido de la canción interrumpió el silencio así que no podían escuchar si alguien se acercaba, por fin todos entran en la parte abierta del lugar cuando de pronto escuchan de nuevo la aguda y fría voz de hace rato.

- Llegaron al último nivel.

Todos giran y apuntan con sus lámparas y armas a un hombre delgado de aspecto frágil que los mira desde el segundo piso, vestía un pantalón de vestir y camisa de color blanco, con una corbata rosa palo. Él levanta las manos en señal de rendición. Su cabello era de color rubio y tenía pocas arrugas en su rostro, sus ojos apáticos se escondian detrás de unas gafas redondas de micas rosadas.

- Pero ¿Podrán derrotar al jefe final?

En su mano se veía una especie de pluma, no parecía tener otra cosa en las manos pero la rata y sus acompañantes no se iban a arriesgar.

- ¡Suelta lo que traes en la mano!

- (Apático) Cómo gusten.

El presiona el botón de la pluma y la deja caer a la planta baja, cuando está hace contacto con el suelo una descarga eléctrica recorre el piso mojado haciendo que los hombres caigan inconscientes. El hombre de aspecto delicado chasquea la lengua y mira su celular con aburrimiento.

- Tan predecibles, son patéticos.

El teclea ágilmente con sus huesudos dedos sobre su teléfono y la canción cambia por Bad Guy de Billie Eilish.

- Ya solo quedan ratones en la cocina, es hora de terminar.

En la planta baja Leo escucha la voz del hombre y suspira aliviada. En eso ella se lanza directo a los hombres que tenía delante, de pronto uno la va a atacar por la espalda y ella gira para detenerlo cuando un disparo hace que se derrumbe. Chester desde la entrada de la escalera apunta firme para apoyar a la pelinegra mientras que la figura encapuchada corre hacia ella.

Con una gran sonrisa ella se gira y comienza a golpear a unos tipos mientras que el encapuchado apoya a Leo rematando a los hombres que ella atacaba, uno que otro disparo de Chester y por fin habían limpiado el lugar de intrusos.

La voz aguda y fría se escucha en los altavoces.

- (Aplaudiendo) ¡Bravo! Han despejado el nivel. Es un Game Over para los Intrusos.

Las luces del lugar se encienden, la chica agitada mira al encapuchado que es unos centímetros más alto y éste se descubre el rostro para dejar ver a un hombre de mediana edad y cabello castaño que usa unos lentes oscuros.