Pov.Jennie.
- Muchas gracias, Jennie, de verdad te lo agradezco demasiado. - Dijo Karol.
- No te preocupes, Lili Está muy fe-
- ¡Lisa!. - Gritaron desde la puerta de la casa, giré hacia la voz y vi a Daniel corriendo hacia Lisa.
- Hola, Papi. - Dijo siendo abrazada por Daniel.
- Cariño mío. - Dijo Daniel y luego me mira a mi. - Tú...
- Hola, Daniel! - Dije levantándome y le di un abrazo falso. - Como te ha ido?. - Dije dando palmadas fuertes en su espalda.
- Que estas haciendo aqui?! ¡Largo de mi casa!. - Gritó Daniel.
- Papi, no le hables así a Nini. - Dijo Lisa.
- Esta idiota ya te lavó el cerebro, Lalisa?. - Dijo en tono frío.
- No le hables a Lisa así, a Lisa no le gusta. - Dijo Lisa poniéndose detrás de mi.
- Cuál es tu problema? Es tu hija, como te atreves a hablarle de esa manera?. - dije mirándolo fijamente. - Y tengo otra información para ti. - Dijo sonriendo. - Esta casa ya no es tuya, es de Lisa y de su madre.
- De que estas hablando?. Esta es mi casa, la compré con mi dinero.
- Y la hipotecaste. Vinieron a sacar a Karol de la casa hoy, así que compre la casa y le entregué los papeles a Karol. Por lo tanto, si ella no te quiere aquí tienes que lárgate. - Dije mirándolo y el sólo me mira aturdido.
- Que? Pero yo...- se quedó mudo y luego miró a Karol. - Amor...
- Amor? Ahora soy tu amor?. - sentí que Lisa se movía detrás de mi, giré a verla y ella tenía sus manos en sus oídos.
- Papi Gruñón regresará. - Dijo con miedo.
Vi como Daniel abría la boca para hablar pero lo frené.
- No te atrevas. - Le dije. - Sal de aquí anda. - Le dije y nisiquiera se movió.
Me acerqué a él para hablar y que sólo él me escuche.
- Sal por las buenas, hablemos afuera. - le dije y salimos de la casa.
- Gracias por traer a mi hija. - Dijo y yo reí.
- La traje para que viera a su mamá, pero tu todavía me debes dinero, Danielito. Mucho dinero, y el Banco te está asechando, le debes dinero al Banco, como es posible que te sigas endeudando más?.
- ¡Lo hice para poder apostar y pagarte tu dinero!. - dijo Daniel gritando.
- Baja la voz. - le dije. - Y donde está mi dinero?.
- No lo tengo todo aún.
- Deberías de estar agradecido conmigo porque no te estoy cobrando rédito , el Banco si lo hace. - Dije y escuche la puerta abrirse.
- Nini! - Dijo Lisa sonriendo y pegándose a mi.
- Que sucede Linda?.
- Te vas?. - dijo y yo suspiro y vi como Daniel sonría con burla.
- Tu...te quieres quedar? - pregunté.
- Puedo?. - dijo.
- Bueno, pequeña, lo siento, pero no puedes. - le dije.
- Bueno...¡Entonces vomonos ya!. - Dijo sonriendo. - ¡Y me compras helado!
.
.
.
- ¡Es mío, damelo!. - Decía Lisa mientras trataba de quitarle un peluche a un chico.
- ¡Yo lo vi primero!. - dijo Chico de unos 20 años más o menos. - Y ya lo pagué.
- Lili, te compraré otro. - dije acercándome a ella. - Vamos, Lisa, deja al chico.
- Pero yo lo quiero. - dijo Lisa con un puchero.
- Puedo comprarte uno igual o incluso uno mejor. - Le dije.
- Bueno.
Fuimos a otra tienda por el peluche de Lisa.
- Mira este es lindo - le dije señalando un peluche morado.
- Morado? Es feo. - dijo negando.
- No te gusta el morado?.
- No, es un color triste. Sabes que el amarillo representa la alegría?. - dijo sonriendo.
- Quieres uno amarillo?.
- Si! Como el que me regaló ardillita!. Anda busquemos uno.
.
.
.
- Pero por que tenía que ser uno tan grande Lisa? - dije estirandome para poder ver por donde manejaba. - Ponlo en los asientos traseros.
- No, No seas así con pato, Nini.
- No es un pato Lisa, es un pollo, un gigante pollo.
- ¡Shhh! El es un pato. - dijo susurrando.
Cuando llegamos a la casa lo que vi en mi sala no fue nada de mi agrado.
- Que hace usted aqui?. - pregunté enojada.