Atria: la leyenda de los elementales

Cap 4: ¿Que haces aquí? Pt2/2

Fuí hasta el salón esperando que Atria estuviera allí, pero no la encontré por ningún lado , pensé en ir a buscarla ya que me molestaba un poco que Atria estuviese sola en estos momentos donde eso es peligroso, pero la clase ya había empezado y talvez necesitaba tiempo para reflexionar sus acciones.

Tuvimos que esperar a una profesora nueva ya que según los profesores la anterior se había lesionado la espalda. La nueva profesora entró y mi sangre quedó totalmente helada, no podía creer lo que sentía, ni de lo que veía , estaba sentada frente a un elemental, ¡que!, podía saberlo fácilmente, ya que, a pesar de que no soy una como ellos, he trabajado en desarrollar sus mismos instintos

Básicamente se trata de canalizar mi alrededor y los tipos de energía que allí se encuentran, las de los humanos son diferentes a la nuestra porque su ADN no está afectado con magia, así que sus auras siempre son frías y negras, además de simples, pero la de un elemental era muy distinta, su aura siempre tiene varios colores que ayudan a identificar su poder, además que sí es un elemental muy fuerte es común sentirlo desde lejos.

Pero porque estaría un elemental aquí, los pocos que decidieron resignarse y tener una vida normal cómo los demás humanos, tratan de no estar cerca de otros como ellos, para no generar incomodidad o sospechas, y solo uno muy débil no sentiría el aura de Atria, si yo fuera ella, no estaría aquí, pero eso mismo me respondió la pregunta, talvez sea por eso que vino a este lugar, ¡Por Atria!, eso me alarmó enseguida.

Ella solo se sentó en su silla a escribir en la computadora que estaba en el escritorio, después de unos minutos se presentó.

- Buenos días alumnos, espero que se encuentren muy bien todos, mi nombre es Lidia Rihso y seré su profesora de castellano estos meses que vienen, como saben su profesora está lesionada, así que, yo estaré acompañándolos por un tiempo, si tienes alguna duda no duden en hablar con Migo okey - todo el salón contestó en coro ante su pregunta, pero yo solo podía mirarla con curiosidad, me parecía demasiado extraño su comportamiento, estaba inquieta y no paraba de mirarme de reojo, sin embargo yo no estaba lejos de sentirme igual

Mi estómago estaba revuelto, me sentía un poco mareada y empezó a dolerme la cabeza, "típico"... Cuando conocemos a nuevos elementales estos síntomas se vuelven muy comunes, deseguro que ella no sintió lo mismo que yo porque no soy de su especie, pero tampoco era un misterio que no era humana, claro que podía notarlo, y ahora más que descubrí cuál era su elemento..."Aire"... Estupendo.

Ahora podrá leerme la cabeza sin que pueda darme cuenta, cuando eso pasa tu puedes sentirlo así que por ahora no lo ha pensado, pero como lo haga, descubrirá todo y atraparán a Atria, no podría soportar esa culpa, era mi misión y solo estaba sentada mientras esa tal Lidia escribía en su teléfono muy desesperada y nerviosa.

Esperé un rato más a Atria pero está no llegaba, mis preocupaciones llegaron hasta el tope cuando pude notar que las luces parpadeaban y sentí una gran onda de poder, era sutil pero notable, lo que sea que allá pasado solo se me ocurría alguien ¡Atria!.

Sentí como había usado algo de su poder, ya había pasado esto antes pero ese no era el problema, El problema era que no fuí la única que lo sintió, Lidia también lo hizo y no bastó ni un segundo para que saliera casi corriendo hacía la puerta, de verdad creyó que no lo había notado. Fingió que inpeccionaba el área como cualquier profesora pero ya me había dado mala espina y decidí " ella no es buena" .

Pasaron unos minutos y la profesora empezó a escribir algo que de verdad no le presté atención. Estaba pensando en que haría ahora que ya saben el paradero de Atria, tanto fué que no me di cuenta que ella se había sentado al lado mío, lo que provocó que los me sobresaltara un poco.

- ¡Atria! - me tapó la boca para que callara y me dijo 

- Ssshh... Haz silencio - luego de eso me quitó la mano para que pudiese hablar

- Perdón, pero dónde estabas, empezamos hace rato - dije un poco rápido, todavía no me recuperada del susto 

- Espera son muchas preguntas a la vez, creeme no pasó nada, solo me retrasé porque hubo un problema con el casillero, es todo - creo que sabía que no me lo había creído

- ajá si, el casillero, ¿Y porque traes ese buzo? - la mire como si estubiera loca, ya que hacía mucha calor como para tener esa cosa puesta 

- Yo...yo todavía siento frío - no sé si fué sin querer pero lanzó una mirada de enojo y odio hacia dónde estaba Alhe, y el solo la miraba orgulloso

- Alhe, que pasa, ¿te volvió a decir algo? - Atria titubeó un poco, pero logro aclarar lo que me imagino es mentira

- No, para nada, deja de pensar eso, el y yo no hemos vuelto a hablar y nunca lo volveremos a hacer - la mire con cara de no creerselas y estaba apunto de insistir hasta que el rector interrumpe nuestra charla. 

Entró por la puerta, pero no estaba solo...Era él, no podía creerlo, había tenido muchos tipos de emociones hoy y que el estuviera aquí era lo único que me faltaba. Yo le decía R4 por lo que antes nos representaban así, ¿Quien era?, solo puedo decir que un gran cobarde y arrogante, porque estaría aquí, vaya que esa pregunta me la he echo mucho hoy, mi cabeza explotaría.

Solo me quedé mirándolo cómo en una especie de shock, no creía poder salir de el, tanto que Atria tuvo que ayudar pero al momento de hacerlo el rector la regaño, 

- Brown, llega tarde y para completar quiere distraer a su compañera, ¿acaso no tiene respeto? - dijo un poco molesto. Al parecer esa tal Lidia la acuso de su llegada tarde, pero ¿Cómo se enteró?, Hasta donde sabía nisiquiera se había dado cuenta de su presencia, no sé pero entre pensamientos no note que Atria se había levantado, había rastros de risas burlonas y un rector muy afectado.

Ví como ella trató de no mirar al rector mientras se dirija hacia él, aunque no sabía para que lo hacía, lo que me asustó fue que mientras ella se dirigía hacia la puerta R4 la agarró del brazo y le susurro algo al oído, no sé que fué pero hizo que Atria pusiera cara de confusión mientras él solo sonreía arrogantemente, como siempre lo hacía, sentía náuseas y volvió el dolor en el estómago, la cabeza estaba dando e vueltas y estaba casi cien por ciento segura que Atria se sentía igual, para mí no es extraño pero ¿Y que pensará ella?.




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